TESTIMONIOS (1)

11-marzo-2010


¡ANUNCIEMOS EL AMOR!






TODO UN EJEMPLO....

El Papa Juan Pablo II recorrió durante su pontificado los cinco continentes y fue admirado por miles de personas. Una relación que no pasó desapercibida para el mundo del cine. Desde su muerte, su vida ha inspirado tres películas.






9-Febrero-2010


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Miguel Aranguren:

“Los grandes pecadores

me parecen interesantes”

Escritor



"Los novelistas suelen confundir al santo con el meapilas"

En el colegio apuntaba maneras de escritor trotamundos; maneras que se le acabaron cuando se casó y le fueron naciendo los hijos. Él dice que formar una familia no afecta a la imaginación, que la obligación del escritor no está en vivir situaciones sino en observarlas y recrearlas.

-¿Se puede hacer un thriller con las cosas deDios?
-Sí, porque son interesantísimas. El problema es que suelen contarse mal, de forma poco atractiva.

-No lo dirá por el Evangelio.
-Para nada. Hay pasajes de una plasticidad literaria maravillosa: cuando Cristo se aparece a los discípulos de Emaús o cuando, una vez resucitado, los apóstoles lo descubren en una playa asando pescado.

-Entonces, ¿por qué lo dice?
-Porque los novelistas -salvo Louis de Wohl y pocos más- confunden al santo con el ‘beato’.

-¿Entrecomillamos “beato”?
-Por supuesto. Con ‘beato’ me refiero al meapilas, al que siempre tiene un consejo, al que cuando reza, bisbisea.

-Los pecadores, en cambio, salen -literariamente hablando- mejor parados.
-Es que son muy interesantes. A mí, al menos, me lo parecen. Y cuanto más y con más gusto hayan pecado, mejor.

-¿Por qué?
-Porque tienen la posibilidad de una gran conversión.

-Hay quien dice que no hay aventura como la búsqueda y encuentro de Dios. Usted, que ha viajado por el mundo, ¿piensa lo mismo?
-Cualquiera que haya tenido cierta experiencia de Dios podrá decir que el compromiso con Él marca un antes y un después.

-¿Es su caso?
-Sí.

-¿Recuerda los detalles?
- Fue una tarde de hace veinte años, en una playa de Mombasa. De pronto, me di cuenta de que yo era un individuo entre millones y de que mi singularidad no se debía a mis méritos, sino a los de un Ser Superior que me había pensado, deseado y creado.

-¿Qué supuso aquello?
-El comienzo de la aventura.

-¿Se ha vuelto repetir?
-Nunca. Pero experiencias así valen para una vida.

-Nació en una familia cristiana y se educó en un colegio católico. ¿Se hace una idea de por qué eligió Dios una playa africana para llamar su atención?
-Porque para Él no existen los a prioris: como has nacido en esta familia, como has estudiado en tal colegio… Es Dios quien lleva la voz cantante y elige el momento, la persona y el lugar.

-¿Hasta entonces vivía alejado de Dios?
-Nunca he tenido etapas de alejamiento, como mucho de rebeldía. Vivía, eso sí, menos comprometido.

-Supongo que ese compromiso es el que le hace escribir y hablar de Dios con naturalidad. ¿Entiende que haya gente a la que le cueste?
-Claro. Es que la relación con Dios forma parte de lo más íntimo del ser humano, de aquellos aspectos más relacionados con el pudor.

-¿Y nunca le ha pasado sentir vergüenza ajena oyendo hablar de Dios?
-A veces, sí. Hay formas de expresión que me dan repelús.

-¿Por ejemplo?
-La familiaridad con la que a veces se trata lo majestuoso, esas canciones llenas de arabescos, ciertos giros presos del feísmo del posconcilio.

-Estará encantado con la vuelta de la misa en latín, ¿no?
-Me basta con una misa bien celebrada en lengua vernácula.

-¿Reza igual en una iglesia que en otra?
-Cerca de mi casa hay una parroquia que ha sido remozada, pero con un gusto tan terrible que cuando voy, rezo para que la ceremonia sea corta.

-En cualquier caso, reza.
-Lo procuro.

-¿Qué es para usted la oración?
-Un diálogo en el que hablan dos.

-¿No hay peligro de que eso se convierta en un monólogo de locos?
-Para eso está la lectura de los místicos (grandes o pequeños) y la dirección espiritual, elemento este que ha sido clave en el cristianismo, que se abandonó hace unas décadas y que ahora se está volviendo a recuperar.

-Y en ese diálogo, ¿se oye la voz del Otro?
-Si una cosa tengo clara en mi experiencia de orante mediocre, es que Dios habla muy bajo.

-¿Eso es bueno o malo?
-Es la forma que Él tiene de no violentar nuestra voluntad. O sea, que es bueno.


8-Ferero-2010

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El científico critica

la desvinculación entre

sexualidad y reproducción

El coinventor de la píldora anticonceptiva siente la “catástrofe” originada.


El químico austriaco Carl Djerassi

Fue en 1951; el químico austriaco Carl Djerassi participó, junto con el mexicano Luis E. Miramontes y el húngaro-mexicano George Rosenkranz, en la invención de la progestina 19-noretisterona (la primera píldora contraceptiva). Por eso, este químico y escritor ha sido conocido como ‘el padre de la píldora’, un apelativo que le disgusta. “Ni en nuestros sueños más salvajes imaginamos el control de la natalidad al empezar a trabajar en la píldora”, asegura.


Y hoy, en 2009, el coinventor del más común de los anticonceptivos reconoce que su creación ha originado una “catástrofe demográfica”. En unas declaraciones al periódico Der Standard, Djerassi confirma que el terrible escenario de desequilibrio poblacional actual está originado, en parte, por su ‘in-vento’.

Peor que la obesidad

Lamentó que, en la mayor parte de Europa, no haya ahora mismo conexión alguna entre sexualidad y reproducción. “Una división”, dijo, “casi total en Austria, un país que tiene una media de 1,4 hijos por familia”.

“La caída de la tasa de natalidad es una epidemia peor, aunque mucho menos tratada, que la obesidad”, puntualizó el austriaco, que alertó además de que “los jóvenes austriacos están cometiendo un suicidio nacional al rechazar la reproducción. Si no fuera posible invertir el descenso de la población, deberían ir pensando una política de inmigración inteligente”.

Al hilo de estas declaraciones, la cabeza del catolicismo austriaco, el cardenal Christoph Schonborn, recordó que el Vaticano ya había pronosticado 40 años antes que la píldora originaría una dramática caída de la natalidad en Occidente. “Ahora alguien fuera de toda sospecha como Carl Djerassi dice que cada familia debe tener tres hijos para mantener los niveles de población, pero estamos muy, muy lejos de alcanzar esa cifra”.

Schonborn reconoció que cuando leyó por primera vez la encíclica del Papa Pablo VI de 1968, en la que condenaba la contracepción artificial, le pareció demasiado negativa, ‘como una ducha de agua fría’, pero que ahora había comprobado su carácter profético.

Además de Carl Djerassi, otros expertos en la materia han condenado las consecuencias de la píldora anticonceptiva. Así, el presidente de la Federación Mundial de Asociaciones de Médicos Católicos, José María Simón Castellví, recordó en el periódico L’Osservatore Romano la existencia de investigaciones que prueban el carácter antiimplantatorio de la píldora en ciertos casos.

Resumió una serie de argumentos científicos que confirman la naturaleza profética de la encíclica de Pablo VI, y señaló el reciente documento que conmemora el 40º aniversario de la encíclica Humanae vitae, que “muestra de manera irrefutable cómo la píldora más extendida en el mundo industrializado, la fabricada con dosis bajas de estrógenos y progesterona, en muchos casos tiene un efecto antiimplantatorio, es decir, abortivo, al expeler un pequeño embrión humano”.

“Este efecto antiimplantatorio está reconocido en la literatura científica, que se refiere abiertamente a la tasa de pérdidas embrionarias. Curiosamente, sin embargo, esta información no llega al público en general”.

Después de explicar que los métodos naturales de control de la fertilidad son los únicos efectivos y respetuosos con la dignidad del ser humano, Castellví planteó que, en el 60º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, “podemos decir que los métodos contraceptivos violan al menos cinco derechos importantes: el derecho a la vida, el derecho a la salud, el derecho a la educación y el derecho a la información (ya que la expansión de la píldora va en detrimento de la información sobre métodos naturales) y el derecho a la igualdad entre sexos (al recaer la responsabilidad contraceptiva sólo en la mujer).

Más infertilidad

Además se refirió también al grave y devastador efecto ecológico que causan las toneladas de hormonas esparcidas en el medio ambiente cada año.

“Tenemos datos suficientes que constatan que una de las causas de la infertilidad masculina en Occidente es la contaminación medioambiental causada por los productos de la píldora”, aseguró Simón Castellví.

Además, el médico experto aseguró que la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer ya alertó en 2005 de los efectos cancerígenos de la píldora.

Este carácter contaminante de la píldora anticonceptiva sorprendió a uno de los representantes del partido verde italiano. “Es la primera vez que oigo hablar de los efectos contaminantes de la píldora, que además parecen encontrarse en el suministro de agua”.

“Me parece que es de pura idiosincrasia que nuestro partido se preocupe por este asunto”, concluyó el representante del partido.


6-Ferero-2010

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Jefe de los Servicios Médicos del Real Madrid



«El Señor cambió mi vida»

La historia del Jefe de los Servicios Médicos del Real Madrid, don Alfonso del Corral, muestra el recorrido de un hombre de una fe profunda basada en la experiencia.
En esta entrevista nos habla de ello y de su visión del mundo del deporte, al que lleva vinculado durante años.


Usted lleva muchos años tratando con deportistas. Ahora se mueve mucho dinero, y el ambiente social es muy hedonista. ¿Son diferentes los deportistas de hoy a los de antes?

Yo creo que son iguales. Es el entorno el que ha cambiado. Los deportistas son gente joven, buena, con una serie de valores, que quieren a su familia y a sus amigos… Lo que ocurre es que, en el mundo de la alta competición, fundamentalmente en el fútbol, la repercusión mediática es tremenda. Lógicamente, eso puede trastornar un poco a los deportistas.
También parece haber pocos deportistas que se declaren abiertamente religiosos.

Hay muchísimos deportistas que tienen su fe y la viven con normalidad y tranquilidad; lo que pasa es que lo hacen dentro del contexto de la sociedad actual, en la que se produce un combate constante entre la fe y el materialismo y el egoísmo, realidades que siempre ha habido y que ahora están más acusadas. Muchos de ellos tiene su fe, que viven de alguna forma.

En su caso, ¿cómo ha sido su recorrido en el camino de la fe?


Yo, como tantos españoles, he recibido una formación católica. Mis padres son católicos, y en mi casa se ha vivido siempre la religión. Hace años, lo que me pasaba es que vivía una fe un poco a mi medida; me hacía un Dios a mi medida, que me era más o menos práctico y cómodo. Así fue hasta un momento determinado de mi vida, cuando perdí a mi hijo. Ése fue para mí un golpe tremendo, que desencadenó en mí una búsqueda tremenda de respuestas que me llevó a una gracia: una experiencia muy fuerte de Dios, que me ayudó a seguir caminando hasta el día de hoy. Yo tuve una experiencia muy fuerte del Señor. Y eso me cambió radicalmente. Desde entonces, con todas mis dificultades y mis contradicciones, el Señor está en el centro de mi existencia, absolutamente. En Él voy, Él me lleva, y tengo una confianza absoluta en el Señor. No me preocupa absolutamente nada de lo que me pueda pasar, porque Él está conmigo.

Y ésa es la clave de mi historia.
¿Cómo alimenta esta relación con Dios?

Lógicamente, la forma más sencilla es la oración, la conversación con Él; pero, indudablemente, los que pertenecemos y nos sentimos parte de la Iglesia tenemos la gran suerte de contar con el sacramento de la Reconciliación y el recibirle en la Eucaristía. Pero no vivo todo esto como una obligación, como algo con lo que hay que cumplir. Se trata de ir al encuentro del Amigo. Éste es un chollo que tenemos: el poder recibirle y poder recuperar las fuerzas que el combate diario nos quita a veces. Yo soy un hombre, fundamentalmente, lleno de esperanza. Puede haber momentos en los que, por la noche, estoy agotado, pero a la mañana siguiente me levanto lleno de esperanza, y eso es una gracia del Espíritu Santo. Esto me lleva a caminar con una tranquilidad absoluta. Cuando te pegan un mazazo del calibre del que yo recibí, te das cuenta de que todo lo demás no importa absolutamente nada. Lo que hay que transmitir es exactamente eso, en vez de normas y obligaciones. Todo es mucho más simple. Necesitamos tener esa seguridad de que el Señor nos ama profundamente, y confiar en Él. Ahora, eso sí: solos, es imposible.

Nuestra fuerza está en Él.
¿Cómo procura transmitir la fe a sus otros hijos?

Yo creo que ése es mi cometido en casa. No creo que mi misión en la vida sea el ser médico del Real Madrid, o ser un gran cirujano, que también, pero creo que mi cometido fundamental en la vida es ser padre y esposo, cuidar a mi familia. En consecuencia, transmitir la fe es lo único que es importante. Yo dejo que mis hijos sigan su camino, pero siempre les digo que Dios es la clave de mi existencia, y quiero que ésa sea también la clave de su existencia.

¿Y cómo crees que se puede transmitir todo esto a la gente, por ejemplo, a tantos deportistas como los que usted trata?


Esto está oculto a los sabios y a los poderosos; para recibirlo, hay que abrir el corazón un poquito, dejar un hueco. En cuanto a la transmisión, hay dos grandes armas: el testimonio –mostrar el rostro de Cristo, reflejarlo; si lo mostráramos, cautivaríamos mucho más– y la oración –si quieres que esto llegue al corazón de alguien, reza mucho por él; y luego podrás comentarle algo–. Las grandes disertaciones no son suficientes.

¿Cómo está viviendo las últimas iniciativas legislativas acerca de la familia y la enseñanza?


En su conjunto, el católico y la persona que tiene una serie de valores percibe ya una cierta agresividad en la sociedad en la que vivimos, y la dificultad de poder vivir según los propios principios preocupa profundamente. Ahora, partiendo de esto, yo me remonto a más arriba: la clave de todo esto es que tenemos que confiar más en el Señor, y yo estoy convencido de que todo esto, al final, va a ser para bien.


5-Ferero-2010

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Hablemos de Dios con José María Villalón,

médico del Atlético de Madrid


José Mª Villalón: “Los atléticos nunca

hemos estado en el infierno”

La entrevista es en la clínica que ocupa uno de los bajos del Calderón. En la sala de espera, el ciudadano despistado encontrará caras que le suenan mucho de la parte final del telediario. Villalón le pide a Álex Malmierca, el dentista del club, que le acompañe para dar así testimonio conjunto de su fe católica y rojiblanca. Y aunque Malmierca está presente, le cede el protagonismo a Villalón, de quien todos a los que preguntes -por ejemplo, Petón- dirán que es tan buen médico como hombre.

-Javier Clemente, por ejemplo, no reza para que gane su equipo. Teresa Rivero, en cambio, sí. ¿Y usted?

-Sí. Es un tema humano por el que también se puede pedir. ¿Por qué no?

-Supongo entonces que se hartó de rezar las dos temporadas que el Atleti jugó en segunda.

-Aquello no fue, ni muchísimo menos, el fin del mundo. Es evidente que, desde el punto de vista de los intereses de un club, no es lo mejor. Pero de todo se aprende.

-¿Qué lecciones sacaron?

-Humildad. Nos tocó ir a campos que muchas veces no reunían las condiciones a las que el equipo estaba acostumbrado. Fue, ya digo, un periodo de reflexión que nos vino bien en todos los sentidos.

-O sea, que hablar de infierno es exagerar.

-Del infierno no se sale, y nosotros salimos de aquello; después de dos temporadas, pero salimos. Yo hablaría de purgatorio. Está mejor expresado.

-Ése, dicen, es el estado normal de un colchonero.

-Bueno, siempre nos han llamado los ‘pupas’. Y en ese sentido, sí, purgamos. Pero no me quejo.

-¿Por qué?

-Me gusta mi trabajo. El médico, como muchos otros profesionales, está constantemente formándose. Y eso es muy gratificante. Como también lo es ejercer mi especialidad: la medicina deportiva.

-¿En qué sentido?

-Desde el punto de vista social, el fútbol está -no sé si justa o injustamente- muy bien considerado, lo cual te permite conocer a una gran cantidad de personas.

-¿Y desde el punto de vista médico?

-Llevas casos de deportistas, que suelen ser gente joven, sana, disciplinada, alegre, que hace lo que le gusta. Por decirlo de alguna forma, una buena materia prima con una pronta recuperación.

-Eso no le evitará enfrentarse a situaciones de dolor. ¿O sí?

-El sufrimiento siempre está ahí.

-¿Y sirve para algo?

-Para hacernos recapacitar: tenemos que aceptar nuestra cruz y llevarla a cuestas, como hizo Cristo.

-Dice Aquilino Polaino que es sencillo ver a Cristo en los enfermos.

-Los médicos tenemos una industria humana muy sencilla: encomendar al ángel de la guarda al paciente que entra por la puerta de la consulta. Tratar de ayudarle, incluso cuando no hay cura posible, es una forma de ejercer la caridad.

-¿No le molesta que se atribuya a un milagro lo que puede ser fruto de la pericia profesional del médico?

-La intervención divina muchas veces se da, y es la que permite salir a la gente adelante. En ocasiones hay que reconocer que el médico es sólo un medio para preservar la salud de las personas.

-Se nota en sus respuestas: le gusta su trabajo.

-Por él doy gracias a Dios cada día.

-¿Por qué más? Porque usted reza, ¿no?

-Eso intento. Y de la mejor manera posible. ¿Que por qué más estoy agradecido? Por no haber tenido grandes altibajos en mi vida de fe.

-¿A qué lo atribuye?

-A la educación que recibí en casa y en la etapa escolar.

-Los colegios a los que asistió, ¿eran religiosos?

-La dirección espiritual la llevaba el Opus Dei.

-Al que usted pertenece. Aparte de san Josemaría, ¿algún otro santo de su devoción?

-Le rezo a la Virgen de la Fuencisla, quizás por tradición familiar.

-Como miembro de la Obra, ¿cuál es la base de su vida con Dios?

-La Eucaristía. Si no fuera por la misa, que es de donde saco la fuerza interior, la dinámica del día a día me arrollaría más de lo que ya lo hace.

-A su vocación profesional y a la del Opus Dei, hay que añadir una tercera: la de padre de familia.

-Son vocaciones diferentes, pero magníficas.

-Por cierto, ¿por qué hijo va ya? Se lo pregunto porque las biografías breves que de usted manejan las agencias de prensa no se ponen de acuerdo.

-Por el doce.

-Con ese ‘panorama’ en casa, uno no debe de tenerle miedo a nada, ni siquiera a hablar de Dios, ¿no?.

-Dios es un tema siempre presente, siempre de actualidad. Y los cristianos tenemos que dar testimonio de Él.


3-Ferero-2010

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La presentadora subraya que su marido y sus hijos son lo primero

Verónica Mengod: “La felicidad está en la familia”



Encontramos a Verónica Mengod entre el público del II Congreso de Jóvenes con Valores. Le propusimos una entrevista para hablar de la familia y de este mundo en el que los valores están tan olvidados y aceptó. Tras más de un año dedicada a la aventura empresarial Yates Maldivas, la actriz, que prepara su vuelta a las pantallas, deja claro que su mayor éxito ha sido su familia.

-Cuando empezó en televisión en 1984, todo era muy distinto… ¿Qué le parece la televisión hoy?

-No me gusta. Los medios de comunicación están haciendo mucho daño a los jóvenes. Cuando yo empecé, en los programas había pedagogos y se valoraba la repercusión que tenían en los más jóvenes.

-¿Y ahora?

-Ahora lo que los padres inculcamos lo echan por tierra muchas series. Aspectos relacionados con las relaciones sexuales y con unos valores importantísimos. Las series imponen el ‘vale todo’ y para mí no vale todo. Lo que venden lleva al individualismo, al egoísmo, a no valorarte como persona.

-¿Y qué hace como madre?

-En mi casa hay series que no dejo ver; creo que la televisión es muy interesante si se selecciona, pero no de manera indiscriminada. Hay reportajes fantásticos y series muy buenas, pero hay otras que prácticamente están diciendo: “Vete a comprar la PDD y hazlo todo el rato”. Cuando esas personas crezcan y se den cuenta de sus errores, se arrepentirán. Cuando cumples los 40, te das cuenta de las cosas importantes.

-¿Cuáles son?

-El otro día me decía una amiga que se había pasado la vida trabajando, siendo una empresaria ejemplar, y se había dado cuenta de que se había cargado su matrimonio… Yo he tenido siempre muy claro que la felicidad está en la familia.

-¿Y cómo es su familia?

-Tuve la suerte de tener unos padres artistas y de que mi madre dejara de trabajar para estar con nosotros, lo que siempre le agradeceré. Llegaba del colegio y estaba toda la tarde con ella. No digo que ahora tenga que ser así, se puede buscar el equilibrio entre trabajo y familia. Yo lo he hecho diciendo que no. Para mí estar por las tardes con mis hijos es maravilloso. Estar juntos hace que en una familia haya comunicación y amor. Y es muy importante que la madre siempre esté alegre. Es el punto de referencia, el carro que tira de la familia y debe estar siempre contenta. Yo me obligo a hacerlo.

-¿Cuál es el secreto de 21 años de feliz matrimonio?

-Es muy importante la suerte, y después, ¿por qué sigo enamoradísima de mi marido? Primero porque le admiro, y creo que él a mí. Segundo, porque no intentamos cambiarnos ni nos cortamos las alas. Nos hemos desarrollado plenamente, pero sostenemos una vida en común en la que creemos y luchamos por ella. Viajamos mucho solos, algo que recomiendo porque hay que cuidar la vidilla con tu marido.

-Hablemos de actualidad. 112.138 abortos en España en el año 2007…

-El aborto me parece tremendo. Debería haber una solución para todas las mujeres que tienen un embarazo no deseado; preparar sitios donde puedan dar a luz y dar a sus hijos en adopción. ¡Se necesitan tantos niños! En este país las soluciones son el preservativo, el aborto, la PDD… ¿Por qué no se hace algo para evitarlo? ¿Por qué no se educa desde la base?

-Hablando de campañas, ¿qué le parece la de Sanidad del preservativo?

-No me gusta. No se puede transmitir la idea de ‘ponte esto y hazlo con quien quieras’. Yo a mi hija le digo que se tiene que hacer valorar.

-¿En qué ha estado inmersa estos años en los que la hemos visto menos?

-He estado más apartada porque monté junto con mi marido la empresa Yates Maldivas. He estado muy ocupada con actividades, promociones, la Feria Náutica.

-¿En qué consiste?

-En organizar viajes a las Maldivas en yates de lujo. Fuimos de viaje allí y nos pareció una experiencia extraordinaria. Pensamos: “Este viaje tan espectacular que hemos hecho queremos llevarlo a España”, y está funcionando muy bien. A nosotros nos encanta viajar y hemos convertido un hobby en un trabajo.

2-Ferero-2010




Testimonio de Karyme Lozano




Actriz





1-Ferero-2010

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Aspirante a:

Misionera de la Caridad

Belén Lázaro:

“El Señor nunca te pide

lo que no puedes dar”

"Mi familia ha sido clave en mi decisión"

La entrevista que le hizo Sonsoles Calavera en ALBAdigital está dando la vuelta al ciberespacio a golpe de click. Fue entonces cuando Belén hizo públicas las claves de su vocación, repetidas ahora aquí: su familia, el colegio Aldeafuente, la congregación mariana a la que pertenece, un verano de voluntaria en Tánger, el ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta, abandonarse en manos de Dios…

-Su idea era ejercer la Medicina, casarse, tener hijos… Pero Dios tenía otros para usted. ¿Se rebeló?
-No. Lo que hice fue agobiarme. Y muchísimo. Me preguntaba si no serían imaginaciones mías.

-Hasta que fue viéndolo claro.
-Sí. Y lloraba, lloraba. Porque nunca pensé en llevar la vida que voy a llevar. Simplemente no quería.

-¿Vivía atormentada?
-Tampoco es eso. Lo que no hacía era ir por ahí contándoselo a la gente, únicamente a mi director espiritual. O sea, que no alimentaba el agobio.

-¿Qué le tranquilizaba?
-Confiar en Dios, en que es bueno, en que nada de lo que me tuviera preparado sería horrible. Le decía: “Bueno, Señor, al final haremos lo que quieras. Tú sabrás”.

-¿Qué más?
-Pensar que Dios nunca te pide lo que no puedes dar.

-Estas cosas ¿cómo se ven? ¿Rezando?
-Bueno, en mi caso sí. Pero a lo mejor a otra persona Dios se lo dice por un medio distinto. Con cada uno Él se arregla como quiere.

-¿Cuál ha sido hasta ahora su plan de vida con Dios?
-Como congregante mariana, todos los días hago un rato de oración, oigo misa, rezo del rosario…

-¿Por qué congregante mariana?
-Porque era una forma de dar continuidad a la vida espiritual que viví en mi colegio, Aldeafuente.

-Hábleme de su colegio.
-Allí me formé académicamente, pero también interiormente. Fue la base, el sitio donde empecé a rezar y a tratar con el Señor. Siempre estaré orgullosa de ser antigua alumna. Aldeafuente imprime carácter. Influyó en mi decisión.

-¿Y su familia?
-También ha sido clave. Siempre me han apoyado, a pesar de que al principio les costó verlo, pero igual que a mí. Ahora están contentos porque ven que Dios lo quiere.

-¿Les va a echar de menos?
-¡Un montón! Y a mis amigos. Aunque sé que siempre estarán ahí.

-¿Y a la vida de estudiante?
-La he aprovechado al máximo porque me parece un lujo, pero no la echaré de menos porque estaré haciendo cosas que ocupen mi tiempo, cosas que Dios quiere que haga.

-¿Por ejemplo?
-Ahora me voy a Sabadell, a comenzar mi formación. Allí estaré hasta diciembre. Se trata de un periodo de pre-aspirantado. Conoceré la congregación desde dentro, porque hasta ahora sólo la conocía desde fuera.

-Por cierto, ¿cómo llegó hasta las Misioneras de la Caridad?
-Hace cuatro veranos, durante un voluntariado en Tánger, Marruecos.

-Y pensó: “¡Esto es lo mío!”.
-Pues no. Las conocí por casualidad, si es que puede hablarse de casualidad. Sabía que tenían que ver con la Madre Teresa, pero poco más. La verdad, si hubiera sido por mí, hubiera elegido cualquier otra congregación.

-¿Por qué?
-Porque no tenía nada que ver con lo que había sido mi vida.

-Imagine que no es lo suyo.
-Si Dios quiere que sea, fenomenal; si no, será que me tiene preparado algo mejor. Él dirá.

-Volvamos a Sabadell.
-Las pre-aspirantes aprenderemos inglés, el idioma que utilizan las Misioneras de la Caridad. Y viviremos una vida de oración y de servicio a los más pobres de los pobres, el carisma de la congregación. Tampoco puedo darle muchos más detalles.

-¿No le dejan?
-No es eso, sino que creo saber lo que tengo que saber. Quererlo tener todo planificado me agobiaría. Me fío de las monjas. Y de Dios, claro.

-Lo de servir a los más pobres de los pobres, ¿no le inquieta?
-La pobreza no me atrae nada. Pero es que lo único que me importa es que por fin voy a ser del Señor. Y estoy contenta, feliz.

-¿Y tener que renunciar al ejercicio de la Medicina?
-Si es lo que Dios quiere, fenomenal. Y si no, fenomenal también. Como ve, no depende de mí.

-Hablando de servicio, ¿ayudará esta entrevista a alguien?
-Yo creo que sí, por eso la he dado. Pero por otro lado me muero de vergüenza. Porque ¿quién soy yo para hablar de Él?

29-Enero-2010

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Jesús Ballesteros:

“Soy un renglón derecho de Dios”

Disminuido físico y enfermo mental

"No rezo para un milagro"

Sufre parálisis cerebral desde niño y hace pocos años le diagnosticaron un trastorno de control de impulsos. Pero no consiente que sus patologías le impidan llevar una vida digna ni que la dificultad con que habla le reste un tanto así de claridad a sus ideas. Quien quiera profundizar en la fascinante alma de este hombre puede hacerlo en fcojesusbp.blogspot.com, un fiel reflejo de que su leitmotiv es aquella frase de santa Teresa: “Sólo Dios basta”.

-¿Se considera un juguete roto de Dios?
-No. Y tampoco un renglón torcido, en todo caso derecho, muy derecho. Es más, aunque esté feo decirlo, soy una obra maestra del Señor, un instrumento a través del cual se hace notar en el mundo.

-Eso son palabras mayores.
-Otra cosa es que no siempre responda como Dios espera de mí, que no esté a la altura de las circunstancias.

-¿Lo dice por su condición de enfermo?
-Lo digo por mi condición de hombre y, por lo tanto, de pecador.

-Hábleme de la enfermedad.
-Al igual que hizo con su Hijo, Dios nos prueba. Nos pone piedras en el camino para ver si nuestra fe es sincera. En mi caso, los obstáculos son mis patologías. Además…

-Diga.
-No hay que olvidar que, con su muerte en la cruz, Cristo nos dio la vida eterna. Nosotros, a través del dolor, podemos predicar el Evangelio y dar testimonio.

-Si le ofrecieran salud a cambio de fe…
-Prefiero pasar el resto de mi vida atado a la cama de un hospital antes que apartarme de Él. Vamos, que no lo dudo.

-¿De verdad?
-Mire, en lo que muchos pueden ver una desgracia (la enfermedad), yo veo una dicha: me hace sentir escogido por Dios para ser miembro activo de su predicación.

-¿A quién habla usted de Dios?
-A todos. Incluso a los testigos de Jehová y a los evangélicos que llaman a mi puerta.

-¿En serio?
-Sí. Les invito a pasar y hablamos. Es curioso, al rato todos dicen lo mismo: que les ha surgido una cosa, que se tienen que ir a toda prisa. ¡Y ya no vuelven a aparecer! No sé por qué será.

-A lo mejor porque les anima a rezar el rosario. Por cierto, ¿no le aburre?
-¿El rosario?

-Sí. Un avemaría, y otro, y otro, y otro…
-¿Aburrirme? ¡Pero si es una meditación profundísima! Mientras lo rezas, va pasando por tu mente la vida de Nuestro Señor Jesucristo y la de la Virgen, incluso algo de la de san José.

-¿Qué papel juega María en su vida?
-Es mi madre, mi compañera, mi protectora… ¡La siento tan cerca…! Es que soy muy mariano, ¿sabe?

-Supongo que por eso disfruta tanto el rosario. ¿Alguna otra oración?
-La Liturgia de las Horas, que rezo cuando mi salud me lo permite. Y el Padrenuestro, la oración que nos enseñó Cristo, que es hermosísima y lo dice todo.

-¿Reza para un milagro?
-No.

-¿No cree en ellos?
-¡Claro que sí! De milagros están llenos los Evangelios y la vida. Pero también creo en la voluntad de Dios.

-¿Qué quiere decir?
-Que sus planes -que no son los nuestros- son los que más nos convienen. Por eso no hay que rezar para un milagro. Pero ¿quiénes somos para pedirle algo así? Nadie. No somos nadie.

-¿Sabe qué planes tiene Dios para usted?
-Evangelizar, a pesar de mis limitaciones; querer mucho a mi familia, en especial a mi mujer, a mis hijas, a mis padres…; y -repito- no permitir nunca que le abandone.

-¿Alguna vez se ha sentido usted el abandonado?
-Nunca.

-¿Ni siquiera cuando le han tenido que ingresar?
-Ni siquiera. Ahí la única presencia física y real que sientes es la de Cristo Jesús. Y ésa nada ni nadie te la puede quitar. ¿Sabe una cosa?

-¿Qué?
-A las unidades de salud mental uno entra llorando y sale riendo.

-Usted, que es muy valiente.
-No le puedo decir que sí ni que no; que sean los otros los que lo hagan.

-Pero es verdad: no teme a la muerte.
-Todo lo contrario; le tengo ilusión.

-¿Ilusión?
-A ver, no es que quiera que mis hijas queden huérfanas; me encantará educarlas, verlas crecer…

-¿Entonces?
-Tengo curiosidad por saber cómo es de verdad la vida.

-¿Acaso no lo sabe?
-Ni yo ni nadie. Porque esto no es la vida, sino su antesala, la copa de espera de un gran banquete. Estoy dispuesto a partir.

-¿Cómo imagina el momento?
-Como la llamada de Jesús a Santiago y Juan, que dejaron sus redes, sus faenas, y marcharon tras Él.

-¿Y qué espera encontrar allí?
-La vida para siempre, la ausencia de limitaciones, la glorificación de mi cuerpo. En dos palabras: a Dios.

-Tampoco le da miedo que esta entrevista pueda perjudicarle.
-¡Qué va! Cuanta más gente la lea, mejor.

-¿A quién quiere que le mandemos un ejemplar?
-A ver, deje que piense… ¡Ya! A José Luis Rodríguez Zapatero.

28-Enero-2010

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Carlota: una lección de vida

Para los que nos quejamos. Para los que no tienen esperanza. Para los que se achantan ante las dificultades. Para los que preguntan dónde está el amor. Para los que buscan el Amor. Y, especialmente, para los que dicen que no hay historias...




26-Enero-2010

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La pequeña Gloria Strauss

La breve vida de una niña devota católica en Seattle, Washington, ha permitido el retorno a la Iglesia de muchos católicos y la conversión de al menos diez estadounidenses. El testimonio de fe que dio al luchar contra un doloroso cáncer ha dado numerosos frutos e incluso ha permitido la fundación de una organización dedicada a apoyar a familias con miembros enfermos.

Gloria Strauss nació en 1996, tenía seis hermanos y llevó una vida completamente normal hasta cumplir los 7 años de edad. Era amable, alegre, cariñosa y muy piadosa. Gustaba mucho del rezo del Rosario.

En una entrevista con CatholicNewsAgency.com, su padre Doug Strauss, recordó que en el año 2003 Gloria recibió un accidental golpe de pelota en el rostro y cuando la lesión desapareció quedó un bulto sospechoso.

Los médicos le diagnosticaron un cáncer avanzado conocido como neuroblastoma y le dieron entre tres meses y tres años de vida. Gloria fue sometida a una cirugía y recibió tratamientos de quimioterapia.

Un columnista del Seattle Times se interesó por la historia de la familia y su primer artículo atrajo a muchos lectores. El caso llegó a medios de todo el país, uniendo a miles de personas en una gran cadena de oración.

Cuando la salud de Gloria empeoró en el año 2007, la familia empezó a recibir a decenas de personas en su casa para rezar el Rosario y entonar canciones religiosas con la niña. Cuando aumentó la afluencia de personas, cinco miembros de la comunidad abrieron sus hogares para continuar con las oraciones.

Gloria fue sometida a nuevas sesiones de quimioterapia e incluso intentaron un trasplante de células madre extraídas de su propia médula. Ante el dolor de su hija algunos cuestionaron a su padre sobre la "calidad de vida" que llevaba la menor.

Doug Krauss estaba confundido y decidió preguntarle a Gloria si tenía "calidad de vida". La niña le respondió: "¡Sí papá!" y emocionada añadió que muchas personas estaban empezando a rezar a causa de su enfermedad.

"Ella nos enseñó a todos la manera de llevar una cruz. Nos dio como regalo su propio compromiso en una relación constante con Dios a través de la oración. Ella siempre dijo, ‘sí’", recuerda Doug.

El testimonio de Gloria atrajo a personas de todas las religiones. "Todo el mundo sabía que somos católicos –no tuvimos que profesar nuestra fe– y queríamos oraciones de todos", señaló.

El cáncer siguió avanzando y la pequeña Gloria falleció el 21 de septiembre de 2007. Tenía once años.

Más de tres mil personas asistieron a su funeral, la familia empezó a recibir historias de cómo el testimonio de su hija había cambiado vidas y tiene conocimiento de al menos diez personas que se convirtieron al catolicismo por conocer la historia de Gloria. Una familia de luteranos que compartió un campamento con la familia Strauss decidió convertirse al catolicismo antes de la muerte de la niña. Gloria supo de esta conversión y manifestó su alegría.

Con la ayuda de un empresario local, la familia Strauss inició una organización en memoria de su hija. Se llama Gloria’s angels y se dedica a asistir a familias que tienen algún miembro con una enfermedad grave.


25-Enero-2010

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Una temprana vocación

Benedicto XVI - Card. Joseph Ratzinger


Sus padres se llamaban María y José, llegó al mundo en un Sábado Santo y fue bautizado ese mismo día con agua bendita de Pascua de Resurrección. Ingresó al seminario a los 12 años.

Los parroquianos de la cervecería "Oberbraeu" festejaron a rabiar el nombramiento del nuevo Papa Benedicto XVI. Y no era para menos. No sólo son parte de los 2.800 habitantes de Marktl am Inn, la ciudad natal de Joseph Ratzinger, sino que la casa ubicada al frente del local está incrustada una placa que recuerda su nacimiento, el 16 de abril de 1927.

Según John Allen, uno de los principales biógrafos de Ratzinger, la escena de su nacimiento tiene para el nuevo Papa un significado sacro, casi premonitorio. La razón es simple. Sus padres se llamaban María y Joseph (José), nació un Sábado Santo y fue bautizado ese mismo día con el agua bendita de la Pascua de Resurrección. "Me alegra mucho haber nacido ese día, pues simboliza lo que es en realidad mi propia historia, mi situación actual: estar en las puertas de la gloria, sin haber entrado todavía en ella", dijo en una entrevista de 1996.

Ratzinger poco recuerda de su pueblo natal enclavado en los Alpes, con un paisaje digno de postal. Vivió allí sólo dos años, ya que como su padre era policía rural, frecuentemente debía trasladarse de lugar junto al resto de la familia, compuesta también por la madre, cocinera en un hotel y sus dos hermanos mayores (María y Georg).

El nuevo Papa recuerda a su padre como un buen trabajador, muy cercano a él y con quien hablaba frecuentemente. Joseph padre era también profundamente religioso y un decidido opositor al régimen nazi.

Una de las personas que también influenció su fe católica fue su tío abuelo Georg, sacerdote, diputado y asistente del teólogo e historiador Döllinger. Ratzinger lo recuerda como un "auténtico precursor de la defensa de los campesinos", de hecho, luchó siempre por implantar la doctrina social de la Iglesia propuesta por León XIII.


Seminario

En 1937, tras retirarse su padre de la policía y tras haber vivido en diversos pueblos entre los ríos Inn y Salzach, en la zona de Bavaria, la familia se trasladó a Traunstein, otro poblado de la misma provincia que lo marcó profundamente. Allí los Ratzinger llegaron a vivir a una casa casi en ruinas, que la madre con el paso del tiempo transformó en un hogar habitable, con un huerto y rodeado de flores.

Según Pablo Blanco, otro biógrafo de Ratzinger, la situación económica de la familia correspondía a una de clase media. Así lo ha confirmado el propio Papa: "Mis padres se casaron algo mayores y en Baviera, la profesión de mi padre -que tenía el grado de comisario- estaba bien pagada. No éramos una familia pobre en el sentido literal de la palabra. Llevábamos una vida sencilla, de austeridad, que agradezco. Mis padres tuvieron que hacer muchas renuncias para que pudiéramos estudiar".

Cuando tenía 11 años (1938), su pastor lo alentó a entrar al seminario. Después de algunas dudas de su familia por motivos financieros, hizo su ingreso en la Pascua de Resurrección de 1939.
Aunque la decisión lo hacía feliz, motivado por los comentarios que le hacía su hermano Georg y por la amistad que mantenía con algunos seminaristas, la obligación de permanecer en silencio en clases durante largas horas fue una tortura para el futuro sacerdote: en sus memorias, señala que mientras estuvo en su casa vivió y estudió con gran libertad, pero que ahora debía permanecer sentado en un salón junto con otros 60 niños. "No estaba hecho para la vida de un internado", dice en el libro.


Los años de la II Guerra

En 1939 el seminario al que asistía fue convertido en un hospital de guerra, por lo que el joven estudiante volvió a vivir con su familia, en una casona de campo en las afueras de Traunstein, asistiendo a clases en unos salones adaptados por el director.

Ratzinger ha señalado en sus memorias que en 1941 fue enrolado en las Juventudes Hitlerianas, a pesar de que nunca fue miembro del partido nazi y que su familia se oponía a Hitler.

Según Allen, la oposición de la familia Ratzinger a Hitler se explica porque "muchos católicos alemanes se quejaban por la fuerte influencia del partido nacionalsocialista en la Iglesia", como señala en la biografía del actual Papa, titulada El Custodio de la Fe. Si bien eran opositores, ni los padres ni los jóvenes hermanos Ratzinger tomaron parte en ningún tipo de resistencia.


Sus años como recluta

En 1943, a los 16 años, Joseph Ratzinger formó parte activa de la Segunda Guerra Mundial, al ser reclutado junto con sus compañeros del seminario desde la aldea en la que vivía para formar parte de una unidad antiaérea. La responsabilidad de su grupo era proteger una planta de la BMW ubicada a las afueras de Munich.

Luego fue enrolado como soldado y tuvo que realizar el entrenamiento básico para combatir con las fuerzas germanas. Fue enviado a Hungría, donde trabajó instalando defensas antitanques. Según algunas biografías, desertó en abril de 1945, volviendo a pie y al amparo de camiones al pueblo de Traunstein con la meta de retomar sus estudios como seminarista.

Fue precisamente en ese pueblo, al cual Ratzinger llama su hogar, donde fue tomado prisionero por las tropas estadounidenses que ingresaron a Alemania después de la rendición de esa nación al finalizar la II Guerra Mundial. Fue llevado a un campo de prisioneros establecido por los norteamericanos, en el cual tuvo que asistir a clases que buscaban erradicar el nazismo de los soldados alemanes. Fue liberado del campo en junio de 1945 y, por segunda vez en poco más de un año, dirigió sus pasos hacia la aldea de Traunstein, lugar al que llegó a bordo de un camión de leche.

Tanto él como su hermano Georg ingresaron nuevamente al seminario y se reencontraron con la doctrina religiosa.

Georg Ratzinger, el hermano mayor que guió sus pasos

"Siguió la transmisión por televisión y al conocerse la noticia, se hundió en el sillón y desde entonces no ha pronunciado una sola palabra", dijo a la agencia DPA Agnes Heindl, el ama de llaves del sacerdote Georg Ratzinger (81), hermano mayor del nuevo Papa Benedicto XVI, quien se mostró perplejo por la elección.

La noticia dada a conocer ayer marcó un quiebre en la tranquila vida que lleva el prelado en Regensburg, Alemania, donde cada mañana celebra misa, después escucha música clásica o toca el piano, afición que comparte con su hermano.

Ambos hermanos mantienen una estrecha relación, la que comenzó con la influencia de Georg en la vida de Joseph Ratzinger, quien lo impulsó a ingresar al seminario en Traunstein.

El lazo entre ambos se mantuvo a pesar de las experiencias enfrentadas: tras la II Guerra Mundial, cuando el nuevo Papa retornó a su hogar al ser liberado de un campo de prisioneros, su familia lo recibió con alegría contenida. Georg, el hermano mayor, se encontraba aún desaparecido. A mediados de julio de 1945 entró Georg a su casa sin daño: se sentó al piano y entonó el himno religioso Dios Todopoderoso, te alabamos.

El reencuentro de los hermanos también se dio en el ámbito de la formación: estudiaron teología juntos y fueron ordenados sacerdotes el mismo día, el 29 de junio de 1951, en Freising.

La relación se mantuvo estrecha por años: suelen hablar casi a diario por teléfono desde que Joseph se trasladó a Roma en 1981. También tuvieron un estrecho vínculo con la hermana de ambos, María, prácticamente el ama de llaves de Joseph hasta su muerte en 1991.

"Mi hermano me viene a visitar unas cuatro veces al año, y se queda por varios días", relata Georg. Ambos suelen visitar el seminario de St. Michael y se alojan en un elegante, aunque sobriamente amoblado, departamento para sacerdotes cerca de la iglesia local.



23-Enero-2010

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TESTIMONIO DE 7 FUTBOLISTAS CATÓLICOS


Hoy en día no está de moda ser creyente, y mucho menos católico. En el mundo del futbol, sólo los brasileños evangelistas tradicionalmente han hecho alarde de su religión bajo la organización «Atletas de Cristo” (a la que pertenecen, entre otros, Kaká, Donato, Edmilson o el español Valerón). Por ello, me ha llamado la atención el testimonio público de su fe que han dado estos siete futbolistas (la mayoria de ellos en activo) al periódico «La Razón«. Voy a transcribir sus experiencias de fe:
Gabriel Batistuta, jugador argentino, remarca que «Para mí, Jesús es un ejemplo a seguir. Siempre he tenido fe, aún en los momentos difíciles de mi vida. A menudo, lo confieso, he tenido alguna duda, aunque quizás estoy usando una palabra muy gorda. Pero siempre he creído, siempre he seguido las enseñanzas de la Iglesia”.
En audiencia con el Papa Juan Pablo II, Ronaldo, se declaró creyente católico a pesar de que la mayoría de sus compatriotas brasileños son evangélicos. Recuerda así su encuentro: «Fue un momento inolvidable. Antes de que nos recibiera, temblaba tanto que mi madre se burlaba de mí. Nunca había estado tan emocionado. Después me calmé, cuando él me hizo sentir cómodo. El Papa es un hombre excepcional, un testimonio de fe”.
Javier Zanetti, del Inter de Milán, parece realmente enamorado de Dios: «Estar cerca de Jesús significa ser una persona feliz. Soy muy creyente, experimento su existencia y su amor. Cada segundo siento a Dios presente en mi vida. Quisiera enseñar a los jóvenes la belleza de creer en Dios y la importancia de asumir la propia responsabilidad”.
El nigeriano Kanu tuvo una experiencia trascendental. En 1996, en un momento espléndido de su carrera, le encuentran una anomalía cardíaca y su vida y su carrera corren peligro. Sin embargo, una operación milagrosa le salvó la vida. «Soy cristiano católico, practicante. En Nigeria hay una Iglesia católica muy fervorosa. No puedes basar tu vida sobre el fútbol o sobre el éxito, o sobre una cosa humana porque cuando falle estarás perdido. Sólo Dios es eterno”, señala. Añade que en los momentos de dolor ha sentido la fuerza de los que rezaban por él. «No es retórica, creo en el valor de la oración, no para que suceda un milagro, sino para saber aceptar la voluntad de Dios”.
Pero de todos los testimonios, el que lleva la delantera es el argentino Abel Balbo. Organizó el famoso encuentro de los futbolistas argentinos que jugaban en Italia con el Papa en 1996. Un encuentro que marcó la vida de muchos de los que participaron. «Cuando estaba en el Udinese, iba yo solo a misa. Después empezaron a venir conmigo dos o tres compañeros hasta que hubo un momento en que venía a misa casi todo el equipo. He sabido que muchos de aquellos que todavía están en el Udinese continúan yendo a misa”, comenta satisfecho. Opina que «la Iglesia es mi madre. Tengo una buena relación con la Iglesia. Tengo muchos amigos sacerdotes. Lo siento por los que dicen que creen en Dios pero no en la Iglesia. ¡Es una afirmación sin sentido! Es verdad que hay algunos sacerdotes que no están a la altura de su misión, pero yo no voy a una iglesia para llevarme bien con el cura o para ver si es bueno y simpático”.
Al belga George Grun se le fortaleció la fe cuando perdió a su hija en 1992. «He vivido una tragedia increíble. Y es en la fe en donde he encontrado la fuerza, el coraje, la esperanza para seguir adelante. Y es en Dios donde he encontrado el sentido de la vida. Porque la vida para nosotros los seres humanos continúa aún cuando pierdes una hija pequeña. La vida no termina aquí en la tierra. Es esta certeza la que me ha dado el coraje de continuar, de seguir adelante. Como católico puedo decir que he descubierto el amor de Dios aún en esta tragedia. He descubierto la oración, que no sólo debe ser un refugio en los momentos de desesperación”.
El alemán Oliver Bierhoff ríe al recordar que cantaba en el coro de su parroquia. «Me alegro mucho de haber recibido una educación católica que me ha ayudado tanto en la vida. Creo que cada cosa que pasa tiene un sentido. Dios me protege y no debemos tener miedo, al contrario, debemos ser capaces de afrontar cada cosa con serenidad”.
Son personas ricas en dinero y fama, y sin embargo, sienten que sólo Dios puede darles la felicidad que no pasa nunca.

Son testimonios hermosos, que Dios se lo pague con creces.


22-Enero-2010


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Richy Castellanos:

“Me gustaría conocer a Dios”

Relaciones Públicas

"Cuando vi a Juan Pablo II, se me quitaron los males"

Es el relaciones públicas número uno de España. ¿Su secreto? Tratar al cliente como a un amigo. Las estrellas le adoran porque es de los pocos que las llaman cuando fallan un penalty, suspenden un concierto o les devuelven un toro al corral. Su oficina es un pequeño museo de la fama: la raqueta con la que Nadal ganó no sé qué torneo, unos zapatos que fueron de Julio Iglesias, los guantes con los que Castillejo disputó alguno de sus títulos… Y fotos, muchas fotos, cientos de fotos. ¡Ah! Y algunas estampas de Cristo. “Para que la gente vea que también soy de Dios”, dice Richy.

-Oiga, ¿y esa foto con Juan Pablo II?
-Cuando Alejandro Sanz sacó su disco Más, le organicé la zona vip del concierto en Las Ventas. No sé cómo, en Roma se enteraron. Y recibí una llamada.

-No me diga que del Papa.
-Del Papa no, de veinte curas que querían ir al concierto. Pagando, claro.

-¿Usted qué hizo?
-Tengo muchos amigos humoristas (Santiago Segura, Carlos Latre, José Mota…) y pensé que podía ser una broma. Al final dije que sí por si acaso. Y fue verdad.

-¿Les consiguió entradas?
-Tenía que haberlos visto bailar el Corazón partío con sus… ¿cómo se llaman?

-Sotanas.
-Luego los llevé a cenar. Estaban tan encantados que me preguntaron qué podían hacer por mí. Yo, de coña, les dije que me gustaría conocer a Dios, pero que me conformaba con ver al Papa.

-Y le consiguieron audiencia.
-Cogí mis bártulos y me fui al Columbus, al lado del Vaticano. Pensé que sería un hotel normalito… ¡y me pegaron una clavada! Pero no me importó: ¡iba a ver al Papa! En recepción dije que me despertaran a las siete, tres horas antes de la audiencia, por si me quedaba dormido.

-¿Cómo fue su encuentro con Juan Pablo II?
-En cuanto le vi, se me quitaron todos los males. Recuerdo que cuando le besé el anillo, me entró un calorcillo por el cuerpo… Fue lo más parecido a ver a Dios.

-¿Se imagina una audiencia con Él?
-No imagino un regalo mejor. Me quedaría sin palabras, anonadado únicamente de verle. Sólo podría arrodillarme ante el rey de reyes, ante el mejor de los mejores.

-El calorcillo ese, salvando las distancias, ¿qué otras cosas le han hecho sentirlo?
-Un quejío de Camarón, oír a Alberto Cortez recitar versos, un gol de Maradona, Enrique Ponce entrando a matar. Es que, ¿sabe?, me gusta el arte (pero no de frío).

-De la foto con el Papa hizo 15.000 copias y las envió como felicitación navideña. ¿Alguien se molestó?
-Nadie. ¿Por qué iban a hacerlo? Soy católico y no me molestaría que un amigo mío fuera, yo qué sé, del Hare Krishna. Lo que me importa es que sean buenas personas. A mí la gente me quiere como soy; saben que no cambio (entre otras cosas, porque nunca llevo suelto).

-Dice que es católico. ¿Practicante?
-Voy poco a misa, pero no porque no quiera, sino porque siempre ando liado. Eso sí, cuando paso por delante de una iglesia, me persigno.

-Es devoto del Cristo de los gitanos.
-Nací payo, pero me siento flamenco. Esta Semana Santa, iba con una amiga al cine cuando vi que la Castellana estaba cortada. Yo creo que fue Dios, que me dijo: “¡Arrímate, a ver qué pasa!”. Y pasaba el Cristo de los gitanos. Le acompañamos hasta la iglesia.

-Y una vez al año va a ver al Cristo de Medinaceli.
-A besarle los pies, sí. Me encanta ese Cristo:su mirada limpia, esa túnica… De niño me llevaban mis padres.

-¿Son creyentes?
-En mi familia lo somos todos. Cuando era pequeño, iba a catequesis y a misa los domingos. De ahí me viene esa manía mía de sentir a Dios y pensar en Él.

-¿Piensa mucho en Él?
-Podría quedar bien y decir que sí, que sin parar. Pero sería mentir a los lectores y engañarme a mí mismo. No creo que sea posible pensar todo el rato en Él. Me basta con que sepa que le siento en mi corazón.

-¿Es de los que se acuerdan de santa Bárbara sólo cuando truena?
-En esta vida tiene que pasarnos de todo; si no, seríamos indestructibles, como Schwarzenegger en Terminator. Y tenemos que arrimarnos a lo que hay, asumir que Cristo sufrió en la cruz.

-¿Y hablar de Él? ¿Lo hace a menudo?
-Le digo lo de antes: mentiría si dijera que sí. De Dios hablo cuando me preguntan. A veces, de tertulia con amigos, charlando de fútbol, de cine, de toros, de flamenco, de mujeres, sale el tema Dios. Y ahí soy el primero en hablar.

-Un relaciones públicas como usted, ¿qué le pide a Dios?
-Rezo por las noches, antes de acostarme. Aunque, lo confieso, antes rezaba más. ¿Qué le pido? Salud, que a mi familia y a mis amigos les vaya bien, que todos duremos más que la crisis…

-¿Quiere añadir algo?
-Que no sé de nada, salvo un poquito de lo mío: las relaciones públicas. O sea, que no sé si me habré explicado hablando de Dios.

-Yo creo que sí.
-Es que mi cultura es la que es: mi graduado es el de la calle. Y no quiero ser más listo que nadie, porque hasta el más listo se la da. Yo me entiendo.


21-Enero-2010

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Eduardo Verástegui: “Hay que ser radical”

ACTOR


El actor Mejicano es protagonista y productor de la película 'Bella'.

El personaje es de sobra conocido por los lectores de ALBA (y, sobre todo, por las lectoras), conque nada de un párrafo de presentación. Con todos -y todas- ustedes, Eduardo Verástegui.

-Cada vez le preguntan más por su fe y menos por su carrera. ¿No le cansa?

-Al contrario. Lo que más me importa es mi relación con Dios. ¿Cómo iba a cansarme? Me apasiona. Ya me gustaría poder hablar de Él y de nada más.

-¿De verdad no teme que le caricaturicen?

-A lo único que tengo miedo es a ofender a Dios. Además, nunca seremos monedita de oro, nunca agradaremos a todos.

-¿Alguna vez lo ha intentado?

-Durante años sentí el deseo constante de tenerlo todo: el aplauso del público, los primeros puestos en el escalafón…

-¿Lo consiguió?

-Sí. Fue entonces cuando me di cuenta de que no tenía nada. Sentía mi corazón vacío, mi alma agonizante. Y empecé a cuestionarme muchas cosas.

-¿A qué conclusiones llegó?

-A que Dios me daba una segunda oportunidad. Descubrí que nacemos con una misión única, grande, hermosa. Y depende de nosotros ignorarla o, por el contrario, realizarla.

-¿Cómo?

-Abandonándose en sus manos, queriendo vivir de acuerdo con su voluntad, dejándose ayudar por su gracia.

-Su misión parece ser evangelizar desde la pantalla. ¿No se ahoga en las aguas de Hollywood?

-Debido a nuestra naturaleza caída, es difícil mantenerse a flote en cualquier ambiente, más cuando vienes de una vida de moral distraída.

-¿Y sin embargo…?

-La Iglesia, que es nuestra madre, pone a nuestra disposición unos ‘métodos’ para que no nos hundamos.

-¿Usted cuáles emplea?

-La misa diaria, los retiros espirituales, la confesión frecuente, el estudio de la Biblia, el rezo de las Horas, el rosario ante el Santísimo, el Ángelus a las 12, la coronilla de la Divina Misericordia a las tres, el Salve Regina antes de dormir…

-¿Con la ayuda de quién se trazó esa rutina?

-Con la de mi director espiritual.

-¿Y se la salta?

-Alguna vez, sobre todo cuando viajo, aunque nunca la rompo del todo. Hacerlo sería como quitarle al alma el alimento, el oxígeno.

-Vivir así, ¿no le hace sentir solo?

-No. Porque Dios más uno es un ejército. Y los cristianos somos más de uno.

-¿La gente que le rodea lo es?

-Mis socios en la productora y yo pensamos igual, o sea que, de alguna manera, nos retroalimentamos. Porque la amistad es como un elevador.

-¿Un elevador?

-No es lo mismo andar con gente que quiere un mundo mejor, elevar la dignidad del ser humano, defender la vida, la familia, el matrimonio… que con otros que buscan lo opuesto.

-O sea, que no se puede servir a dos señores…

-Ni nadar entre dos aguas. O nadas en el Caribe o nadas en el lodo. Mi deseo es nadar en las aguas transparentes del Caribe.

-¿Y si eso le lleva al fracaso?

-Volveré a mi pueblo, a vender tacos.

-¿En serio?

-Al poco de decirle a Dios que nunca aceptaría papeles que fueran en contra de mis creencias supe que el cumplimiento de aquella promesa podría suponer el fin de mi carrera.

-¿Le importó?

-Prefiero, ya digo, vender tacos en mi pueblo antes que romper mi promesa. Porque ¿de qué sirve ganar el mundo si pierdes el alma? Marchar a dormir con la conciencia tranquila, levantarte por las mañanas sin remordimientos, dando gracias a Dios… eso no tiene precio.

-Le van a llamar “radical”

-No me importa. Tenemos que amar a Dios desde la raíz. Si no, seremos mediocres, tibios, y Él nos vomitará de su boca. Hay que ser radical. ¡Todos los santos lo han sido!

-De entre los santos, ¿a quién trata de imitar?

-Decía san Juan de la Cruz que si quieres ser perfecto no pretendas seguir al cien por cien la vida de ningún santo, no sea que el diablo te ponga delante sus defectos para que los imites. Los modelos perfectos son Jesucristo y la Virgen.

-Dígame otros, aunque sean imperfectos

-Mis padres…

-Hablando de padres, ¿ha pensado en formar su propia familia?

-Dios no me ha presentado aún a la que vaya a ser la madre de mis hijos, la dueña de mi corazón.

-¿Y no será que tiene vocación religiosa?

-Me lo planteo todos los días. De momento, vivo feliz como estoy. Pero es cierto que rezo para que se haga en mí su voluntad. Y si su voluntad es que me meta al seminario o en un monasterio, pues sea.



20-Enero-2010


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"DIOS NO HA PASADO DE MODA"




María León, directora de comunicación de Pedro del Hierro.
Es directora de comunicación de Pedro del Hierro y asesora de imagen de Las Rozas Village. Sonsoles Calavera la entrevistó hace poco en ALBA y María fue tan certera en sus respuestas que nuestro público, como si estuviera en un concierto, pidió “otra, otra, otra”. Aquí va.
-Si no le saco el tema, lo va a hacer usted: la familia.
-Es primordial en mi vida, la base de todo. Poder compartir mis penas y alegrías con los míos… no hay nada mejor en el mundo. Sin ellos, no sería igual de feliz.
-¿Están muy unidos?
-La unión es el ideal de mi familia. Por eso las reuniones de Navidad son la felicidad tremenda. Cuando vivía mi abuelo, eran espectaculares. Él era el núcleo, la cabeza. A su lado me sentía tan protegida…
-La educación en la fe…
-La recibí en casa, sí. Y en Entreolivos, mi colegio. No sabe lo agradecida que estoy.
-¿Por qué?
-Me ha aportado una solidez muy útil para desenvolverme en el mundo de la comunicación y la moda.
-¿Cómo es ese mundo?
-Hay gente de todo tipo, como en cualquier sitio.
-¿La miran mal?
-No. Bueno, puede haber quien no acepte que piense como pienso.
-Otros entrevistados me han dicho que si eres consecuente con tu fe…
-¿La gente te respeta?

Sí, pero no todo el mundo. Habrá quien nunca la haga por muy consecuente que seas.
-Ante eso ¿qué hacer?
-Ser fiel a tus creencias y a tu personalidad, estar por encima de las críticas.
-¿Respeta usted a los que piensan distinto?
-¡Claro! Siempre y cuando no hagan daño a los demás.
-¿Y no será que Dios no está de moda?
-No. Además, no es cuestión de moda. Lo que sí ha podido quedar desfasado son otras cosas.
-¿Por ejemplo?
-La valentía para decir lo que se piensa. Con esto no quiero decir que no quede gente que lo haga.
-Usted, sin ir más lejos; otros, en cambio, callan.
-Quizás tengan miedo a ser etiquetados, cosa que no nos tiene que importar. A mí, ya digo, me da exactamente igual.
-Imagine que hablar claro le perjudica.
-No creo. Y si me perjudicase, no entendería por qué. ¡Son mis creencias! Forman parte de mí.
-Tiene las cosas claras. ¿Nunca duda?
-Por mucho que te inculquen la fe desde pequeño, a lo largo de la vida pueden surgir las dudas. A mí me ha pasado.
-¿Últimamente?
-No. Casi diría que es ahora cuando más cerca de Él me he sentido.
-¿La razón?
-Le iba a pedir que no me la preguntara. Responder me sería tan difícil como explicar el dogma de la Santísima Trinidad. Sólo puedo decirle que Dios me da fuerzas.
-¿Cuándo se las pide?
-Por las mañanas. Procuro buscar siempre un cuarto de hora para contarle mis preocupaciones, mis proyectos…
-¿Qué tal dialogar con Alguien que habla tan bajo?
-Me cuesta muchísimo, la verdad.
-¿Dónde más le pide fuerzas?
-En misa.
-¿Va todos los días?
-Me encantaría. Pero es que no paro. Suelo ir los domingos. ¿He dicho “suelo”? ¡Voy los domingos!
-¿No sale de la iglesia sin…?
-Haber rezado una salve a la Virgen María.
-¿Le tiene devoción?
-Sí.
-¿Bajo alguna advocación?
-Me gusta la de Guadalupe.
-Pensaba que al ser sevillana me diría la Macarena.
-Sevilla es el sitio donde más vivo la Semana Santa: el incienso, la cera, los tambores…
-La gente…
-Por supuesto, la gente. El ambiente es tremendamente religioso. Aunque, por desgracia, últimamente se respira tensión.
-¿Tensión?
-Una ya no va tan tranquila por la calle la madrugada del Jueves Santo: los ‘botellones’ delante de los pasos, la posibilidad de que te den un tirón…
-Si le robaran el bolso, ¿qué encontrarían?
-Este libro que llevo conmigo, por ejemplo. Me lo regaló mi amiga Maravillas. Se titula ‘La quiniela de tu vida’, del capuchino Ángel de Novelé. Lo abra por donde lo abra, siempre es una inspiración.
-Lea un punto al azar.

-A ver… ¡Ya! Este: “Quien sacrifica poco ama poco; quien sacrifica más ama más; y quien no sacrifica nada no ama nada”.



19-Enero-2010

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Así me convertí en Medjugorje

La escritora María Vallejo-Nágera cuenta en este vídeo cómo cambió su vida un viaje a la pequeña aldea de Medjugorje. Treinta millones de personas han acudido ya en peregrinación a este pueblo de Bosnia-Herzegovina.


17-Enero-2010


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Asegura que superó lo peor con la fuerza de Dios
Whitney Houston reza para no recaer

en las drogas



La cantante estadounidense Whitney Houston ha resurgido de sus cenizas, como el ave Fénix. Y tiene muy claro a quién le debe haber logrado salir de una tortuosa vida que le llevó, desde el éxito arrollador cosechado con la película ‘El guardaespaldas’ a malgastar su vida entregada a las drogas, hasta el punto de ser fotografiada en los más oscuros callejones consumiendo las sustancias más perniciosas, informa Religión en Libertad.
Hace unos días, en el famoso programa de Oprah Winfrey, la cantante aseguró que superó sus peores momentos con la fuerza de Dios, aunque reconoció que las tentaciones de consumir droga le siguen llegando. Pese a todo, se ha mostrado convencida de poder superarlo definitivamente: “Me lleva un minuto olvidarme de eso, rezo y se va”.
Según explicó en la entrevista, además de su fe en Dios, el apoyo de su madre, fue la clave de su recuperación. Sus palabras en los momentos más críticos fueron decisivas para la artista: ”No voy a dejar que te pierdas. No voy a dejar que caigas en manos de Satán. No voy a hacerlo. Quiero a mi hija. Te quiero de vuelta. Quiero volver a ver ese brillo en tus ojos. Esa luz en tu mirada”, le dijo.
El verdadero éxito
Whitney Houston, ante todo, ha recuperado una serie de valores que había arrinconado por el tsunami de fama y supuesto glamour de su anterior carrera musical, en la que ha cosechado cientos de premios, entre ellos los más importantes. Los valores de aquella adolescente piadosa que alababa a Dios en el coro de la iglesia evangélica en el que cantaba, bajo la dirección de su madre, hasta que un cazatalentos la descubrió en 1983.
Ahora, es número uno en ventas en EEUU con su nuevo álbum ‘I Look to You’. Los 304. 801 discos vendidos en la primera semana en Estados Unidos representan las mayores ventas de la carrera de Whitney en siete días. Este nuevo trabajo es el primero que lanza en los últimos siete años.

15-Enero-2010


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EVANGELIZACIÓN EN UNA DISCOTECA


DE MUNICH (ALEMANIA)

Los jóvenes que aparecen en el video están en una Escuela de Evangelización que organiza la Comunidad de Emmanuel en Alemania, y pidieron permiso al dueño de la discoteca (tarea que no fue nada fácil), para poder hacer una pequeña representación en la discoteca antes de comenzar ésta, y al terminar la representación pusieron la música de discoteca y estos jóvenes se mezclaron entre los jóvenes para hablar del Señor.

Es un testimonio de vida impactante, pero no es ni más ni menos lo que Jesús nos encargó: ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO A TODAS LAS NACIONES.





15-Enero-2010

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Carmen García Camacho, 20 años, acaba de entrar en clausura
“Si no sintiera esta llamada de Dios, estaría yo feliz bailando en una discoteca”

Entra en el convento de clarisas de La Aguilera, Burgos, donde viven 130 monjas


Tiene 20 años, estudiaba segundo de Pedagogía en la Universidad Complutense de Madrid, y tenía claro lo que quería hacer: casarse joven, tener muchos hijos y trabajar con niños con necesidades especiales. Pero conoció a las clarisas de Lerma hace siete meses y cambió el rumbo de su vida. Sintió tan fuerte la irrupción de la llamada en su corazón, a entregarlo entero, que casi se cae al suelo. Acaba de entrar ilusionada en la clausura del convento burgalés de clarisas de La Aguilera, Aranda de Duero. Allí viven 130 monjas, en el santuario de San Pedro Regalado, que los padres franciscanos les han cedido, porque Lerma se les ha quedado pequeño.
-¿Cómo conociste a las clarisas?
-Mi familia conoció la comunidad de los Guadalupanos, que me ayudaron muchísimo. Después, mi tío Jesús me invitó a visitarlas. Me sorprendió su alegría, esos rostros radiantes, tan jóvenes y guapas, muchas con una vida profesional consolidada, y que lo dejaron todo por el Señor.
-¿Ahí te decidiste?
-No. En febrero de este año volví a verlas y algo cambió en mí. Una monja, Desiré, me preguntó: ‘¿Qué has pensado hacer con tu vida?’ y hasta ese momento, mi respuesta era: casarme joven, tener muchos hijos y trabajar con niños con necesidades especiales. Pero de repente todo lo que me encantaba de ese proyecto, perdió su color. Cuando volvíamos de Burgos a Madrid, notaba, incluso como una sensación física, que el corazón se me partía en dos, para quedarse en Lerma. Me empecé a asustar y a decir: ‘¿Yo monja? A ver, que soy Carmen, que no pega ni con cola’.
-¿Por qué no pegaba?
-Porque yo tenía mi vida planeada y jamás en mi vida me hubiera planteado la posibilidad de ser monja.
-¿Has tenido novio alguna vez?
-Sí, salí con un chico durante dos años. Y desde los los 15 había empezando a flaquear en la relación con el Señor, a preocuparme sólo por divertirme, por estar guapa… Después lo dejé con él. Fui a una asamblea nacional de la Renovación Carismática y volví a empezar a rezar y a comulgar.
-Y, para no habértelo planteado “jamás”, ¿cómo empezaste a verte con ese hábito?
-El día de la visita a Lerma, llegué a casa y me puse uno de los discos con sus canciones. De pronto escuché la letra y hablaba de la consagración. Me caí para atrás, me fui arrastrando hasta el armario y acabé sentada en el suelo, del shock. Fue como un puñetazo en el estómago. La sensación era que el corazón tiraba de mí y quería salir del pecho para hacer eso que estaba oyendo. Yo decía: ‘Dios mío, esto me está llenando, no puede ser, yo no quiero’. Y luego iba por la calle y salían monjas por todas partes. Pensé en cortar la relación con el Señor porque no quería. Hacía un esfuerzo para no rezar, pero me moría, cada vez estaba más triste. Poco a poco me daba cuenta de que mi corazón era para Jesús, de que no podía darle mi corazón, mi persona, mi cuerpo a un hombre. Yo tenía ese anhelo de entregarme y vivir para otros. Y le había puesto el nombre de ‘marido e hijos’, pero me estaba dando cuenta de que no era esa la respuesta al anhelo de mi corazón.
-¿Cómo te gusta divertirte?
-Me gusta más estar fuera que dentro de casa, salir, ver sitios, viajar, y sobre todo, la fiesta. Antes me tiraba horas y horas bailando, mis amigos se reían de mí. Soy muy coqueta, me encantaba la ropa. Eso de llevar el mismo modelito todos los días, no. Me apasionan los niños, la gente en general. Yo no quería ser monja y mucho menos de clausura. Pero me di cuenta de que Jesús era el único que me colmaba.
-¿Cómo será tu vida allí?
-Pues al principio, levantarme para ir a rezar laudes, desayuno, mucha formación, pláticas para aprender a vivir el Evangelio a la luz de la consagración. Si da tiempo, ayudar a los trabajos de la casa. Porque una casa de 130 da mucho trabajo: la huerta, la repostería, de la que viven, etc. Y cuando viene la gente vamos a atenderla a los locutorios.
-¿Tienen ‘tiempo libre’ las monjas de clausura ?
-Sí, a la madre le gusta mucho que hagamos deporte, para que mantengamos la salud física: se juega al fútbol, al baloncesto, al pilla-pilla, al mareo…
-¿Juegan al fútbol con el hábito?
-No, -dice divertida- para trabajar y para el deporte se ponen una bata de trabajo. Es más cómoda y no importa que se ensucie.
-¿Cómo llevas que te vayan a cortar el pelo?
-A mí lo del pelo, toda la vida me ha encantado, lo he tenido siempre largo. Pero, se trata de seguir los pasos de santa Clara. Cuando se escapó de su casa para entrar en la comunidad de San Francisco, a los 18 años, se puso guapísima, con sus mejores galas, para entregarse al Señor. Entregó toda su belleza, que era mucha, porque el Señor se la concedió. Cuando entras, de postulante, llevas el pelo al aire. Pero cuando tomas hábito te vistes de novia, con tu velo, tus pendientes, tus pulseras… Estás preciosa para entregarte al Señor y la madre te va despojando de las riquezas. Llega el momento en que te deshacen el peinado y te lo cortan, como signo de entrega, con el que dices: ‘Te pertenezco a ti, mi Señor y no necesito tener un vestido bonito, ni una melena preciosa para gustarte y para ser guapa. La belleza me la das Tú’. En la medida que amas a Jesús, te va colmando de su belleza. Yo lo estoy deseando. Va a ser un día precioso, porque es entregarle todo.
-¿No te da miedo arrepentirte?
-Antes sí. Y pensaba: ‘Señor, que ya no voy a ver más mi habitación. Al acostarme no le voy a dar un beso a mi madre. Eso es lo que más miedo me daba, perder la unión física con la familia. Pero la unión va a ser mucho más fuerte cuando entre, con la oración. Y me atemorizaba meterme entre cuatro paredes y que fueran los días iguales. Pensaba ¿y si me aburro de ‘día tras día lo mismo’? Pero no es así. Jesús hace nuevas todas las cosas. Cuando hice la experiencia, ningún día era igual al anterior. Un día me metí en la cama y me puse a pensar esto, pero se lo entregué a Jesús y sentí cómo me decía: ‘Carmen, es mi promesa de amor, confía en mí’. Y confío en Él plenamente. Habrá momentos de más dificultades, seguro, pero la clave está en entregárselo al Señor y apoyarte 100% en María.
-¿Qué es lo que más te cuesta?
-Soy humana y los apegos humanos se notan. Soy la mediana de tres hermanos: tengo una hermana de 21 años, Rocío, y un hermano de 18, José Mª. Cuesta salir de tu casa, de tu familia, de tu gente, pero sabes que el Señor es el que te ha llevado por ese camino. Me darán miedos, porque el demonio está ahí, y me mete el dedo en el ojo. A veces me da vértigo, pero se lo entrego al Señor y Él lo coge y me calma.
-¿Cómo se lo han tomado en casa?
-Mis padres muy contentos, aunque a mi madre le cuesta el desgarrón, porque ya no voy a estar en casa. Pero vamos a estar muy unidas, vamos a poder escribirnos, hablar por teléfono y podrá venir a verme.
-¿Preguntas a Dios ‘por qué yo’?
-Sí. La respuesta está en tres palabras: Por puro amor. Porque me ama. A ti también, pero tu corazón está hecho para otra llamada, otra vocación. Yo pensaba: es imposible que pueda ser monja porque he sido muy mala con el Señor y le he abandonado. ¿Por qué ahora me quiere hacer este regalo? Imagínate: ‘¡Ser suya!’ Pero esa pregunta se la hace mucha gente.
-¿Qué aportan las monjas desde su clausura?
-Hay quien dice que si las monjas dejaran de rezar el mundo se hundiría. Somos como el corazón que va impulsando la sangre por todo el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, para que Su Amor recorra todos los miembros. Es verdad que físicamente no vamos a los enfermos a curarles, pero Santa Clara decía que la herida más grave por la que la gente muere es la herida del alma. Y esa herida del alma se sana con la oración. ¿Qué mejor forma que dedicar todas las horas de tu día a orar? Imagínate todas los millones de personas que no conocen el amor del Señor y que aunque lo conozcan, no son capaces de entregarle su dolor y sufrimiento. Nosotros le entregamos nuestra vida para que comparta con nosotros su dolor y sus alegrías. Somos madres de bendición, para ti, para todo el mundo, incluso para mis padres. Es una labor cuyos frutos no se ven físicamente, no se palpan, pero estamos ahí sosteniendo, desde nuestra clausura, para que los misioneros perseveren y esa fe y amor de Jesús que ha nacido en los corazones, se mantenga. Somos como el corazón que va impulsando la sangre por todo el cuerpo que es la Iglesia, para que el amor de Jesucristo recorra todos los miembros. Pero los frutos son reales y se dan. Si el Señor me dice que lo haga, por algo será. Si no sintiera esa llamada de Dios, estaría yo feliz bailando en una discoteca.



14-Enero-2010

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El Circo de la Mariposa



El Circo de la Mariposa es un cortometraje ganador del concurso “the door post”, actúa Eduardo Verástegui (el actor de la película Bella). Este corto transmite un mensaje de esperanza… que a pesar de la debilidad, de las dificultades, de lo fracasados y limitados que nos podamos sentir…siempre hay lugar para la esperanza.






13-Enero-2010

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Para no rendirse ante las dificultades

"Mi nombre es Nick Vujicic y le doy la gloria a Dios. Él ha usado mi testimonio para tocar miles de corazones alrededor del mundo", dice el protagonista de este vídeo, que nació sin extremidades. Dirige 'Life Without Limbs', una asocación para discapacitados, y da conferencias de motivación por todo el mundo. Las terribles dificultades a las que tuvo que enfrentarse en su infancia le llevaron a plantearse el suicidio. Sin embargo, descubrió que sus pequeños logros servían de inspiración para muchos y, con la ayuda de su fe y su familia, logró seguir adelante.



12-Enero-2010

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MADELEINE DELBREL

El Evangelio en los barrios obreros de París

El 24 de octubre pasado se recordaron los 100 años del nacimiento de una gran mística moderna metida en el corazón de los barrios obreros de París, laica, asistente social, Sierva de Dios desde 1996 y que pronto será beatificada: Madeleine Delbrel.

Ivry-sur-Seine es una barriada obrera en la periferia sur de París que en aquel tiempo pasaba por ser la "capital" del comunismo francés. Allí vivía Maurice Thoréz, el famoso jefe del comunismo francés. Allí se queda Madeleine Delbrel a lo largo de 30 años, hasta su muerte. Es una cristiana convertida a los veinte años, que llevada por su pasión misionera opta por salir a mar abierto; quiere evangelizar el mundo obrero. Madeleine, sin abandonar el estado laical, se consagra a Dios con el voto de castidad y va a vivir a Ivry con unas compañeras que también son asistentes sociales y viven de su trabajo. El alcalde comunista la pone al frente de los servicios sociales de la comuna. Durante la Segunda Guerra Mundial tiene a su cargo la dirección de todos los servicios sociales del departamento; una vez finalizada la guerra, el alcalde le pide que siga.
En el cinturón obrero de Ivry Madeleine queda impactada frente a la miseria de las clases sumergidas, a la injusticia social, a la desocupación, a las condiciones inhumanas de trabajo (12 horas por día en la fábrica y toda la semana, con excepción del domingo), a la falta total de previsión social.. Esto la obliga a orar de otra manera, partiendo de la realidad; a leer el Evangelio "desnudo, crudo, orado", como ella decía ("no sé cuantas veces he leído los evangelios de arriba a abajo; al Evangelio hay que leerlo todos los días como se come el pan..."). Al comienzo encuentra hostilidad y pedradas. Pero poco a poco descubre en los comunistas "generosidad, desinterés, sacrificio". Ella afirma: "El marxismo es una doctrina sin corazón". Pero a la vez sabe que los comunistas son personas y tienen un corazón; por lo tanto hay que amarlos. Ella jamás "excomulgó" a los comunistas, sin por ello dejar de denunciar sus errores.
A Madeleine le preocupaba la ausencia y el silencio de la Iglesia; que los empresarios católicos dueños de las fábricas de Ivry y bienhechores de la parroquia, fueran los que peor trataban a los obreros; que las comunidades parroquiales vivieran encerradas en sí mismas. Ella observaba como en los ambientes cristianos tradicionales se había llegado a cambiar la Fe por una simple "creencia en Dios" y los valores cristianos por las que son las virtudes de las "personas honradas". Madeleine deseaba que los cristianos fueran "personas para las que Dios es suficiente, en un mundo en el que Dios parece no servir para nada"; personas capaces realmente de amar.
En la Iglesia de aquel tiempo había un enorme muro que separaba a la Iglesia del pueblo, a los creyentes de los ateos, a los católicos de los comunistas. Madeleine quiere derribar ese muro y por eso cruza la frontera pasando al otro lado. No lo hace con el afán de convertir a nadie; ella quiere dar testimonio del amor de Dios, hasta llegar a levantar las montañas de la desconfianza y voltear los muros del odio. "Lo que yo quería era poder vivir codo a codo con la gente del pueblo, con el mismo almanaque, con las mismas preocupaciones, los mismos relojes". Su gran preocupación era que la Iglesia "se presentara amable y cordial a los ojos de los que no la conocen. Y no con una supuesta caridad indescifrable". Fue pionera de ese fenómeno profético que en América Latina hoy se ha llamado "inserción en los medios populares" de parte de los religiosos y de la Iglesia en general.
Pero Madeleine no se conforma con un simple testimonio y le repite a sus compañeras una consigna de san Pablo: "No hay que avergonzarse del Evangelio". Ella se presenta como cristiana que colabora con los marxistas en objetivos comunes pero sin vínculos orgánicos y manifestando claramente sus convicciones; justamente esto hace que se gane mayormente el aprecio y la amistad de muchos militantes comunistas. El libro: "Ciudad marxista, tierra de misión", Madeleine lo dedicó al alcalde marxista de Ivry, Venise Gosnat, con el cual había hecho por muchos años un enorme trabajo social, sobre todo en los terribles días de la guerra bajo los bombardeos. "A Venise Gosnat, del cual soy una mala alumna en marxismo, pero también una amiga fiel, respetuosa de su bondad y de su generosidad concreta, ofrezco de corazón este libro, segura de que, aunque no lo apruebe, lo comprenderá". El amigo leyó y releyó el libro y le contestó agradecido: "A pesar de las diferencias ideológicas , como amigo le aseguro que la comprendo. La he visto luchar en situaciones dramáticas. Conozco su sinceridad y bondad y lo que más la caracteriza: un amor sin límites para con su prójimo. Somos entonces amigos y enemigos al mismo tiempo; realmente me ha puesto en un lío. El ‘profesor’ no olvidará de todas maneras la calidad de corazón y la delicadeza de su ‘mala alumna en marxismo’". Esta coexistencia, hasta fraternal, con los marxistas, tenía límites infranqueables: "Me he rehusado trabajar con ellos cuando había que ir en contra de mi conciencia; cuando ha habido necesidad, siempre he recurrido a las palabras de Cristo que rechaza el odio y la violencia". Madeleine se había anticipado a las palabras famosas de Juan XXIII que invitaba a no confundir el error con el que erra y a "subrayar lo que une a los hombres para hacer junto a ellos, todo el camino posible"( de un discurso de 1961).

El drama de los Curas Obreros

En Ivry, Madeleine ayuda a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, vengan de donde vengan. Se la encuentra respaldando a los exiliados antifranquistas españoles; es ella quien se presenta al presidente de la República, Vicent Auriol, liderando un comité popular de Ivry para pedir la excarcelación injusta de Juan Grant y la obtiene, y la que va con una delegación a ver al cardenal de París para defender a los exiliados. Eran los años de la "Misión de France". Ésta había nacido en el corazón del card. Emmanuel Suhard de París que también había lanzado el mismo grito de Madeleine: "Hay un muro que separa a la Iglesia del pueblo" (cada vez más descristianizado). Suhard convence a los obispos de Francia para que envíen sacerdotes a un Seminario Nacional en Lisieux para la reevangelización del pueblo; la "Misión de France" nace en 1942. Al año siguiente, el abbé Godin lanza su famoso libro: "Francia:¿tierra de misión?". A fines de ese mismo año (1943) empieza la experiencia de los "curas obreros". Madeleine acompaña con entusiasmo esta experiencia que ella vive desde hace tiempo. Es invitada a dar charlas y cursos. Tenía 40 años y un joven sacerdote recuerda el impacto de sus palabras, sobre todo porque salían de una mujer laica.
Es sabido cómo terminó la experiencia de los curas obreros. El 6 de setiembre de 1953 el Seminario Nacional de la "Misión de France" (con 244 seminaristas) debe cerrar sus puertas por orden del Vaticano y los curas obreros dejar su trabajo en las fábricas. Sólo la mitad de los curas obreros obedece. Madeleine invita a la obediencia, aun si "comprender esta lluvia de disposiciones negativas, resulta difícil". E invita a la autocrítica; para ella "no se supo tener en cuenta los peligros de esta experiencia" y finalmente llega a la conclusión de que "a los curas obreros les ha faltado la base fundamental de la oración. Han querido ser como un obrero más sin anunciar el Evangelio; y a la fe no hay que ostentarla, pero tampoco ocultarla". Aun así ella trata de hablar, salvar lo que es posible, relanzar la experiencia sobre nuevas bases; por eso recibe críticas y calumnias, hasta se le llega a negar la comunión. Ella no se desanima y , gracias a una donación, hace una peregrinación de oración a Roma en tren. Llega a la estación de Roma por la mañana y en seguida va a la basílica de San Pedro donde reza durante nueve horas "a corazón perdido"; la misma noche retoma el tren para París. Ella quiere ser fiel a la Iglesia y reza por ella desde el corazón de la misma, apoyada a una columna frente a la tumba de San Pedro y al altar del Papa.
Fue como una tormenta en la vida de Madeleine. Pero pasó. Y al poco tiempo tuvo la felicidad de tener una entrevista con el papa Pío XII y recibir un amplio y fraterno apoyo por parte del card. Veuillot y del card. Montini. Un gran amigo de Madeleine fue el p. Jacques Loew, un cura obrero que trabajaba de descargador en el puerto de Marsella y que había obedecido con prontitud al Papa. El p. Loew, que se transformó después en un gran maestro de espiritualidad, dijo de Madeleine que era una "mujer teologal" y la incluyó en su famoso libro: "A la escuela de los grandes orantes". Madeleine quería vivir "con las manos agarradas a la persona de Nuestro Señor y los pies bien plantados en medio de la muchedumbre de los que no creen". Para ella "la oración es el bien más grande que se puede hacer al mundo; en nuestra sociedad se precisan hombres de adoración, que arranquen todos los días un tiempo para la oración". En su comunidad, además de la misa en la parroquia, había tres horas de meditación diaria y oración, desde las primeras luces del alba. En 30 años Madeleine no se tomó un día de vacaciones, pero encontraba todos los días un largo tiempo para orar.
Su pensamiento sobre el tema de la espiritualidad laical se refleja en cantidad de escritos que han tenido una enorme difusión en estos años, sobre todo en sus tres libros póstumos: "Nosotros, gente de la calle", "El gozo de creer", "Comunidades según el Evangelio". Para ella Dios se revela en la vida cotidiana, en donde Él nos ha puesto, en la calle. Ella es una maestra de la oración para la gente trabajadora, para los que no tienen tiempo para rezar. "Hay que aprender a estar solos con Dios cada vez que la vida o la jornada nos reserva una pausa, y no malgastarla: en el metro, en un café, en un comercio, esperando el bus, en la cocina..". Maravillosa es su oración: "Liturgia de los sin oficio", donde resalta el poder de la oración de intercesión del cristiano común. En el mismo sentido, toda ocasión también es buena para amar. Para ella "cada mañana Dios nos ofrece una jornada entera preparada por Él mismo; no hay nada de más ni nada de menos, nada inútil. Esta jornada es una obra maestra que Dios nos pide que vivamos. Cada minuto de la jornada permite a Cristo vivir a través de nosotros en medio de los hombres". Según ella, son "las paciencias" de todos los días, las que construyen la santidad; es haciendo nuestros "minúsculos deberes" que encontramos "las chispas de la voluntad de Dios". Ella invita al cristiano laico a "quitarse las sandalias porque la tierra que pisa todos los días es tierra santa y allí está Dios escondido detrás de la zarza".
Madeleine muere el 13 de octubre de 1964 durante el Concilio. Aquel día en el aula conciliar, un laico, presidente de la JOC internacional, toma la palabra por primera vez frente a toda la Iglesia y lo hace en nombre de los trabajadores cristianos que viven y luchan en las fábricas y en los barrios obreros de las grandes ciudades.


11-Enero-2010

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Yo Rezo el Rosario

Algunos no lo entienden, otros dicen que es monótono y repetitivo. Pero, con su apariencia inofensiva: 50 bolitas y una cruz, se trata del arma más poderosa para cambiar el mundo.





10-Enero-2010

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Tanto amó Dios al mundo...



Inspirado en la película "Most", este vídeo muestra de manera brillante hasta qué punto amó Dios al mundo... También recuerda que la puerta que conduce a la Vida es angosta y que son pocos los que la encuentran.






9-Enero-2010

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Vuelve a la Iglesia Católica


Este vídeo, titulado ‘Epic’, forma parte de la campaña ‘Catholics Come Home’, lanzada en la diócesis norteamericana de Phoenix, Arizona, que ha hecho volver a la Iglesia a cerca de 100.000 católicos. Muestra con gran belleza la aportación de la Iglesia Católica a la Historia y transmite que ésta espera con los brazos abiertos al que quiera regresar, por muy lejos que haya estado.





8-Enero-2010

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Testimonio impresionante

de Miriam Fernandez


(Ganadora de Tú si que Vales)

La vida SÍ importa





7-Enero-2010

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Testimonios de tres jóvenes católicos

de la


Renovación Carismática.










6-Enero-2010

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Dios no quita nada, lo da todo

y te ayuda a ser feliz.



El mensaje de este vídeo es arrollador: Dios no es una carga, es un apoyo. Dios no está al margen, le importas. Dios no es soso, habla sin parar. Dios no es un tirano, es tu padre. Dios no está fuera, lo llevas dentro. Dios no limita, potencia. Dios no prohíbe, te ayuda a ser feliz. Dios no es aburrido, es apasionante. Dios no es viejo, es joven. Está ahí, se ve en la belleza. Se ve en la gente buena. Se ve en la verdad. Dios no quita nada, lo da todo.






5-Enero-2010

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TESTIMONIO DE MARIO SAN FRANCISCO

EN LAS FIESTAS DE SANTA MARÍA DE BENQUERENCIA


(POLÍGONO - TOLEDO)



Mario San Francisco es un misionero católico con un gran testimonio, de la vida de un modelo que ha dejado fama, fortuna y todo... para seguir a Jesús.
Aquí os dejamos el testimonio que dio en nuestra parroquia.
Un Saludo y Que Dios Os Bendiga
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