TESTIMONIOS (2)

14 - Abril - 2010

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Hna. Marga del Sagrado Corazón de Jesús

Sierva Guadalupana de Cristo Sacerdote

¿Por qué puedo decir que soy muy feliz?

Hace casi diez años que tomé la decisión más importante de mi vida: dejar a mis padres, a mi familia y el ambiente en que vivía (la escuela, mis amigos, el grupo juvenil de la parroquia), lo cambie todo por un único amor: Jesús, el Hijo de Dios, que robó mi corazón. Poco a poco me fue descubriendo el gran amor que me tiene y que le llevó a dar su vida por mí en la cruz.

Hubo muchos acontecimientos en el transcurso de mi discernimiento vocacional que me invitaban a seguirlo, pero lo que más escuchaba en mi corazón era esa voz que me decía: te amo más que nadie… nadie te ama como yo…

Yo sabía que me hacía falta algo, sabía que era feliz con lo que hacía, con mi familia y mis amigos, pero quería algo más, me daba cuenta de que otros no eran felices como yo, que no conocían a Jesucristo y que sufrían mucho, entonces me pregunté ¿cómo puedo ayudarlos, qué puedo hacer para darles a conocer el amor que Jesús les tiene?

La única respuesta que encontré fue la de dar mi vida al servicio de los demás, pero no sabía en concreto a quiénes quería Jesucristo que yo sirviera, miraba a los mendigos, a los niños abandonados, a los enfermos y no encontraba la respuesta a mi pregunta ¿a quienes he de ayudar?

Y sucedió que en un retiro espiritual al que asistí, estando yo ante la presencia de Jesús sacramentado me atreví a formular mi pregunta, yo le hablé a Jesús de los pobres que veía en las calles mendigando y de las necesidades que veía en ellos, pero también le hablé de otros hombres (los sacerdotes) que sabía necesitaban atención, pero aparentemente no eran muy pobres.

Y mi sorpresa fue muy grande cuando a mi pregunta ¿por quién quieres que te consagre mi vida?... escuché en mi corazón… ¡POR ELLOS… LOS SACERDOTES! No lo podía creer, mi pregunta estaba contestada, me sentí la persona más feliz en el mundo, ya no tenía que buscar más, Jesús mismo había respondido a mi pregunta.

Y ahora cada vez que sirvo a un sacerdote, que lo ayudo a caminar o a moverse si está enfermo ó le ayudo en cualquier otra necesidad, puedo escuchar las palabras de Jesús que me dice: “cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt 25,40).

Por eso soy muy feliz, porque le atiendo a Él mismo en la persona de sus sacerdotes, ellos aparentemente no necesitan de ayuda, pues los vemos casi siempre rodeados de personas que los quieren y los acompañan, pero cuando son ancianos, muchos de ellos se encuentran totalmente solos, cansados y enfermos y sin nadie que los atienda, pues lo dejaron todo para servir a la Iglesia.

Por esta razón el Instituto de Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote al cual pertenezco tiene esta misión de atender al sacerdote anciano y enfermo y de ayudarlo en sus necesidades pastorales, orando constantemente por su santificación mediante la nuestra. Es hermoso consagra la vida a Dios en el servicio a sus sacerdotes viendo en ellos al Cristo de la tierra.

Que Dios os Bendiga.


12 - Abril - 2010


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José Luis Requero:

“Prefiero ver a Dios montado en un borrico

que en una Harley”


Vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

"Los moteros a la Harley le llamamos 'borrica'"

No falla. Emite un dictamen contrario a los delirios legislativos del Gobierno y le llueven las críticas (ayunas, eso sí, de argumentos jurídicos). Aunque más que críticas, son golpes bajos a su adscripción religiosa. Pero ni por ésas Requero pliega las velas de la fe o se deja llevar por la corriente de los respetos humanos. Por algo es un gran aficionado a la mar… a la mar y a las Harley Davison.

-Hay quien dice que no es de buena educación hablar deDios.

-Eso es muy británico. La verdad, no creo que los apóstoles fueran soeces o que Benedicto XVI sea un maleducado.

-Sin embargo, la gente suele ser pudorosa.

-Porque la intimidad siempre da pudor sacarla, y hablar de Dios, al fin y al cabo, forma parte de la intimidad, aunque de una intimidad paradójica, porque está llamada a manifestarse externamente. Pero más que pudor, hay cierta prevención a asumir consecuencias.

-¿Qué quiere decir?

-Que plantearse la idea de Dios no sólo es una elucubración intelectual. Es también una invitación a un compromiso de vida, a identificarse con unas cosas y renunciar a otras, y eso cuesta.

-¿Cómo es un día en su vida con Dios?

-Como miembro del Opus Dei mi plan de vida con Dios es, más o menos, éste: un rato de oración por la mañana y otro por la tarde, rezar el Ángelus y el Rosario, ir amisa, un rato de lectura espiritual, hacer examen de conciencia y una serie de prácticas de piedad semanales o mensuales.

-¿Qué imagen tiene de Dios, la de un padre o la de un presidente del Tribunal Supremo?

-La de un padre, y en el sentido familiar que le da san Pablo: Abba. Desde luego, no me lo imagino como un presidente del Supremo elegido por consenso entre PP y PSOE.

-Y el Juicio Final, ¿cómo lo imagina?

-Un macrojuicio donde la verdad de cada uno se enfrentará a la Verdad, sin testigos falsos ni pruebas documentales amañadas.

-¿Le crea escrúpulos la frase evangélica “no juzguéis y no seréis juzgados”?

-No, porque la interpreto en el sentido de no hacer juicios temerarios sobre los demás, y no en el de no poder juzgar como juez. Si así lo interpretara, me moriría de hambre y tengo una familia que sacar adelante.

-¿Cómo vive su fe, en soledad o en familia?

-Depende. Hay partes que procuro vivirlas en familia (ir amisa los domingos, las romerías en el mes de mayo) y otras, en cambio, en soledad; por ejemplo, la oración mental, en la que no cabe un tercero, pues se trata de un diálogo personal -personalísimo- entre padre e hijo.

-¿Le influyen sus creencias a la hora de dictar una sentencia?

-Cuando se trata de resolver una concesión de aguas subterráneas o un problema de tarifas portuarias, bien poco. Si se plantean cuestiones morales, trato de compaginar mis creencias con el respeto a la legalidad. En cualquier caso, mi fe no ha de traducirse en dictar sentencias confesionales, sino en hacer bien mi trabajo de cara a Dios.

-Antes hablaba de su pertenencia al OpusDei. ¿Elección o vocación?

-Vocación, llamada, que viene de arriba abajo, no de abajo arriba.

-Es en esa vocación donde primero le golpean sus enemigos cuando emite un dictamen que no es de su gusto, ¿no?

-Son ataques a la persona (lo cual demuestra carencia de ideas) que me resbalan porque vienen de gente que no comprende qué es la libertad personal. No les entra en la cabeza que el contenido de mis decisiones al Opus Dei le trae sanamente sin cuidado.

-¿Alguna vivencia que haya influido en su vida con Dios?

-Grandes vivencias, caídas de caballo, ninguna. Sí ha habido, en cambio, un cúmulo de pequeñas cosas que me han demostrado lo mucho que tengo que aprender de tanta gente, creyentes y no creyentes.

-Veo que de la pared de su despacho cuelga un crucifijo.

-No se trata de un simple elemento de mobiliario, sino que tiene su significado. Tierno Galván decía que el crucifijo representaba la paz y el amor. Es por ese significado por lo que pienso que los símbolos religiosos deben estar presentes, incluso en los sitios públicos.

-Hace años se publicó un libro titulado Dios vuela en una Harley. ¿Lo leyó?

-De los libros de Harley, sólo me interesan las fotos, y eso era una novela, ¿no? Antes que montado en una Harley, prefiero ver a Dios en un borrico entrando en Jerusalén. Aunque, ahora que caigo, los moteros a la Harley la llamamos la ‘borrica’.



9 - Abril - 2010


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Madre Magdalena

Carmelita






La carmelita Magdalena ingresó en 1934 en el Monasterio de la Encarnación de Valencia y ha cumplido 104 años.

La religiosa Magdalena Pascual de la orden de las Carmelitas de la Antigua Observancia cumplió este martes 104 años de edad en el convento de la Encarnación de Valencia, donde ingresó en 1934.

Para celebrarlo, la religiosa participó en la misa matutina del monasterio junto con el resto de sus hermanas de comunidad, quienes le prepararon, además, "una pequeña fiesta como homenaje", según han señalado a la agencia AVAN fuentes del convento, situado en la calle Balmes, 41 de la capital valenciana.

La religiosa recibió también hace unos días la felicitación del superior general de la orden de los Carmelitas, Fernando Millán, quien se encontraba de visita en Valencia. Magdalena Pascual nació en 1906 en la localidad segoviana de Cuéllar en una familia de labradores, que le transmitió la fe católica, e ingresó a los 28 años en el monasterio de la Encarnación.

A lo largo de estos años, ha ejercido diversas labores, entre ellas la de consejera, maestra de novicias y sacristana. Tras la persecución religiosa de 1936, tuvo que reconstruir el monasterio junto a su comunidad.

En los últimos años, ha trabajado en la huerta y en la cocina. Y en la actualidad, pese a que "en general se encuentra bien de salud y puede valerse por sí misma", su avanzada edad ha hecho que su actividad se reduzca "notablemente". No obstante, sigue participando diariamente en las oraciones y eucaristías que se celebran en su convento.

Gracias Madre por seguir amando así a Nuestro Dios y Señor, y por rezar por nuestra SANTIFICACIÓN.


7 - Abril - 2010

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Carlos Blanco:

“Rezo antes de un examen”



Se hizo famoso por sus intervenciones en Crónicas Marcianas. A sus veintiún años ha completado tres carreras universitarias y publicado su primer libro, Mentes maravillosas (Libros Libres), de entretenidísima lectura. Sueña con ser sabio y buena persona.Tanto en lo uno como en lo otro, parece que va por buen camino.

-Realmente fue un niño precoz: tuvo su primera crisis de fe a los ocho años.

-Le pregunté a la catequista quién creó a Dios y no supo responder. Entonces la religión me parecía pan para los ignorantes.

-¿Y ahora? ¿Qué es Dios para usted?

-Intento que algo más que una construcción intelectual.

-¿Es decir?

-Alguien con el que poder dialogar y que me ayude a ver que este mundo de finitud, relatividad y contingencia no es lo definitivo, que puede haber algo más: una chispa de infinitud, de plenitud.

-¿A qué lleva eso?

-A intentar cambiar el mundo, a querer ser mejor.

-¿Una inteligencia como la de usted no le hace tener una idea más acabada de Él?

-El problema es que toda idea de Dios es una idea finita de algo infinito.

-¿Y sus estudios de Filosofía, de Teología…?

-Simplemente ayudan a expresar de la mejor manera posible la idea de Dios que pueda tener un cristiano cualquiera como yo.

-A los trece años su coeficiente intelectual era de 160, cinco puntos por encima del de Einstein. ¿Don o castigo de Dios?

-Prefiero verlo como un don, como casi todo en la vida. Si la inteligencia fuese un obstáculo para relacionarse con los demás y hacerles el bien, no sería culpa de Él, sino de nosotros.

-Entonces, le da gracias.

-Sí, por haberme dado una avidez por el saber, por el conocimiento. Y no sólo le doy gracias, sino que le pido que me ayude a usar bien la inteligencia.

-¿Qué más le pide?

-Todas las noches le pido por mi familia, por mis amigos, queme perdone las cosas que he hecho mal. También le pido que aumente mi fe.

-¿Por qué?

-Porque la fe me ayuda a ver las cosas desde una perspectiva trascendental y eso me da una gran paz.

-Reza antes de dormir. ¿Y antes de un examen? ¿O va tan sobrado que…?

-Rezo antes de un examen y de muchas cosas más. Cuando iba a Crónicas Marcianas, el programa de Sardá, le pedía al Señor que me ayudara.

-¿Tan diabólico era Sardá?

-¡Qué va! Tanto él como su equipo me trataron siempre muy bien. Aquélla la recuerdo como una de las etapas más bonitas de mi vida.

-¿Nunca se sintió ridiculizado por sus creencias?

-Nunca. Ni en ese programa ni en otro. Si eres honesto dando testimonio de tu fe, algo así no tiene por qué pasar.

-Si Crónicas no es su idea de infierno, ¿cómo se imagina el cielo?

-Desde luego, no como un jardín con flores y angelitos tocando el arpa, sino como un estado de acercamiento, de comunión plena.

-¿Qué quiere decir?

-Que el conocimiento y la belleza de los que aquí podamos disponer allí serán elevados a la enésima potencia. Estoy convencido de ello.

-Antes decía que aspira a que Dios sea alguien con quien poder dialogar. ¿Lo consigue?

-Intento llevar una vida de oración aunque no es fácil. A santa Teresa, ella misma lo decía, le costó mucho.

-¿Y a usted qué le ayuda?

-Leer a los grandes autores espirituales.

-¿Se le resiste algún doctor de la Iglesia?

-¡Es que no los he leído a todos! De san Pedro Canisio y de san Roberto Belarmino, por ejemplo, no he leído nada.

-De los que ha leído, ¿cuáles son los quemás le sugieren?

-San Agustín, uno de los grandes intelectos que ha dado la Humanidad, y santo Tomás, una de las grandes cimas de la metafísica medieval.

-¿Y autores de otras confesiones?

-Claro. Ser católico no es incompatible con tener un espíritu abierto. Hay teólogos protestantes -Karl Barth, Wolfgang Pannenberg, Rudolph Bultmann- a los que no se puede no haber leído.

-También lee textos budistas.

-Las enseñanzas de Buda son de una gran profundidad.

-Muchas mentes maravillosas han negado la compatibilidad entre fe y razón.

-Y muchas otras la han afirmado. Ahí juega la libertad de cada uno.

-Queda claro que cree en Dios. ¿En qué no cree?

-En deidades concretas y manipulables: el dinero, el placer…




1-Abril-2010

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Santi Rodriguez


Actor

Santi Rodríguez, conocido actor, cuenta cómo las enseñanzas de San Josemaría le han ayudado a estar orgulloso de ser cristiano y procurar vivir en Dios.







28-Marzo-2010


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Entrevista con Maurice Caillet



¿Cuándo entra usted oficialmente en la Masonería?

Maurice Caillet: A principios de 1970 me convocaron para una posible iniciación. Yo lo ignoraba prácticamente todo acerca de lo que me esperaba. Tenía 36 años, era un hombre libre y nunca me había afiliado a sindicato ni partido político alguno. Así pues, una tarde, en una discreta calle de la ciudad de Rennes, llamé a la puerta del templo, cuyo frontón estaba adornado por una esfinge de alas y un triángulo que rodeaba a un ojo. Fui recibido por un hombre que me dijo: “Señor, ha solicitado ser admitido entre nosotros. ¿Su decisión es definitiva?, ¿está usted dispuesto a someterse a la pruebas? Si la respuesta es positiva, sígame”. Hice un gesto de aquiescencia con la cabeza. Me puso entonces una venda negra sobre los ojos, me cogió por el brazo y me hizo recorrer una serie de pasillos. Empecé a sentir cierta inquietud, pero antes de poder formularla oí cómo se cerraba la puerta detrás de nosotros…

En su libro “Yo fui masón” explica que la masonería fue determinante en la introducción del aborto libre en Francia en 1974.

Maurice Caillet: La elección de Valéry Giscard d’Estaing como Presidente de la República francesa en 1974 llevó a Jacques Chirac a ser elegido Primer Ministro, teniendo éste como consejero personal a Jean-Pierre Prouteau, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, principal rama masónica francesa, de tendencia laicista. En el Ministerio de Sanidad colocó a Simone Veil, jurista, antigua deportada de Auschwitz, que tenía como consejero al doctor Pierre Simon, Gran Maestre de la Gran Logia de Francia, con el cual yo mantenía correspondencia. Los políticos estaban bien rodeados por los que llamábamos nuestros “Hermanos Tres puntos”, y el proyecto de ley sobre el aborto se elaboró con rapidez. Adoptada por el Consejo de Ministros en el mes de noviembre, la ley Veil fue votada en diciembre. ¡Los diputados y senadores masones de derechas y de izquierdas votaron como un solo hombre!

Usted comenta que entre los masones hay obligatoriedad de ayudarse entre sí. ¿Sigue siendo hoy así?

Maurice Caillet: Los ‘favores’ son corrientes en Francia. Ciertas logias tratan de ser virtuosas, pero el secreto que reina en estos círculos favorece la corrupción. En la Fraternal de los Altos Funcionarios, por ejemplo, se negocian ciertas promociones, y en la Fraternal de Construcciones y Obras Públicas se reparten los contratos, con consecuencias financieras considerables.

¿Usted se beneficio de esos favores?

Maurice Caillet: Sí. El Tribunal de Apelación presidido por un “hermano” se pronunció sobre mi divorcio ordenando costas compartidas, en lugar de ponerlas todas a mi cargo, y redujo la pensión alimenticia a la ayuda que debía prestar a mis hijos. Tiempo después, tras tener un conflicto con mis tres socios de la clínica, otro “hermano masón”, Jean, director de la Caja de la Seguridad Social, al enterarse de este conflicto, me propuso asumir la dirección del Centro de Exámenes de Salud de Rennes.

¿Afectó a su carrera profesional el abandono de la masonería?

Maurice Caillet: Desde entonces no he encontrado un puesto en ninguna administración pública o semipública, a pesar de mi rico currículum.

¿En algún momento tuvo amenazas de muerte?

Maurice Caillet: Tras ser despedido de mi puesto de trabajo de la administración y comenzar a pleitear contra dicha decisión arbitraria, recibí la visita de un “hermano” de la Gran Logia de Francia, catedrático y secretario regional de Fuerza Obrera, quien me dijo con la mayor frialdad que si pleiteaba ante la magistratura laboral ‘ponía en peligro mi vida’ y él no podría hacer nada para protegerme. Nunca imaginé que podría estar amenazado de muerte por conocidos y honorables masones de nuestra ciudad.

Usted era miembro del Partido Socialista y conocía a muchos de sus “hermanos” que se dedicaban a la política. ¿Podría decirme cuántos masones hubo en el Gobierno de Mitterrand?

Maurice Caillet: Doce.

Y, ¿en el actual de Sarkozy?

Maurice Caillet: Dos.

Para un ignorante como yo, ¿podría decirme cuáles son los principios de la masonería?

Maurice Caillet: La masonería, en todas sus obediencias, propone una filosofía humanista, preocupada ante todo por el hombre y consagrada a la búsqueda de la verdad, aun afirmando que ésta es inaccesible. Rechaza todo dogma y sostiene el relativismo, que coloca a todas las religiones en un mismo plano, mientras que desde 1723, en las Constituciones de Anderson, ella se erige a sí misma en un plano superior, como “centro de unión”. De ahí se deduce un relativismo moral: ninguna norma moral tiene en sí misma un origen divino y, en consecuencia, definitivo, intangible. Su moral evoluciona en función del consenso de las sociedades.

Y, ¿cómo encaja Dios en la masonería?

Maurice Caillet: Para un masón, el concepto mismo de Dios es especial, y eso si es que se le menciona, como en las obediencias llamadas espiritualistas. En el mejor de los casos es el Gran Arquitecto del Universo, un Dios abstracto, pero solamente una especie de “Creador-maestro relojero”, como le designa el pastor Désaguliers, uno de los fundadores de la masonería especulativa. A este Gran Arquitecto se le reza, si se me permite la expresión, para que no intervenga en los asuntos de los hombres, y ni siquiera se le cita en las Constituciones de Anderson.

¿Y el concepto de la salvación?

Maurice Caillet: Como tal no existe en la masonería salvo en el plano terrenal: es el elitismo de las sucesivas iniciaciones, aunque éstas puedan considerarse pertenecientes al ámbito del animismo, según René Guènon, gran iniciado, y Mircea Eliade, gran especialista en religiones. Es, también, la búsqueda de un bien que no se especifica en ninguna parte… puesto que la moral evoluciona en la sinceridad, la cual, como todos sabemos, no es sinónimo de verdad.

¿Cuál es la relación de la masonería con las religiones?

Maurice Caillet: Es muy ambigua. En principio, los masones proclaman con firmeza una tolerancia especial hacia todas las creencias e ideologías, con un gusto muy marcado por el sincretismo, es decir, una coordinación poco coherente de las diferentes doctrinas espirituales: es la eterna gnosis, subversión de la fe verdadera. Por otra parte, la vida de las logias, que ha sido mía durante 15 años, revela una animosidad particular contra la autoridad papal y contra los dogmas de la Iglesia católica.

¿Cómo comenzó su descubrimiento de Cristo?

Maurice Caillet: Yo era racionalista, masón y ateo. Tampoco estaba bautizado, pero mi mujer Claude estaba enferma y decidimos ir a Lourdes. Mientras ella estaba en las piscinas, el frío me obligaba a refugiarme en la Cripta, donde asistí, con interés, a la primera misa de mi vida. Cuando el cura, al leer el Evangelio, dijo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá’, se produjo un choque tremendo en mí porque esta frase la oí el día de mi iniciación en el grado de Aprendiz y la solía repetir cuando, ya Venerable, iniciaba a los profanos. En el silencio posterior -pues no había homilía- oí claramente una voz que me decía: ‘Bien. Pides la curación de Claude. Pero ¿qué ofreces?’. Instantáneamente, y seguro de haber sido interpelado por Dios mismo, sólo me tenía a mí mismo para ofrecer. Al final de la misa, acudí a la sacristía y pedí inmediatamente el bautismo al cura. Éste, estupefacto cuando le confesé mi pertenencia masónica y mis prácticas ocultistas, me dijo que fuera a ver al arzobispo de Rennes. Ese fue el inicio de mi itinerario espiritual.


24-Marzo-2010


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ÁNGEL MARTÍNEZ DURO


Funcionario de la Consejería de Educación



Estimados hermanos en Cristo, me gustaría compartir mi testimonio de vida cristiana ya que soy de los que piensan que la fe se fortalece compartiéndola y viviéndola en comunidad.

Soy un chico de Toledo con 35 años Dios quiso cambiar su escala de valores y forma de ver la vida y ese hecho ocurrió cuando tenía 15 años al tirarme de cabeza en la playa me quede tetrapléjico y se paralizaron mis piernas y parte de las extremidades superiores las manos en las que tengo poca movilidad, a partir de ahí a sido un rodar con mi silla de ruedas por la vida luchando por ser uno mas, en estos 20 años hay momentos muy duros para mí, mi familia y amigos, sobre todo el primer año que tienes que empezar de cero, en el Hospital Nacional de Parapléjicos te enseñan a vestirte, comer, pasar de la silla al baño, coche etc… y comprendes que lo que es un acto que lo hacías en segundos y inconscientemente ahora te cuesta un duro trabajo y a veces no lo puedes hacer tu solo y necesitas ayuda, ¿pero quien hoy día no necesita ayuda? o nos creemos super-hombres que solos podemos con todo.

Durante este tiempo me ha ayudado a no perder la esperanza, alegría, y ganas de vivir, la FE y el ser cristiano, ya que Dios lo que te quita por un lado te lo da por otro, como a mí me ha regalado cada hermano/a que me ayuda y me da cariño y amor, así como una familia que me cuida y apoya y por eso me siento un privilegiado, por que lo mas duro de la silla de ruedas no es estar sentado si no el depender de los demás para muchas cosas, es duro de asumir el perder parte de tu libertad como persona y aceptar con humildad que alguien esta a tu lado para hacer las cosas que no puedes tu solo, en el fondo de mi corazón siento que es un acto de amor de Dios que se vale de las personas para hacerse presente y derramar su amor hacía mi.

Hoy día tenemos la tentación de ver a las personas por fuera por su físico por lo que tienen dinero, estudios, títulos etc... pero no por lo que son por dentro y dan a los demás de corazón, ya que uno puede ir a un cirujano y pedir que le quiten un poco de grasa, le retoquen la nariz, y lo dejen guapo y perfecto por fuera, pero no puede ir a ese mismo cirujano a que le quite el odio, rencor, desesperanza etc… eso no se opera, solo hay alguien que puede curarnos y ese es DIOS. He experimentado que lo que hay que tener bello es el corazón lleno de bondad, humildad, esperanza, amor y paz para Dios y para regalarlo a nuestros hermanos que Él ha querido poner a nuestro lado y para eso da igual que una persona camine o no camine, ya que Dios nos examinará del amor que Él nos ha regalado sin merecerlo y nos preguntará, ¿qué hemos hecho con él a lo largo de nuestra vida?.

Por eso me gustaría hablar en una palabra que no esta muy de moda en nuestra sociedad y que implica otras cuatro más que es la palabra VIDA, ya que hoy día vivimos en la cultura de la muerte aborto, eutanasia, maltratos a la mujer, y desde mi testimonio quiero dejar claro que es responsabilidad de un autentico cristiano el defender la vida y la dignidad de las personas con los valores del evangelio.

La primera letra de vida es la V que es la de VALOR uno cuando por circunstancias de enfermedad, problemas de familia, trabajo etc.. pierde el valor a su vida ve que nada tiene sentido y mas aun si pierde el valor a la persona que le dió la vida sin merecerlo como es DIOS, cualquier situación se hace mas dura y dolorosa por eso el acercamiento a Jesucristo en el sacramento de la eucaristía descubres que eres su hijo con un gran valor y que en la situación en la que estés Él se hace presente y cercano a ti y te da la fuerza y aliento para superarlas con ojos de esperanza, solo tienes que comer de su alimento que no perece.

La segunda letra de la palabra vida es la I de ILUSIÓN por muy dura que sea una situación en la vida y hablo por experiencia nunca hay que perder la ilusión de cristiano y la alegría y capacidad de sonreír y de vivir, si perdemos la ilusión por las cosas de Dios es cuando las situaciones se hacen imposibles, pero solo unidos con la ilusión de Dios y las virtudes de la Virgen, la esperanza, fe y paciencia en el amor seremos capaces de mantenerla viva la ilusión y tener vida, para eso es importante el pensar en momentos duros que la sonrisa se puede esconder pero nunca perder. Para mí la ilusión es sentirme un autentico cristiano que sea piedra viva de la iglesia ofreciendome a ella, y no tener miedo en las cosas que hago o tengo que hacer o comprometerme, si hay que leer una lectura en la misa, si hay que dar y prepararte una catequesis o dar un testimonio hay que hacerlo con la mayor ilusión que te la trasmite el vivir en gracia con Dios y sentirlo a tu lado.

La tercera letra de la palabra vida es D de DAR nadie es tan pobre que no pueda dar nada todos podemos dar algo a los demás, sobre todo aprender a escuchar a tu hermano/a y a dar con el corazón lo que uno tiene que puede ser muy valioso para el otro, así como no solo dar a los demás y así mismo si no también a Dios y a la Santísima Virgen María con mis oraciones, pedir por quien lo necesite, pedir por los que desde el cielo nos dan y nos protegen, perdonar a alguien que eso nos cuesta, dar a Dios lo que no impide seguirle con un buen sacramento de la confesión o ofreciéndoselo a alguien para que viva mas cerca de Dios y en gracia, dar es abrir el corazón a tu hermano/a y a Dios sin esperar nada a cambio eso es dar y dar vida.

La cuarta letra de la palabra vida es la A de AMAR doy gracias cada día por el amor que Dios y mis hermanos me regalan sin merecerlo, la felicidad esta en amar y ser amado, así que sentiros privilegiados de ser hijos de Dios y ser amados por Él y por la Virgen así como por los hermanos/as que están a nuestro lado, que regalo cuando notas su amor por que te miran con cariño, te acaricia, te pregunta que te duele, te sientes acompañado, puedes llorar a su lado, te escuchan, te dan consejo eso es sentir amor y que eres importante para Dios y los demás.

Sólo me queda deciros que el camino de un cristiano no es fácil y que la meta es la SANTIDAD, pero Cristo nos dejo en una cruz y mirándola a ella tenemos que pensar que la vida puede ser imperfecta pero que por eso no deja de ser maravillosa, así que coge tu cruz carga con ella y síguele dándole valor, ilusión, dandote a los demás, y regalando amor y vivirás lo que nos dice el Evangelio “ el que pierda la vida por Mi la encontrará” .


Que Dios os Bendiga +M




22-Marzo-2010


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Ricardo de la Cierva:

“Quien diga que se puede ser

católico y masón está equivocadísimo”

Historiador


Es incombustible. A la edad en que para muchos el día de la jubilación es un borroso recuerdo, él sigue con su capacidad de trabajo intacta. Se ha pasado el verano trabajando en dos libros sobre la conversión al catolicismo de dos importantes figuras de la II República. Menudo bombazo editorial.

-A punto de cumplir 83 años… ¿Le tiene miedo a la muerte?

-Miedo no, respeto. Creo en la resurrección de los muertos y confío en que Dios se apiade de mí, me perdone y me lleve arriba.

-Para ser perdonado hay que perdonar.

-”Perdona nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”, decía la versión antigua del Padrenuestro, que es la que sigo rezando.

-O sea, que perdona.

-Sí, sí, totalmente. Está en el Evangelio: “Amad a los enemigos”. Mire, yo tengo un carácter fuerte, he respondido a todos los ataques, nunca me he callado. Y eso ha hecho que muchos me declaren su enemigo, aunque yo no los haya tenido por tal.

-Está claro: perdona. ¿Y olvida?

-A veces voy por la calle, me encuentro con uno y pienso: “A este señor tendría que no saludarle”. Pero como no me acuerdo por qué, voy y le doy la mano. Para la enemistad tengo mala memoria.

-¿Qué me dice de los asesinos de su padre?

-También los he perdonado. Pero antes tuve que averiguar quiénes eran, por más que ellos lo sigan negando, sobre todo el principal responsable, al que le dediqué un libro: “Carrillo miente”.

-Su padre se portó como un héroe.

-Félix Schalayer, cónsul de Noruega en el Madrid rojo, hizo lo posible por salvarle de la cárcel, llegando a sobornar a un jefe comunista.

-¿Qué falló?

-Mi padre rechazó el ofrecimiento. Sus compañeros le habían nombrado encargado de la farmacia y él no quería abandonar a los muchos presos enfermos. Su testimonio es una aplicación de la máxima evangélica: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

-Otro que tal: Schlayer.

-Salvó a muchísima gente. Es que hay personas que actúan inspiradas por los ángeles, cuando no hacen directamente su labor.

-¿Cree en los ángeles?

-Y en los demonios. ¡Vivimos entre ángeles y demonios! Nos guste o no, existen. Como católicos no podemos entender la fe por trozos. O creemos o no creemos.

-Hay católicos que niegan la existencia del demonio, por no hablar de la del infierno.

-La misericordia de Dios es infinita, de ahí que se nos haga difícil -a mí por lo menos- la idea del infierno. Pero eso no quiere decir que no exista. Misericordia infinita y condenación eterna. Supongo que sólo cuando muramos entenderemos cómo es posible.

-Por cierto, no sabía de su veneración por los ángeles…

-Empecé a estudiar el tema a fondo tras la lectura de De angelis, el tratado en dos tomos del jesuita Francisco Suárez. El manejo tan perfecto del latín por parte de Suárez le da al libro un tono poético. Dice el jesuita que los ángeles “agotan la perfección de la especie”. Es portentoso.

-’Angeles y demonios’ es el título de un best-seller.

-De Dan Brown, sí. Lo leí y me gustó mucho. ‘El código Da Vinci’, en cambio, me pareció una memez.

-El tipo trabaja ahora en una sobre la masonería, tema que usted domina. Investigando sobre el asunto se habrá llevado alguna sorpresa, ¿no?

-Sí. Por ejemplo, que mi abuelo, el padre de mi padre, fue masón. Lo dejó porque mi abuela, que era muy católica, le dijo que si quería casarse con ella, tendría que abjurar formalmente, cosa que hizo en la iglesia de san Nicolás, en Murcia.

-¿Se lo perdonaron los masones?

-En sus rituales hay una maldición para los que abandonan la secta de manera ostensible y pública.

-¿Hasta qué generación alcanza?

-Hasta la tercera.

-Entonces es usted un ‘maldito’.

-Me importa un pimiento.

-Sin embargo, le han pedido que ingrese en sus filas.

-En alguna ocasión me han dicho que se verían honrados si yo ‘regresaba’ -lo decían por mi abuelo- a la secta.

-¿Y usted qué les ha contestado?

-Que gracias por el interés, pero que se fueran a la porra.

-Porque no se puede ser católico y masón, ¿o sí?

-No, no se puede. Y quien diga lo contrario está equivocadísimo.

-Hay quien ve a la masonería detrás de las grandes persecuciones religiosas de los últimos siglos.

-Sí.

-Estudiando esas partes de la Historia, ¿no se ha preguntado nunca cómo permite Dios que pasen ciertas cosas?

-¡Ah! Esa es la gran pregunta.



20-Marzo-2010


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Señor, danos Locos





ORACION POR MAS ALMAS AL

SERVICIO DEL AMOR
"Para Honor de la Iglesia y
Gloria de Dios"

Señor danos Locos
Chiflados, Enamorados,
¡Apasionados por Cristo
Apasionados por la Juventud!

Adolescentes, Jóvenes, chavos/as,
Hombres y/ó Mujeres
que lleven tu Evangelio
como una Alma Misionera;
en los labios para decir solo tus palabras,
en las manos para obrar solo en tu empresa,
en los pies para recorrer solo tu camino,
en los ojos para siempre maravillarme de tu creación,
en todo mi cuerpo y ser, para actuar
como en el evangelio me lo aconsejas,
en el corazón para amar a Dios
y a los hombres según tu corazón. AMEN.



19-Marzo-2010


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Ser Sacedote Hoy

Resumen del reportaje titulado Vidas Gastadas sobre la vocación sacerdotal realizado por la Diócesis de Getafe. Un grupo de sacerdotes y seminaristas de Getafe explican los distintos aspectos de la vocación al sacerdocio desde el testimonio de sus vidas.



18-Marzo-2010


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Dios es mi GPS

Entrevista al sacerdote católico Juan Carlos Ramos en la que cuenta su experiencia con el sistema GPS.



17-Marzo-2010


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EMMANUEL CALO GUTIÉRREZ


DIÁCONO



Desde la pagina web de parrafecunda, con motivo de la campaña de S. José, (su fiesta se celebra el 19 de Marzo) y por ser patrón de las vocaciones sacerdotales y del Seminario, me piden que cuente mi testimonio vocacional.

Me llamo Emmanuel Calo, soy diácono, tengo 23 años y en estos momentos me encuentro en la etapa final de mi formación sacerdotal en el Seminario Mayor San Ildefonso de Toledo, realizando el sexto curso de Teología.

Mi vocación comenzó de pequeño, cuando después de hacer la comunión ayudaba en la Eucaristía al sacerdote como monaguillo, la figura del sacerdote me llamaba la atención y él mismo, me invitó a una de las convivencias de monaguillos que se realizan en el Seminario Menor de Toledo. Me acuerdo perfectamente de ese día, y como disfrute con tantos chicos de mi edad a los que les interesaban las mismas cosas que a mí y les atraía la figura del sacerdote.

A mi padre le gustaba la idea de tener un hijo sacerdote (yo me lo olía), y puso mucho interés en que yo fuese al seminario, siendo consciente de que esa primera toma de contacto que yo tuve me ilusionó mucho. Y así fue, me llevó al seminario.

Con 12 años entre en el Seminario Menor de Toledo, durante esos años descubrí que tenía un gran amigo Jesús, el único que nunca falla y poco a poco, año tras año me fui enamorando, cada día más de Él, no sin pasar pruebas que en el fondo y al final, te das cuenta de que te han servido para unirte más a Cristo y como prueba del Amor tan grande con el cual nos ama.

Cuando terminé mis estudios de bachiller decidí entrar en el Seminario Mayor, lugar donde se ha afianzado la llamada del Señor y lugar donde me ha mostrado los designios de su Corazón. Cuantas gracias tengo que dar al Señor por poner en mi vida, a su Madre, la Virgen María, Ella de manera silenciosa (como en segundo plano) pero atenta y eficazmente ha cuidado de mi vocación y me ha mostrado lo que Cristo quiere de mi, ser “Otro Cristo”, Sacerdote de Jesucristo.

A puertas de mi ordenación (no sé si el 4 de Julio o el 19 de diciembre de este año), os animo a todos los que veis la pagina web, que recéis por los sacerdotes, por su santificación y para que el Señor conceda muchas y santas vocaciones al Sacerdocio.

Un saludo a todos con mi Bendición



16-Marzo-2010


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Javier Alonso Sandoica:

“A veces rezo con ‘jazz’ de fondo”

Sacerdote y Periodista

"No me acostumbro a consagrar"

Para ir de cura moderno no le hace falta jugar a consagrar con una barra de pan descongelada y un tetra brick del supermercado en una parroquia de extrarradio. Él piensa que los cánones aplicados a la libertad no la encorsetan, sino que dan lugar a un interesante abanico de posibilidades. Dirige La noche de Javier Alonso en Popular TV y es un loco de la literatura, del cine, del jazz y de Dios.

-En su caso, hablar de Él entra dentro del sueldo, ¿no?
-Eso sería si entendiera el sacerdocio como una profesión.

-¿Y no es así?
-Para mí es una forma de vivir, algo de lo que no puedo descansar.

-Debe de ser agotador.
-No. Es como ser hombre y que te gusten las mujeres, una manera de ser. Yo no me canso de ser heterosexual.

-Pero, usted, el celibato…
-El celibato es apasionante. Y lo que da sentido a mi vida sacerdotal.

-¿Por qué?
-Porque es entregarse sin condiciones al Señor, que te pide cuerpo, alma, todo. Es demostrar que hay un amor superior al de un hombre y una mujer, un amor capaz de sostener una vida: el amor de Dios. El celibato te da más libertad.

-Sonará leninista, pero libertad, ¿para qué?
-Para no atarte a las cosas, para querer a todo el mundo como Él lo hace. Lo noto, por ejemplo, cuando estoy con ancianos; noto que estoy a su entera disposición porque nadie me espera en casa. Bueno, sí, el Señor.

-¿Son los ancianos los juguetes rotos de Dios?
-Son el rostro de todos nosotros y la vejez, el lugar al que nos dirigimos, el momento de prepararse para el gran encuentro con Él.

-Dice que nunca descansa de Dios. ¿Ni siquiera cuando coge un libro?
-Ni siquiera. Si me pongo a leer, es para estar en compañía del Señor. Mis ratos de ocio son suyos. Además, de una forma o de otra, todos los libros -y todas las películas- hablan de Dios.

-¿Qué tres libros se llevaría a una cueva de ermitaño?
-La Liturgia de las horas; el Cántico espiritual de san Juan de la Cruz y Él y yo de Gabrielle Bossis.

-¿Y cuál le recomendaría a un ateo?
-El paseo, de Robert Walser.

-¿Y a un converso?
-Cualquier novela de Chesterton.

-Diga una.
-Manalive.

-¿Y a alguien que esté pasando una crisis de fe?
-Un libro que muestre la alegría de Dios y la necesidad que tenemos de Él. Las confesiones de San Agustín, por ejemplo.

-¿Y a uno que quiera perseverar?
-Lo he citado antes: Él y yo de Gabrielle Bossis. Es un diálogo permanente con Dios, perfecto para descubrir el corazón del Señor.

-Dice Jorge Fernández Díaz que, aunque no lo parezca, Dios está presente en el Congreso de los Diputados. ¿También en televisión?
-Sí, por acción y por omisión.

-En el plató tiene usted fama de showman. ¿También en el altar?
-Las grandes piruetas, los grandes números durante la misa estropean el silencio de la liturgia, la acción misteriosa de Dios. La Eucaristía es un drama: el del Señor, que se entrega por nosotros; un drama en el que la gente atiende y participa, pero no un show.

-No le van los finales felices.
-Me van las historias rotas, los dramas humanos. Los finales felices me parecen estúpidos, algo imposible en este mundo. El gran principio feliz llega con la muerte.

-¿Se ha acostumbrado a consagrar?
-Imposible. ¿Cómo te vas a acostumbrar si ahí está Él, viéndote y tocándote los dedos?

-¿El confesionario curte?
-Sí. Aprendes a no juzgar, a respetar el itinerario que el Señor le marca a cada uno, a descubrir el dolor de la gente, a ser misericordioso.

-Según usted, hay quien va a la iglesia como si fuera a un ’spa’.
-Sí, y debería ser todo lo contrario. Al ’spa’ vas a relajarte y, claro, es magnífico. En cambio, cuando te pones en presencia de Dios, Él puede complicarte la vida recordándote que hay un par de personas a las que no has perdonado, y que tienes una mujer a la que no haces ni caso, y una amiguita en el trabajo de la que estás muy pendiente…

-¿Es verdad lo que dicen las encuestas, que la gente pasa de Dios?
-La gente tiene hambre de Dios, necesidad de ser querido por Él. Así lo percibo yo todos los días.

-Antes hablaba del silencio. ¿Es un instrumento del Señor?
-Es la manera que tiene de decirnos que agachemos la cabeza, como si entráramos en la basílica de Belén. Sólo desde el silencio se puede entender a Dios. A mí me sobrecoge y me apasiona. Siempre le pido encontrarme con Él en el silencio.

-¿Y si, de repente, suena música de jazz?
-¡Pues mucho mejor! El jazz es la música más libre, pura improvisación.Y eso, improvisar, es lo que hacemos cuando nos ponemos delante de Dios. A veces rezo con ‘jazz’, con el saxo de Dexter Gordon de fondo.



15-Marzo-2010


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José Miguel Fernández Fernández

Diácono



"Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20)


Soy José Miguel diácono de la archidiócesis de Toledo, tengo 36 años y soy natural de Villatobas población manchega, concretamente de lo que se denomina mesa de Ocaña. He querido comenzar este testimonio vocacional con esta frase del libro del Apocalipsis, ya que tiene mucho que ver en mi vocación sacerdotal. Dentro de muy poco el 4 de julio seré ordenado presbítero, a la cual estáis todos invitados, y haciendo memoria como Dios me eligió para este gran ministerio veo que ha tenido mucha importancia los diferentes sacerdotes que han pasado por mi vida, las familias cristianas con su testimonio y los grupos apostólicos.

Desde muy pequeño ya en el seno de mi familia se me fue introduciendo a la vida de la Iglesia, mi abuela materna me enseñaba oraciones y me llevaba con ella a Misa y demás cultos. Una anécdota curiosa es que siempre me gustaba jugar mucho a ser camarero y a decir misas, entonces mi abuela me decía: “Mi chico tiene que ser curita” a lo que yo respondía: “No abuela primero camarero luego curita”, y a si ha sido.

Cuando hice la primera comunión me apunte al grupo de monaguillos de mi parroquia (esto sería en mayo de 1982) y desde allí, siempre junto al sacerdote, al cual recuerdo con gran cariño mi querido D. Agustín, el Señor fue poco a poco moldeando mi corazón. Llegaron los años de mi juventud y adolescencia, en los cuales uno se vuelve rebelde, pero seguía colaborando en la parroquia y sobre todo sin apartarme del sacerdote. Me integre en el grupo de jóvenes, aunque me era muy difícil asistir con regularidad ya que compaginaba estudio y trabajo.

Al cumplir los 17 años deje los estudios y comencé a trabajar en la hostelería, la cual me ha gustado y me gusta mucho, y abandone un poco la vida parroquial y eclesial. Con todo esto mis padres nunca dejaron de insistirme para que no abandonase al Señor. Pasaron los años y apareció en mi vida una chica, también del grupo de jóvenes, empezamos a salir juntos y a vivir un noviazgo cristiano. Pero los sacerdotes siempre me insistían mucho que mi vida no era el matrimonio sino el sacerdocio (tengo dos sacerdotes paisanos que fueron muy cansinos, en el mejor sentido de la palabra). Seguí ayudando y colaborando con la parroquia y con el párroco, por estos motivos fui despedido de algunos trabajos. En el año 2002 sufrí un accidente de tráfico, el cual me hizo, durante los meses de convalecencia, pensar mucho en lo que quería que fuese mi vida, ya que teníamos pensamientos de boda.

El destino, bueno Dios, quiso que viniese a Toledo, a trabajar y a vivir, donde conocí a algunas personas del movimiento apostólico Getsemaní y la asociación sacerdotal Santa María de los apóstoles, las cuales con su testimonio de vida y entrega fueron, junto con una primera Misa de uno de mis paisanos, los que abrieron las puertas al Señor para que entrase a cenas conmigo y yo con Él. Entonces en septiembre de 2003 entre en el Seminario y hasta ahora ya esperando, con mucha ilusión y lleno de alegría, ser ordenado presbítero.

No quisiera terminar sin hacer un llamamiento a los padres de familia, a los jóvenes y a los niños. Abrir bien los oídos y el corazón y si Dios os llama al sacerdocio o a la vida religiosa dejarle entrar, ser generosos, no somos nuestros sino de Él que nos ha creado. A los padres y madres educar a vuestros hijos en Cristo Jesús y si Dios os pide un hijo para el sacerdocio o la vida religiosa, ser generosos y no pongáis zancadillas os lo pagara con creces.

Vivir con gran fruto esta Santa Cuaresma, yo pido por ustedes todos los días, espero que ustedes lo hagáis por mí y por todos los sacerdotes.

Reciban un saludo y mi bendición.




14-Marzo-2010


EDUARDO VERÁSTEGUI: DURA REALIDAD





13-Marzo-2010


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MARÍA JESÚS RICO SÁEZ-BRAVO

Maestra





A mí desde pequeña las monjas del colegio y cuando iba a misa a la iglesia me decían que Dios es amor e incluso la canción nos lo dice que lo busquemos en el Capítulo 4, versículo 8, 1ª de Juan, pero yo en mi vida no había experimentado verdaderamente ese amor.

Mi primer encuentro con el Señor, donde me mostró el amor que me tenía fue en Betania, en la convivencia de Confirmación hace casi ya 11 años, el 24 de Abril de 1999. Esa tarde celebrábamos un acto penitencial y yo fui a confesarme como muchas veces desde que hice la 1ª Comunión había hecho. Pero esa vez fue distinta a las anteriores. Mientras me confesaba me iba sintiendo rara, sentía cosas, emociones que hasta antes no había sentido. El Señor estaba saliendo a mi encuentro y yo no me estaba dando cuenta. Cuando terminé de confesar fue cuando el Señor me mostró su amor.

Me dio el beso suave que da a sus hijos muertos por el pecado y me resucito con el perdón. Me lleno de felicidad. Mi alma se sentía limpia de ese pecado que me estaba apartando de gozar del amor de Dios. A partir de esa tarde mi vida iba empezando a cambiar. Empecé a hacer oración todas las noches y comencé a ir a la oración de los jóvenes de los viernes. De allí cada viernes salía y sigo saliendo llena de paz, con una alegría inmensa en mi interior. Estaba empezando a enamorarme del Señor. Mi vida estaba dando una vuelta de 180 grados. Mi escala de valores estaba cambiando. Cada vez el Señor estaba más arriba y llegó el día en que el Señor se hizo él más importante en mi vida.

Cada día estoy más enamorada del él y mi vida no tendría sentido sin él. No para de mostrarme el gran amor que me tiene. Me ha enseñado su gran amor a través de la oración, de las personas que ha puesto en mi camino, a través de las situaciones que me ha ido regalando todos estos años y sobre todo me ha enseñado y me enseña a mirar a mis hermanos con amor.

Os tengo que confesar que soy una persona que habla mucho del Señor a los demás, porque el corazón habla de lo que está lleno. Hay personas que todo esto no lo entienden y me dicen que estoy loca, pero yo les digo que no estoy loca, y si loco es lo mismo que ser feliz, entonces estoy en el asilo indicado y de aquí nadie me saca aunque me vuelva cuerda otra vez.

Una de las cosas que el Señor me muestra y os quiere mostrar es que cuando todo esta oscuro, cuando creamos que nadie nos quiere, que esta vida se nos hace imposible o cuando existan barreras que no nos dejen amar debemos pensar que alguien nos quiere, que existe alguien que nos quiere de verdad. Pensad que el Señor con nosotros siempre quiere estar. Pensad que quien nos ama es Jesús.

Pongámonos en camino como hicieron los Magos de Oriente y acudamos al Señor que nos está esperando a cada uno de nosotros con los brazos abiertos.

Si mirásemos nuestra vida, ¡descubriríamos tantos dones suyos! Él nos ha dado la vida y cada minuto nos sostiene en ella. Nos ha hecho nacer en el seno de la mejor familia del mundo. En ella nos ha dado la fe, la fe con la que le hemos conocido, con la que descubrimos que nos ama y con la que nosotros le amamos. Los amigos con los que nos divertimos, con los que descansamos, por los que nos sentimos querido y a los que queremos. Cada amanecer, cada anochecer, la salud, cada plato de comida, cada sonrisa, cada saludo que nos dirigen, nuestra voz, nuestra vista, nuestros oídos, nuestro trabajo y nuestros estudios. La iglesia que nos habla de él y nos cuida con sus sacramentos, que nos da esperanza y nos anima.

Yo a partir de esa convivencia me marché por otro camino, como hicieron los Reyes Magos, marché por el camino que me proponía el Señor, el camino de la felicidad. Pero no creáis que ese camino es fácil, porque no. En ese camino hay muchos caminos adyacentes a los lados, que son menos costosos que el camino que nos ofrece el Señor. Esos caminos son los caminos del pecado, las tentaciones, que nos hacen pecar. Y pecar es muy fácil ¿Verdad?

En el camino hacia el Señor, no importa que nos caigamos o tropecemos con las piedras que hay en él, porque hay está el Señor para recogernos.

No tengo más que decir, nada más que no tengamos miedo a seguir al Señor, porque Él nos va a dar el ciento por uno más de lo que dejemos por seguirle a Él.

DIOS OS BENDIGA



11-Marzo-2010
ADORACIÓN EUCARÍSTICA


8-Marzo-2010

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Joaquín Montero:

“Hoy es contradictorio ser católico

y militar en el Psoe”

Joaquín Montero, ex militante socialista.

Mientras el Gobierno celebraba con risas la aprobación de la ley Aído, este concejal del PSOE en Paradas, Sevilla, pedía la baja en el partido. Defender la cultura de la muerte no es lo que le enseñaron aquellos viejos militantes de los que aprendió a ser cristiano y socialista.

-Ser católico y de izquierdas ¿no es una contradicción?

-En absoluto. De hecho, no son pocos los autores que describen cómo la izquierda toma históricamente sus fundamentos del cristianismo. Sin embargo…

-¿Sin embargo?

-No deja de ser cierto que hay ocasiones en el ejercicio de la vida pública en que fe y razón entran en contradicción. Y hay que estar atentos para dar una respuesta acertada.

-Usted la ha dado.

-La decisión la tomé por motivos políticos, entendiendo la política como consecuencia inmediata de mi compromiso como cristiano.

-Le reformulo la pregunta del principio: ser católico y militante del PSOE…

-Hoy es una contradicción. No entiendo la postura de quienes se dicen católicos y han promovido la ley con su apoyo en las Cortes. Quienes así han actuado deberían plantearse a quién sirven sus conciencias.

-La suya ¿dónde se formó?

-En mi pueblo, Paradas, cuna de solidaridad y donde el cristianismo se ha hecho patente en multitud de manifestaciones cotidianas.

-¿Qué me dice de la casa de sus padres?

-Que era un hogar humilde y una escuela de valores eminentemente cristianos. Y eso que mis padres no tenían incorporado el hecho religioso al día a día.

-¿Usted cuándo lo hizo suyo?

-Descubrí la fe en el colegio público donde estudié y en la catequesis de comunión en la parroquia de San Eutropio.

-Ese descubrimiento ¿fija un antes y un después?

-Supone un hecho capital que marcará determinantemente la fundamentación, el porqué, de las decisiones importantes de mi vida, pese a algunas etapas difíciles.

-¿Por ejemplo?

-En el instituto solicité la asignatura de Ética y no la de Religión, y en la parroquia me alarmaba cuando veía que era más importante lo estético que el fundamento de la fe. Fue una etapa de rebeldía.

-¿Quién le devolvió al redil?

-Julián Gómez del Castillo, una persona que, teniendo yo dieciséis años, me impactó y cautivó para el resto de mi vida. Todo en él era una alabanza al Señor. Amó a la Iglesia incondicionalmente y me transmitió con su ejemplo el valor de la justicia y la solidaridad.

-Hable más de él.

-Era un converso promotor de militantes cristianos capaces de encarnar el valor de la pobreza evangélica. Julián ha sido la persona que más me ha acercado a Dios.

-O sea, que es su modelo de fe.

-Él y Guillermo Rovirosa. No entiendo al uno sin el otro. Estoy seguro de que algún día serán elevados a los altares.

6-Marzo-2010

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Julio Comendador Arquero


Subdirector del Secretariado Pastoral de Juventud


de la Archidiócesis de Toledo (España)


Julio (de rojo) junto a otros jóvenes en una “Jornada de Adolescentes” organizada por el SEPAJU.


Hace 25 años nací en Toledo, en el seno de una familia cristiana. El pequeño de 7 hermanos…

Era lógico que empezara hablando de mi familia, ¿no? El niño mimado, al que todo el mundo acudía para hacer carantoñas… Y al que no tardaron en enseñarle que tenía un Padre en el cielo.

De mi niñez recuerdo siempre con especial cariño mi etapa de monaguillo en mi parroquia: San Nicolás de Bari. Siempre tan cerquita del Señor. Viviendo el misterio de la Eucaristía con la inocencia de un niño. Participando con suma admiración, envuelto en esa túnica blanca, de la presencia viva de ese Padre al que nunca me olvidaba de rezar por la noche.

Y en mi casa tenía a ese padre que se escribe con minúsculas, pero que me ha hecho lo que soy hoy en día. Me dejó cuando estaba a punto de llegar a la mayoría de edad, justo en el momento en que iba a entrar en la universidad. Quizá cuando más le necesitaba… Son los planes de Dios. En la tierra me enseñó a: santiguarme antes de salir a la calle, cuidar la oración diaria y las visitas al Santísimo, ser humilde, respetar la opinión del prójimo,… ¡Me considero un privilegiado porque no tengo sólo un Padre en el cielo, sino dos!

La vida adolescente, el creerse el “rey del mundo”, los excesos nocturnos, los “amiguetes”, en definitiva: la sociedad. Soy el primero que lo he vivido. La gente que me conoce sabe que no me pierdo una, que un simple partido de fútbol o un plan de “amigos-cervezas” puede llegar a ser lo único que me hace feliz. Son esos momentos donde uno se aleja del Señor, donde parece que va a misa porque toca, donde está perdiendo el sentido de su vida.

Siempre me han ayudado para vencer estas dificultades las peregrinaciones y demás encuentros juveniles en los que me encontraba con gente que profesaba la misma Fe que yo. Desde que tenía 14 años casi nunca he faltado a Guadalupe y a Fátima, donde me encontraba con una “personita” que me ha llevado de su mano en todo momento: La Virgen María. Recuerdo los caminos, las reuniones de grupo, los cantos a los pies de Ella,…

La adolescencia es dura, difícil. Y no hablemos del ambiente universitario. Pero el de Arriba nunca abandona, aunque a veces parezca que a uno le da la espalda. Siempre llega un día en el que te pones delante de Él y te das cuenta de que todo lo que había pasado o dejado de pasar tenía un sentido. Un sentido que no podemos tratar de entender con nuestras capacidades humanas.

Mi madre. Claro que tengo que hablar de ella. Esa madre que me cuida, que casi parece que todavía me arropa por las noches, y eso que nos separan los kilómetros de distancia que hay entre Toledo y Madrid. Mi Fe también se la debo a ella. Los sacerdotes que me han acompañado (¡incluido mi hermano!), los amigos en la Fe,… Sin esas personas es humanamente imposible poder seguir a Jesucristo. Jesús no se te aparece una noche sentado al pie de tu cama y te da un abrazo. Se sirve de situaciones, de momentos delante del Sagrario, de dificultades, de alegrías, de medios de comunicación, de personas,…

Ahora cumplo un año desde que fui nombrado por el que fue cardenal de Toledo, Don Antonio, para ser uno de los subdirectores del equipo del Secretariado Pastoral de Juventud de la Archidiócesis de Toledo. Ahora me toca dar a mí un paso más. Ahora El Señor, con todas mis debilidades, se ha fijado en mí para que sea ese medio de evangelización para con los demás jóvenes y adolescentes. Tal y como hicieron “otros” conmigo en su momento.

Falta poco más de un año para que el Papa venga a Madrid a celebrar la Jornada Mundial de la Juventud. Estoy esperando el momento en que el Santo Padre me mire a los ojos. En ese instante, a pesar del cansancio acumulado por lo que conllevan todos los preparativos que se harán desde un Secretariado Pastoral de Juventud tan “ocioso” como el de Toledo, volveré a sentirme como aquel niño inocente en mi etapa de monaguillo que contemplaba con admiración el misterio de la Eucaristía.

Porque Jesucristo lo es todo y nunca me dejará indiferente.

4-Marzo-2010



Estudiantes organizan


adoración eucarística en Roma





3-Marzo-2010



Biografía de Josemaría Escrivá de Balaguer,

el fundador del Opus Dei



2-Marzo-2010

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La Defensa de la Catedral de Neuquén

Resumen de imágenes de la defensa que hicieron de la Catedral de Neuquén 100 jóvenes de las feministas y pro-abortistas del llamado encuentro nacional de mujeres del 2008.





2-Marzo-2010

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Miss Sevilla 2005 y modelo:

«Hace falta que los cristianos

venzamos el miedo y demos testimonio»




Pilar Domínguez asegura que

«hablar de Dios en sitios donde nadie cree

ratifica mi fe en Cristo»



Habla con desparpajo y sinceridad, sin ocultar ni sus sentimientos ni la sangre andaluza que tiñe sus palabras. No se considera como una «miss» porque su vocación es la Farmacia. De hecho, el mundo de la moda sólo es una diversión para aliviar sus estudios universitarios. Y aunque a Pilar Domínguez le molesta que muchos consideren que su fe hace de ella «un bicho raro», nada más lejos de la realidad. Es una chica «normal y corriente», con un bonito rostro y unos valores sólidos que afirma con valentía que le gusta «nadar contra corriente y dar testimonio de Jesús». Y ha dejado las cosas claras desde un principio: «No desfilo con transparencias, ni ropa interior, ni faldas cortitas, ni cosas así».


- ¿Se le han cerrado algunas puertas por mantener sus principios en el mundo de la moda?

- Supongo que sí. Pero me da igual, porque tampoco me quiero dedicar a esto de por vida. Yo tengo mi vida, mi carrera, mi familia, mis amigas, mi mundo y, a nivel de ocio, tengo la moda, igual que el deporte u otras aficiones.

- Al verla, resulta curioso cómo rompe el prototipo del mundo de la moda basado en la apariencia, en lo pasajero, mientras que la fe es todo lo contrario

- Realmente es complicado compaginarlo y mantener firmes tus valores. Hay que ir casi continuamente contra corriente.

Cristianos sin miedo. - ¿Y cuesta?

- Cuesta al principio, pero cuando ya superas la barrera del miedo a ser diferente, te ratifica tu fe. Así das testimonio de Jesús en tu vida. A mí no me cuesta nada dar testimonio de Cristo. Me da igual lo que piense la gente de mí, y no sólo en el ámbito de la fe. Gracias a Dios tengo una personalidad fuerte y hago lo que creo que debo hacer. No dependo de los demás y por eso no tengo miedo. Me gusta dar testimonio en sitios donde es más difícil. Hablar de Dios en un sitio donde nadie cree, más bien todo lo contrario, donde todo el mundo hace lo que le da la gana con todo el mundo, provoca que te miren como un bicho raro. Pero me siento muy contenta y muy orgullosa.

- ¿Qué le dice a aquellos que afirman que ser cristiano está pasado de moda?

- Respondo que es al contrario. Si alguien me pide ayuda, crea o no, siempre digo: «No te preocupes, confía en Dios y reza un poquito porque Él es quien más quiere que seas feliz. Tus amigos te pueden aconsejar en mil cosas, pero el que te quiere es tu Padre, el que está arriba, y nunca te va a fallar». La gente tiene una idea de Dios un poco lejana, y en realidad está contigo siempre y puedes sentirlo así.

- ¿Hace falta, entonces, que los cristianos demos más testimonio, que perdamos ese miedo?

- Desde luego que es necesario. Juan Pablo II no paraba de decirlo. A los jóvenes siempre nos decía que la fe no estaba pasado de moda. Si no hay testimonio acabaremos perdiendo espacio, nos «invadirán» otras religiones y retrocederemos.

- En las pasarelas, ¿conoce cristianos que no sean capaces de decirlo?

- Sí, les da miedo marcar la diferencia. Muchos lo interiorizan y no hablan de ello. Pocas veces me encuentro gente con las ideas tan claras como yo. Y no es que yo sea ejemplo de nada, todo lo contrario.

Una experiencia brutal. - Participó en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Colonia, ¿qué tal fue la experiencia?

- Yo nunca había vivido unas JMJ con el Papa. En todos los sentidos fue muy, muy duro. Pero aprendí un montón de cosas, a compartir, a convivir con muchísimo tipo de gente. Te emocionas cuando estás rodeada por una masa de gente, de todos los países, de todos los idiomas, de todos los rasgos del mundo, y ves que toda esa gente ha ido a buscar lo mismo que tú, con la misma esperanza y siguiendo a Alguien. A todos se nos veía en la cara que compartíamos los mismos principios, las mismas ganas de vivir. Acababa casi todo el mundo con las lágrimas saltadas. La noche de la vigilia, en Marienfield, dormí super forrada, con leotardos, unos vaqueros, un montón de calcetines, un forro polar, un chaquetón, una camiseta interior y una sudadera. Me metí en el saco con eso, dos amigas, un chubasquero y una colchoneta en el campo...

- Como para defilar en pasarela...

- Sí, y maquilladas y todo (risas)

Un sacrificio que compensa. - ¿Qué es lo que más le marcó en Colonia?

- Después de todo lo que viví como «miss» y todos los pajaritos en la cabeza, tanta cosa, tanta gloria, tanta fama, promesas de dinero, lujos... en Colonia viví todo lo contrario. Fue una experiencia de vida brutal, la de volver a recordar lo que realmente importa en la vida. De golpe pasé del lujo al frío, el hambre, la sed, el cansancio... Recordé que sigo siendo la misma y seguiré sufriendo. Que en la vida hay momentos buenos y momentos malos, y que no todo es precioso y maravilloso. Que en la vida real hace falta «apechugar», y que si hacía falta estar así para escuchar lo que ibamos a escuchar, merecía la pena. Ofrecí todas las penurias que pasé. No es por decir, sino que todo era amor en el sacrificio y en mi caso lo ofrecí por mi hermana, por mi familia, para que le vaya bien a toda la gente que quiero.

- Si tuviera que elegir entre el certámen de Miss Internacional, al que acudió hace meses, o las Jornadas de Colonia, ¿con qué se queda?

- No puedo elegir, hay cosas buenas en ambas. Estar un mes entero en Tokio, sin mi familia, y sólo pensando en la belleza, en maquillarte, con aquel ambiente... es agotador.

- ¿De qué fuentes ha bebido en su formación cristiana?

- Formo parte del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, en Sevilla. Mi formación es claretiana pero también soy cursillista, aunque este año los tengo un poco descuidados.

- ¿Cómo le gustaría terminar esta entrevista?

- Con la mejor de las intenciones propongo a todos los lectores que se hagan esta pregunta: «¿Qué quiere Dios de mí?». Quizá les ayude a encontrar un nuevo y verdadero sentido para su vida.



1-Marzo-2010

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Un misionero en el sur de Madrid.

El padre Carlos Mario es párroco


de Madre del Buen Pastor
.


Es la parroquia más pobre de la archidiócesis


El padre Carlos, ante su parroquia.

Les separan miles de kilómetros de distancia. Los feligreses de Madre del Buen Pastor están en la zona sur de Madrid. Su parroquia es la más pobre de la Comunidad y ellos -algunos- pasan por dificultades económicas tan graves que, una vez por semana, esperan en el salón parroquial una caja de comida (aceite, leche, un kilo de arroz…) y algo de ropa para poder tirar para delante. Lejos, muy lejos, están los miles de afectados por el terremoto de Haití. Tan lejos que, en una situación de dificultad como la que viven las familias de Madre del Buen Pastor, resultaría lógico que éstas ni se acordaran de los pobres isleños que son ahora mucho más pobres de lo que ya eran antes del seísmo. Pero no; en Madre del Buen Pastor -repetimos, la parroquia más pobre del Arzobispado de Madrid- hubo colecta para Haití. 2.100 euros se marchan a la isla. Quizá los 2.100 euros más generosos que lleguen a Puerto Príncipe. Para el padre Carlos Mario Toro, párroco de Madre del Buen Pastor desde hace tres años, esta generosidad tiene un porqué: “Creo que es más fácil encontrar a Dios en la austeridad, porque cuando las personas tienen todo cubierto es más difícil encontrar ese eco de necesidad espiritual que todos tenemos. La necesidad abre más a Dios”. El padre Carlos es de la fraternidad misionera Verbum Dei. “Y si usted es misionero, ¿qué hace aquí en Madrid?”, le preguntan muchos. “Estoy en misión”, explica él, que lucha “contra el laicismo, la confusión y la realidad del hombre posmoderno” del europeo del siglo XXI. Con flores a María Por eso, cuando le mandaron a Madre del Buen Pastor no se planteó rechazar su destino -como sí hicieron otros antes que él-; el padre Carlos llegó, estudió las necesidades y posibilidades de la parroquia y se puso a trabajar. Cuando habla para ALBA, reconoce sin empacho que el despacho parroquial en el que nos atiende es también “confesionario, sala de reuniones, sala de acogida”… Justo al lado, un pequeño salón complementario que se comunica con el templo propiamente dicho por una puerta corredera. “Cuando hay misa [los domingos celebran hasta cinco], abrimos la puerta para que la gente pueda asistir desde aquí. Cuando no, la cerramos y utilizamos el salón para las catequesis, el aula de la mujer -es maravilloso ver a las señoras mayores aprendiendo a leer- y para la atención social”. El único problema es que la parroquia no tiene agua ni tampoco, claro, cuarto de baño. Tanto el padre Carlos como el otro sacerdote que trabaja allí ya están acostumbrados, pero la gente -”sobre todo los mayores”- lo pasa muy mal. Tampoco tiene calefacción -”ahora hemos puesto estos dos calentadores que nos han regalado, pero no son suficientes para calentar el templo”- y los feligreses sufren en forma de humedad las inclemencias del invierno. Pero a pesar de todo, a pesar de que cada banco es “de su padre y de su madre, nos los van dando”, Madre del Buen Pastor no es una iglesia fea.


26-Ferero-2010

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Margarita Diosdado:

“El Señor nos cuida un montón”



No para, todo el día de arriba abajo asesorando a clientes sobre qué se lleva. Lo que éstos no saben es que sus ratos libres -pocos- Diosdado los dedica a hacer un programa de testimonios en la radio. Hasta que la oyen.

-Una cliente va a verla porque necesita un cambio de look y de golpe le confiesa que su vida es un desastre.

-Pues le hago una lista de libros que le puedan ayudar y entre título y título le cuelo alguno de Juan Pablo II o de la madre Teresa. O le recomiendo que haga una novena. O que en vez de al psicólogo vaya al confesor y verá lo pichi que se queda.

-Eso exige una relación rayana en la amistad, ¿no?

-Lo primero que trato es de hacerme amiga del cliente. Lo cual no es difícil porque éste es un trabajo que provoca mucha confianza.

-Cuando les habla de Dios, ¿no salen corriendo?

-La que a veces tiene que salir corriendo soy yo si quiero llegar a misa.

-Seguro que le preguntan si es del Opus.

-¡Sí! Y me molesta tener que decirles que sí. Pero no por respetos humanos, sino porque antes de ser supernumeraria yo ya iba a misa y rezaba. Y me encantaba poder decir: “Pues no, no soy del Opus”.

-La traca final será cuando se enteran de que tiene un programa en Radio María.

-Algunos se quedan en plan ¡¿cómo?! Yo les pido que lo escuchen, a ver qué les parece. Y así, con la tontería, se tragan una hora de oración.

-Porque en su programa se reza.

-Empezamos con un comentario del Evangelio, que directamente plagio a un sacerdote, porque yo la puedo liar parda, como la socorrista de Youtube.

-Y ponen canciones.

-Las que nos piden los oyentes, sí.

-¿Son del tipo “alabaré, alabaré…”?

-No son de misa, sino modernas, que le puedes cantar a Dios; si no, te da grima.

-Por ejemplo.

-Para toda la vida, de El sueño de Morfeo. Las románticas tienen mucho de confío en ti, a tu lado me siento seguro, desde que te tengo todo es fácil… Las escuchas y piensas: “¡Anda, Señor, como contigo!”.

-Los platos fuertes del programa: el examen de conciencia y las entrevistas.

-Alguna vez hemos recibido correos de oyentes diciendo que llevaban tiempo dándole vueltas a si tenían vocación y, tras escuchar un testimonio, ya lo tienen claro. O que estaban a punto de suicidarse y han decidido seguir adelante.

-¿Se enorgullece?

-¡Qué me voy a enorgullecer! El mérito no es nuestro, sino de Dios. Es como el marido que se pasa meses ahorrando para regalarle una joya a su mujer. Y el día del aniversario le dice a su hijo pequeño que se la entregue. El niño podrá sentirse protagonista. Pero el regalo es del padre.

-¿Y nunca decepciona?

-Dios es el único que no te falla. Ni cuando no te comprenden ni tus padres, ni en momentos de desamor, ni cuando te ingresan de urgencia.

-Habla por experiencia.

-Mi hermana y yo tuvimos un accidente y a punto estuvimos de morir.


25-Ferero-2010

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Javier Menéndez Ros:

“La fe te ayuda a volar libre”

Director en España de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN)



"Mi trabajo es un regalo de Dios"

Tras veinte años trabajando para multinacionales, yendo de acá para allá, la vida le pedía un cambio. Éste le vino en forma de oferta de trabajo: “Organización católica busca director en España. Se exige fidelidad al Papa”. ¡Fidelidad al Papa! Javier no se lo pensó dos veces, mandó el currículum y fue seleccionado. La organización resultó ser Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), asociación pública universal dependiente de la Santa Sede y cuyo fin es dar ayuda pastoral allí donde la Iglesia Católica sufre y está perseguida. Más información en www.ain-es.org.

-Su trabajo, ¿es un regalo de Dios?

-¿Un regalo? ¡Un regalazo! El mejor que podría haberme hecho (profesionalmente, claro). Trabajar para Él y para la Iglesia es mi ideal de vida.

-¿No le dio miedo abandonar la vida de ejecutivo?

-Dejé atrás bastante seguridad, un buen sueldo, muchas posibilidades de promoción, pero…

-¿Pero?

-A lo largo de nuestra vida pasan muchos trenes a los que no nos atrevemos a subir. Y a veces hay que arriesgarse.

-¿Y si le hubiera salido mal?

-Dios habría cuidado de mí.

-La oferta le llegó en un momento en que buscaba un cambio. ¿Cree en las casualidades?

-Creo en la Divina Providencia. Dios, que es providente, siempre actúa. Y es a través de sus actos como se comunica con nosotros.

-¿Lo hace siempre de forma tan dulce? Quiero decir, ofreciéndole a uno el trabajo de su vida.

-¡Qué va! A veces nos habla a través de circunstancias duras, en absoluto agradables.

-¿Por ejemplo?

-La muerte de mi hermano Fernando, cuando yo tenía dieciocho años. Él tenía veinte, estaba en la plenitud de la vida. Parece que lo lógico hubiera sido regañar con Dios, habérselo echado en cara.

-¿Y sin embargo?

-No me alejó de Él, sino todo lo contrario. Y no sólo a mí, también a mis padres, a mis hermanos, a los congregantes marianos de la Asunción, con los que Fernando y yo vivíamos la fe.

-¿Sigue siendo congregante?

-Sigo.

-Supongo que de ahí le viene la devoción a la Virgen.

-De ahí, y de la casa de mis padres, y de los jesuitas, con los que estudié…

-¿Recurre con frecuencia a María?

-¿A quién si no? Tenga en cuenta que tengo la fe de un niño. ¿Y a quién acuden los niños cuando quieren algo? Pues a la madre.

-¿Usted qué le pide?

-Que me lleve a Jesús. Hay una frase que decimos mucho los congregantes: “María, ponme con Cristo”.

-¿Qué otras frases han marcado su vida de fe?

-Una que me dijo un sacerdote hace un montón de años y que define muy bien qué es la oración: “Orar es hablar a Dios, que siempre escucha, y escuchar a Dios, que siempre habla”.

-Está convencido de que Dios habla. ¿Qué hay que hacer para escucharle?

-Buscarle un buen momento y el sitio adecuado.

-Más frases.

-”Muestra al Señor tus caminos, espera en Él y Él hará”. Es de un salmo, no me acuerdo cuál. Llevo años mascándola. Para mí es un programa de vida.

-”Y Él hará”. Mi pregunta es: ¿cosas buenas o malas?

-Buenas y malas, pero siempre para bien tuyo.

-Como el padre del hijo pródigo, ¿no?

-Ésa es la imagen de Dios que más me llena. Cuando el hijo le abraza, el padre no le deja abrir la boca. Y, al mismo tiempo, no se olvida del otro hijo. Es un amor generoso, paciente, bondadoso, que rompe esquemas.

-En cierto modo, usted, al hablar de Dios, también los está rompiendo.

-No puedo evitar hablar de Él. Me pasa lo mismo cuando veo una buena película, cuando descubro un restaurante que me gusta, cuando conozco a alguien que merece la pena: tengo que contárselo a los demás.

-¿Y no será que hablar de Dios entra en su sueldo?

-No me lo planteo como una carga, como una tarea. Lo hago porque le llevo en el corazón. Y ya se sabe: “De la abundancia del corazón habla la boca”.

-¿No le da miedo resultar pesado?

-¡Es que hay que serlo! Entiéndame, al modo en que lo es el novio que está enamorado y sólo habla de su novia.

-Pues hay quien tiene respetos humanos. Dígales algo.

-La gente sólo te respeta cuando te ve consecuente, comprometido, no avergonzado.

-¿Qué más?

-Y que la fe no es un lastre. La única atadura, el único ancla, es el pecado. La fe te ayuda a volar libre. Dios es el cielo abierto.


24-Ferero-2010

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Testimonio de conversión

Vittorio Messori: Escritor y periodista





23-Ferero-2010

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GREGORIO HIDALGO “GOYO”


"Solo el Amor puede cambiar la humanidad"

Goyo nació un 23 de febrero de 1973, en un pueblecito de Toledo (España) en una familia católica humilde y con un gran sentido artístico. Su madre pronto descubrió su gusto por la música y le regaló su primera guitarra a los 8 años.
A los 11 años ingresó en el seminario siguiendo la llamada de Dios al sacerdocio, donde formó parte del coro rápidamente y no paró de cantar para Dios desde entonces. Pronto empezó a componer canciones y a estudiar música.

"Yo creo que mis caminos de fe y música empezaron al mismo tiempo".


Nací en una familia muy católica practicante y desde pequeñito empecé a cantar y a rezar al mismo tiempo. A los once años ingresé en el seminario de Toledo y lo primero que me compró mi madre fue una guitarra. Recuerdo que fue muy emocionante orar cantando. Era como que Dios me escuchaba mejor. Para un niño de 11 años eso era algo mágico. Sólo sabía orar cuando cantaba… y así ha sido siempre, mi Fe y mi música para Dios desde el principio.


Recuerdo que cuando hice la primera comunión canté un par de canciones en el coro de mi pueblo, y fue algo que me llenó el corazón de alegría. Era como darle la bienvenida a Jesús en mi vida cantándole. Desde ese momento sabía que debería comunicarme con mi nuevo amigo cantando."
Abandonó el seminario después de 6 años y aunque no continuó los estudios al sacerdocio, se dedicó a la evangelización siempre con la música. "La música es una oración que contagia la alegría de Dios y lleva el espíritu a una comunicación con Dios."

Inició una nueva aventura en Valladolid, en el Norte de España, en el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús. Junto con otros tres jóvenes y un sacerdote (Paco Cerro) dirigieron oraciones con jóvenes, ejercicios espirituales y siempre con su guitarra cantando para miles de jóvenes en diferentes jornadas juveniles y campamentos. Con el tiempo, siguió por los caminos de la enseñanza como maestro y así acabó en Los Ángeles, California.

Los Ángeles se convirtió en su segundo hogar y esta ciudad desangelada a veces, hizo que Goyo cambiara de vida. Los primero años en esta ciudad fueron de un abandono espiritual y de Dios dejándose llevar por el materialismo y la vida fácil. A pesar de todo, nunca abandonó la oración por las noches a María quien le llevó de vuelta a los pies de Cristo. " Recuerdo que en mis primeros años viviendo en Los Ángeles me dejé llevar por completo por el materialismo de esta ciudad consumista. Es una ciudad donde se pueden conseguir muchas cosas muy fácilmente. Es el sueño de Hollywood. Al mismo tiempo es una ciudad muy solitaria y lo único que me motivaba era el trabajo. Sin saber por qué abandoné a Dios por completo...pero El que me conoce bien, vino en mi búsqueda, y me dejé atrapar."

Un día, paseando por al ciudad, sintió una soledad muy profunda por primera vez. Era la soledad de haber abandonado a Dios. Volvió a casa, encendió el televisor y lo primero que vio fue a Juan Pablo II que gritaba: NO TENGAIS MIEDO! Era el momento en que Juan Pablo II murió y pasaban un reportaje. En ese momento, Goyo empezó a orar de la mejor manera que sabía: Cantando. Y así empezó a nacer este CD que no es otra cosa que una vuelta a Dios. " Cuando Juan Pablo II murió creo que lloré durante tres días seguidos y no sabía si estaba triste o simplemente emocionado por tener a un nuevo intercesor en el cielo. Lo único que podía oír en mi corazón era “NO TENGAS MIEDO, es hora de comenzar un nuevo camino de evangelización con lo que te gusta más: La música”… y así empecé a escribir mi música. Nunca tuve la oportunidad de conocerle personalmente, pero no hizo falta. Su grito de NO TENGAS MIEDO fue suficiente para ponerme en marcha y espero seguir adelante." Así decidió que era el momento adecuado para NO TENER MIEDO más y ponerse a grabar su primer CD titulado: NO TENGAS MIEDO.

RESEÑA DE "NO TENGAS MIEDO"

Transmitiendo su mensaje de alegría, amor y paz, el españolísimo Goyo nos presenta su nueva producción No Tengas Miedo. Goyo fue inspirado a grabar el álbum poco después de la muerte de Juan Pablo II. Su anhelo ha sido trasmitir un mensaje de esperanza para los jóvenes de esta generación. “La variedad de esta música pretende llevar a las nuevas generaciones un mensaje de alegría, amor de Dios y paz. Es un paso más en la NUEVA EVANGELIZACION”. Es música que engancha y te apetece escucharla más y más. Ante todo, No Tengas Miedo es un camino de canciones con las que puedes identificar una historia de conversión y un final de alegría por el AMOR de DIOS.

Es el retorno del hijo en los brazos del Padre que siempre espera con amor.
A pesar de muchos años en la música católica, fue la muerte de Juan Pablo II la que le dio a Goyo la inspiración de lanzar este proyecto.

Este disco empezó como las cosas de Dios, confusas a veces, con mucho trabajo pero lleno de amor y paz. Goyo quiso que fuera una música moderna, llena de nuevos sonidos en la música católica. Con efectos calurosos y frescos. Novedades juveniles y cantos moderados. Y surgió un disco que es una oración. Un poco de la vida y un poco de la experiencia personal de Goyo con la cual muchos se pueden identificar. Así es como encontró un camino en busca de la Verdad, En busca del Amor duradero. En busca de Cristo.

Es música que se puede escuchar en el coche, de camino al trabajo, para alegrar el corazón o para orar.
Cuenta con toques techno, dance, pop y pop flamenco, hasta la suavidad de una balada, los cuales son mezclados excelentemente con la refrescante e innovadora letra de las canciones.

Comenzando con el tema VEN, ESCUCHA! Donde un joven cansado de la soledad y del materialismo se deja encontrar por Dios y otros relatos de conversión. Terminando con un canto de esperanza testificando el Amor de Dios.
Producido por Goyo, No Tengas Miedo es un álbum muy innovador dentro de la música católica, con elegantes arreglos vocales y secuenciadores.

“Desde el principio siempre quise que el CD inspirara ánimo y confianza a todos los católicos, especialmente a los jóvenes. He vivido en varios países del mundo y me he dado cuenta que en todos los sitios el MIEDO es algo que mueve a la gente a hacer algo que en realidad no quieren hacer. Ese miedo es el que nos lleva a ocultar aquello que parece nos avergüenza… Por eso, con mi música quería gritar al mundo que NO HAY QUE TENER MIEDO, sino paz de Dios, expresar con amor lo que sentimos. Así salió este disco que en realidad no es más que una historia de conversión en la que, descubriendo el amor de Dios, nos vamos convirtiendo poco a poco, SIN MIEDOS.

Quienes escuchen las canciones atentamente, descubrirán en las letras a uno mismo, en el momento en que descubrimos a Cristo y como poco a poco vamos perdiendo el miedo a la soledad, a la muerte, al abandono de este mundo, y al final es una explosión de alegría para TESTIFICAR SU AMOR.”

NO TENGAS MIEDO


1 Ven, Escucha
2. Ya no estoy solo

3. Quédate Aquí

4. Todo Pasa

5. Sin Ti, No Soy Nada

6. No Tengas Miedo

7. Te Quiero Dios

8. Estas Aquí

9. Escucha hoy Su Voz

10. Testify To Love


Este es un CD lleno de vida y música con aires frescos. Algo diferente de lo acostumbrado en el mundo de la música Católica. Es una mezcla sutil de ritmos diferentes y oraciones que invitan a veces a bailar y a veces a la más profunda oración. Querrás escucharlo en el trabajo, en el coche de camino al trabajo o al insti, o quizá en tu IPOD o MP3 player. Sus ritmos cuasi Techno y POP te harán cambiar la opinión de la música juvenil católica. Estábamos necesitando este cambio de aires apropiado con los tiempos.

NO TENGAS MIEDO es un disco que querrás escuchar una y otra vez para intentar decidir que canción te llama más la atención. Intentalo y recuerda; ¡NO TENGAS MIEDO!
Actualmente, Goyo tiene un nuevo CD titulado AMA, con unos tonos más modernos y sobre todo encauzado a un tema vocacional. En septiembre de 2009, Goyo ingresó en el seminario de Los Ángeles donde continúa su discernimiento para el sacerdocio.


22-Ferero-2010

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Isabel Molina: “Hay que envolver bien

el mensaje cristiano”



Isabel Molina, directora de la revista Misión.

Llegó de Colombia a Madrid -entre un destino y otro, ‘escala’ de tres años en Estocolmo-para ponerse al frente de Misión, revista de suscripción gratuita para la familia, obra apostólica de la Legión de Cristo.


-La misión de ‘Misión’ está clara. ¿Y la suya?


-Contribuir a que haya más ambientes familiares de esos que dan gusto, como lo tuve yo en mi casa mientras crecí.


-Su revista es de difusión gratuita. ¿Qué pasa, que los principios no ‘venden’?


-En nuestra fe tenemos un manantial de riqueza. La gente está sedienta de encontrar principios que den piso y vuelo a su vida. No hay nada más atractivo que los valores católicos.


-Hay quien piensa lo contrario.


-Muchas veces nos quedamos en la parte del reproche, de la carga, de la retahíla y no sabemos conectar con la necesidad de las personas. Por eso, hay que envolver bien el mensaje cristiano.


-O sea, que a veces entramos por la puerta trasera…


-Cargados con un equipaje muy pesado; la gente está cansada de eso.


-Y para aligerar el equipaje, ¿de qué prefiere estar rodeada? ¿De buenos católicos o de buenos profesionales?


-Quien quiere ser buen católico que intente ser el mejor profesional. ¿Acaso no va de la mano?


-Con las cosas de Dios ¿pueden hacerse buenos reportajes?


-Las cosas de Dios son todas las cosas: la salud, la economía, la belleza, la educación, los viajes, las personas… Él está en todo.


-¿Y sirve de algo tratar de dar forma periodística a esa idea?


-He recibido cartas de personas que a raíz de los reportajes y testimonios de la revista han visto clarísimo, por ejemplo, que la vida humana es intocable.


-Imagine que alguien le escribe preguntándole por la situación de la Iglesia.


-Le diría que de mis padres aprendí que la Iglesia católica es una, santa, católica, apostólica… y perseguida.


-Descripción del campo de batalla en España.


-Hay una patrimonio espiritual muy grande que los españoles ya no ven: misas a todas horas, confesionarios con sacerdotes que los atiendan…


-Usted, en cambio, sí la valora…


-Venir a España para hacer la revista Misión fue como llegar a un oasis.


-Pero ¿de dónde venía? ¿De Arabia?


-No, de Suecia, un país descristianizado a cuyos habitantes se les ha robado la oportunidad de conocer a Dios.


-Su fe en Él… ¿se congeló?


-Es allí donde más de cerca he sentido su presencia.


-¿Cómo es eso?


-El trato con personas que no han recibido el regalo de la fe me ha hecho apreciar el gran tesoro que significa esta herencia espiritual.


-Algún sueco católico conocería…


-Sí, y son un gran testimonio de vida: a algunos Dios los ha tumbado del caballo, otros han recorrido un largo camino de búsqueda…


-Conclusión: el trato con personas de fe…


-¡Es lo que más me acerca a Él! Además, hay una relación directa entre la
cercanía que tenemos con las personas y la cercanía que tenemos con Dios.


-¿Qué quiere decir?


-Que es mucho más fácil estar cerca del corazón de una persona cuando esa relación pasa por el corazón de Dios. Con mi marido, que es de Ghana, lo que más nos unió fue compartir la misma fe.


-Otra persona a la que está muy unida: su abuela.


-De pequeña me hablaba de Dios y pienso que ahí nace la gran empatía espiritual que he tenido con ella. Ella no se queda en lo accesorio. Sabe captar lo fundamental de la fe. Así quisiera ser yo.


-Dos cuestiones para terminar. Se ha clausurado el Congreso Católicos y Vida Pública. ¿Es la vida pública el lugar del católico?


-Sí, aunque sin olvidar la vida privada en la intimidad con Dios. De lo contrario es fácil caer en chapuzas.


-Y la última: alguien lee esta entrevista y piensa “esta chica… ¡qué radical!.
¿Qué le respondería?


-Que la verdad puede parecer radical pero cuando le encuentras el gusto tiene el sabor a la torta de chocolate más exquisita.


22-Ferero-2010

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Mujer que amenazó con cuchillo

a una activista pro-vida,

desiste de abortar gracias a ella


NUEVA YORK, 19 Feb. 10 / 06:50 am (ACI)

Una mujer embarazada, que amenazó con un cuchillo a una activista pro-vida que se manifestaba pacíficamente en las afueras de una clínica abortista en Duluth, Minnesota (Estados Unidos), explicó que fue gracias a la valiente intervención de la joven que desistió de abortar y conservar a su bebé.

Los hechos ocurrieron el pasado 24 de noviembre de 2009 pero no fue sino hasta ahora, en el juicio que se le sigue por esta agresión, que se conoció el desistimiento de abortar de Mechelle Hall, una mujer de 26 años que amenazó con un cuchillo en la garganta a Leah Winandy, de 21 años de edad.

Ella, su madre Sarah Winandy y otros activistas se manifestaban pacíficamente en las afueras de una clínica abortista tratando de convencer a las mujeres para que no aborten a sus bebés.

"Gracias por estar allí. Si no hubieras estado allí, probablemente hubiera seguido adelante y me hubiera arrepentido el resto de mi vida. Probablemente hubiera seguido otro camino (el aborto). Estoy verdaderamente apenada por lo que le hice a ella", declaró Hall telefónicamente al ser consultada sobre lo que piensa de Winandy.

Por su parte, Leah Winandy desde Wisconsin comentó que "estaba allí para pedirle a las madres que no maten a sus bebés en la clínica abortista. Ella (Hall) caminaba hacia mí. Sacó un cuchillo y lo blandía mientras me decía ‘no te me acerques’. Yo le dije ‘por favor no mates a tu bebé. Teme a Dios’. Me acerqué un poco más y le dije: ‘mira y escucha tu ultrasonido’. Se abalanzó sobre mí y puso el cuchillo en mi garganta".

La oficina del fiscal que sigue el caso contactó a Leah Winandy y le preguntó si estaba de acuerdo con que a Mechelle Hall se le diera solamente libertad condicional en vez de mandarla a prisión. Ella accedió. "Perdono a Mechelle por lo que hizo y lo hago porque Dios me ha dado el perdón en mi corazón por ella", agregó.

Mechelle Hall explicó que sabrá el sexo del bebé, que lleva en su seno desde noviembre, el próximo mes de marzo.

Por su parte, el Director Nacional de Priests for Life (Sacerdotes por la Vida), P. Frank Pavone, dijo que este caso muestra "lo que es verdad sobre quienes buscan abortar e incluso sobre quienes hacen los abortos: están confundidos y son ambivalentes. Pese a sus esfuerzos por aparecer seguros de lo que hacen, no lo están. Pese a la retórica sobre la ‘libertad de elegir’, se vuelcan al aborto porque sienten que no tienen libertad ni opción".

"Y la lección para los activistas pro-vida es que lo que con frecuencia se presenta como ira y disgusto es el primer paso para la conversión. No debemos temerle a estas reacciones", concluyó.



21-Ferero-2010

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EL PAPA NOS PIDE A LOS CATÓLICOS:

"PARTICIPACIÓN ACTIVA

EN LA POLÍTICA"


Benedicto XVI ha pedido a los católicos en varias ocasiones que participen activamente en la vída política. Las leyes contra la vida y la familia demuestran que faltan políticos católicos que sepan defender con convicción una visión del hombre que tenga en cuenta a Dios.



18-Ferero-2010

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Santi Rodríguez: “Simpatizo con el Opus Dei”

Santi Rodríguez, el frutero más famoso del mundo.

Algunos pensaron que se trataba de un expediente equis: Santi Rodríguez, el frutero de Siete vidas, en el IV Simposio sobre… ¡san Josemaría Escrivá! Los incrédulos pueden encontrar en internet el vídeo con su intervención.

-¿Se arrepiente de haber asistido a aquel congreso?

-No sólo no me arrepiento, sino que me alegro; la lástima es no haber ido a los otros.

-Espero que tampoco se arrepienta de esta entrevista.

-En absoluto. Hacer este tipo de cosas viene muy bien. Son como inyecciones que hay que ponerse de vez en cuando. Los cristianos debemos dar testimonio.

-¿Por qué Escrivá?

-Porque le tengo mucho cariño. Me viene de mis padres, que son de la Obra; del colegio, del que guardo un recuerdo maravilloso…

-Otros salieron tarifando.

-A veces, oyendo hablar del Opus, me pregunto a qué colegio habrán ido algunos. ¿A uno en Sri Lanka? Lo que cuentan no tiene nada que ver con mi experiencia.

-¿Me la cuenta?

-Lo primero, dejar claro que no soy de la Obra, sino simpatizante. Dicho esto, en el Opus Dei me inculcaron unas creencias que han sido de gran ayuda en momentos difíciles. Por eso lo defiendo a muerte.

-Conclusión: san Josemaría es santo de su devoción.

-Siempre que me he dirigido a él me he sentido atendido. Por cierto, que, a veces, es la costumbre, me sale llamarle monseñor. Y le digo: “¡Huy! Perdona, que te he descendido de categoría”.

-De aquel simposio se fue con unos vídeos debajo del brazo.

-Con charlas del padre, sí. Tenía el recuerdo de haberlos visto en el colegio y quería volver a verlos. También compré su biografía, que estoy releyendo.

-¿Tanto le ha gustado?

-Sí. Además, cuando me preguntan qué libro estoy leyendo, me divierte responder la biografía de san Josemaría. ¡Ponen una cara! Me gusta ir de transgresor.

-¿También en lo religioso?

-Es una lástima que manifestarse cristiano sea una forma de transgresión. Pero así están las cosas.

-¿Cómo sobrevivir en el intento?

-En mi caso, siendo un tío campechano. Eso me sirve para hacer apostolado, dar testimonio de Dios, demostrar que los católicos somos gente normal.

-Normal, normal…

-Lo que no podemos es permanecer encerrados. Tenemos que salir del armario o de donde estemos metidos y decir aquí estamos. ¡Coño, que parece que han tirado una bomba nuclear! ¿Y la gente que veo en misa todos los domingos? Somos como seguidores del Atleti.

-¿Del Atleti?

-Orgullosos de nuestro club…, pero callados.

-Usted no se calla.

-Antes medía más las cosas, me preocupaba el qué dirán. Ahora si me aceptan como soy, bien. Y si no, peor para ellos.

-¿Ser católico es para ir presumiendo?

-Pero con cuidado de no creer que lo sabemos todo y los demás están equivocados, de tratar de imponer nuestro criterio.

-¿Alguna vez lo ha hecho?

-Sí, y es el arma más ineficaz.

-¿Cómo deshacer el entuerto?

-Diciéndole al de arriba: “Perdóname porque lo que he hecho no ha servido de nada. Y, encima, te he ofendido”.

-Aquel simposio, esta entrevista… ¿Qué dirán algunos?

-Lo de tantas veces: “Santi, no te pega”. Lo que por un lado me hace gracia y por otro me molesta. ¿Cómo que no me pega?



13-Ferero-2010

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TOM CABEEN:

DIRIGENTE DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

SE CONVIERTE AL CATOLICISMO



Era un betelita, pues estuvo entre los principales dirigentes en la casa Betel, sede de los testigos de Jehová a nivel mundial.

Mi experiencia con los testigos me hizo comprender que es fácil ser atrapado por una organización y perder el sentido de la verdadera naturaleza del cristianismo. Yo creo que la BIblia nos dice cual es nuestro proposito y que cuando nosotros nos rebelamos Dios envio a su propio hijo para rescatarnos del pecado.

Dirigente en la Watchtower

En el Hogar Betel (como normalmente se llama a la central de Brooklyn), me apliqué con diligencia a mi trabajo. Estaba determinado a aprender tanto como fuera posible sobre las enseñanzas de la Watchtower. Mi voluntad de entregarme al trabajo y una aptitud natural para el mismo resultó en que me fueran asignados otras responsabilidades que generalmente estaban reservadas a gente de mayor edad que yo. Poco después de mi llegada a Betel, mis padres comenzaron el ministerio de tiempo completo (precursorado). Mi padre fue invitado a ser superintendente de circuito (predicador viajero) y así se dedicó a visitar las congregaciones de habla hispana en el suroeste y el noreste de los Estados Unidos por unos diez años. En Nueva York fui asignado como miembro del comité de servicio de mi congregación local a la edad de diecinueve años y luego como anciano en 1971 a los veintiún años. Al año siguiente fui nombrado un "anciano betelita". Como tal, me tocó hablar en las conferencias y asambleas públicas como representante de la Watchtower. A la edad de veintisiete años me tocó ser el discursante principal en la asamblea de distrito de Roanoke, Virginia.


En Betel se me asignó a trabajar en el linotipo grande que producía la revista "La Atalaya". Un año después fui nombrado supervisor de una serie de linotipos. A los veintisiete años fui nombrado superintendente del taller de impresión. Cultivaba amistades con miembros maduros y responsables de Betel, muchos de ellos escritores o personas que trabajaban en otras oficinas importantes a las que eran asignados los testigos más leales y mejor formados. En esos tiempos solía tener conversaciones con ellos sobre las enseñanzas de la Sociedad y el funcionamiento de la organización. A fines de 1973, volví a encontrarme con una joven y encantadora mujer llamada Gloria, que también era betelita y a quien había conocido poco después de su llegada a Betel en el año 1971. Noviamos por un tiempo, nos enamoramos y nos casamos el 25 de mayo de 1974. Gloria, igual que yo, era una ferviente entusiasta de la Sociedad Watchtower y una persona muy trabajadora. Ambos habíamos decidido dedicar completamente nuestras vidas como miembros de la sede principal durante los pocos años que quedaban antes de que llegara el fin del mundo en el Armagedón. Los dos aprendimos francés y nos ofrecimos para trabajar con Testigos de habla francesa, en su mayoría haitianos, en Newark, New Jersey.

Surgen dudas inquietantes

Aunque había sido Testigo durante casi 10 años (me bauticé en 1959), nunca había leído la Biblia en su totalidad. Me decidí entonces a hacerlo. Esto suscitó muchas dudas que rondaban en mis pensamientos. Cuanto más leía, más contradicciones encontraba entre las sencillas explicaciones que ofrecían las Escrituras y mis creencias como Testigo. Al principio atribuí mi falta de comprensión a mi juventud e inexperiencia. Pero, con el transcurrir del tiempo, el respeto y confianza que me conferían mis pares comenzó a incrementarse. A esta altura, comencé a hablar cautelosamente de mis dudas sobre la Biblia con miembros mayores y bien respetados de la sede principal. Me sorprendió descubrir que había muchos de ellos que tenían los mismos problemas que yo y también la forma en la que abiertamente hablaban de esos asuntos. Empecé a mirar a las enseñanzas de la Watchtower desde diferentes puntos de vista a partir de la publicación del libro "Ayuda para Entender la Biblia" en 1971. Se produjeron cambios en la organización que dejaron la puerta abierta al examen de otras enseñanzas fundamentales. Me preguntaba "si nos hemos equivocado pensando que ciertas actividades estaban sólidamente basadas en las Escrituras, ¿no podríamos acaso también estar equivocados en las doctrinas?" Yo no era el único que se preguntaba esas cosas. Durante la década de los 70, una creciente cantidad de personas sinceras de la sede principal comenzó a leer las otras traducciones bíblicas aparte de la Traducción del Nuevo Mundo de Watchtower y también comentarios bíblicos. Empezamos a reunirnos en grupos informales en los que estudiábamos y debatíamos abiertamente, sin la "asistencia" de las publicaciones de Watchtower. Para 1979, me convencí de que no había forma de reconciliar algunas enseñanzas claves de Watchtower con la Biblia. Sin embargo, todavía confiaba en que Dios estaba guiando a la organización, de modo que yo creía que se avecinaban grandes cambios. Los aguardé con ansiosa expectativa. Por otra parte, mi esposa Gloria, estaba descontenta en Betel. Sus dificultades no eran principalmente de índole doctrinaria sino que tenían que ver con la manera en que eran tratadas las personas. Deseaba abandonar Betel para tener hijos. A mi manera de ver, la cronología de la Watchtower era correcta. Por lo tanto, no lograba entender por qué todo el mundo quería irse faltando ya poco para el fin del mundo. Le mencioné el tema a un amigo de confianza del Cuerpo Gobernante, Ray Franz. Me dio una copia de una carta que había sido escrita a la Sociedad Watchtower por Carl Olof Jonsson, un Testigo miembro del cuerpo directivo de Suecia. Jonsson presentó pruebas irrefutables de que la cronología de Watchtower contenía serios errores. La lógica que utilizaba y la documentación que presentaba eran sólidas y de gran erudición. Leí la evidencia una y otra vez. Finalmente, me convencí.

Lo que resultaba difícil de aceptar no era el error en sí mismo, sino su consecuencia: la cronología era y es absolutamente esencial para determinar la afirmación de la Sociedad Watchtower de que es el "canal de comunicación" de Dios con la humanidad en el breve período previo al fin del mundo. Comencé a considerar seriamente la posibilidad de que la Sociedad Watchtower no era lo que sostenía ser. Parecía existir la certeza de que los líderes de la Sociedad en el mejor de los casos habían sido inducidos al error, o en el peor de los casos eran hipócritas y falsos profetas. Si bien yo había disfrutado muchísimo estar a su servicio y amaba de verdad a mis hermanos y hermanas Testigos, parecía prácticamente seguro que mi partida definitiva era inevitable. Así murió en mí el deseo de apoyar activamente algo en lo que ya no creía. Mi función en la sede principal había llegado a su fin. En medio de este período de confusión, mis padres vinieron a Nueva York desde Texas para visitarnos. A raíz de algunos comentarios que hice acerca de la excomunión de algunos de nuestros amigos íntimos, intuyeron que mi actitud incondicional anterior de apoyo a la organización estaba cambiando. Les aseguré que nunca abandonaría a Dios, Jesucristo o la Biblia pero que no podía negar que tenía serias dudas relacionadas con la autoridad de la organización. Pero ya sin la fe en la cronología de la Watchtower, no existía ningún motivo para posponer nuestro deseo de formar una familia. Decidimos irnos de Betel lo más pronto posible. Nos marchamos el 15 de julio de 1980. Todavía no estaba preparado para alejarme de toda mi comunidad. Toda nuestra vida estaba ligada con los Testigos de Jehová. También tenía la impresión de que estaríamos en una situación más favorable para que nuestros padres comprendieran cómo había cambiado mi forma de pensar si aún manteníamos una relación. Las cosas no salieron como esperaba. Ese fue el comienzo de un profundo distanciamiento que duró un cuarto de siglo. Continuó incrementándose hasta que me encontré casi completamente aislado de mis padres. Nunca pude reconciliarme con mi padre antes de que falleciera en el 2002. Todavía lo amo y le echo de menos. Todo estaba por dar un vuelco total. Teníamos que recomenzar nuestras vidas. Carecíamos de dinero, pues había pasado los doce años previos como voluntarios sin salario. Había estudiado mucho y tenía experiencia laboral y conocimientos técnicos, pero no tenía título universitario. Le pedí prestados 300 dólares a mi suegro para trasladarme a Lancaster, Pennsylvania, con lo poco que teníamos. Vivimos con los padres de Gloria durante diez semanas hasta que pude conseguir un empleo y encontrar un lugar donde vivir.

Expulsado (excomulgado) de la hermandad de los Testigos de Jehová

Tuvimos que abandonar la sede principal por propia voluntad pero todavía la organización me tenía una gran estima, de modo que poco después de llegar a Pennsylvania, me nombraron miembro del cuerpo de ancianos. Tenía dudas, pero no encontraba motivos para alejarme de los Testigos de Jehová, siempre que mi relación con ellos no requiriera incumplir con lo que me dictaba la conciencia. Sin embargo, descubrí que esa meta era cada vez más difícil, ya que la tendencia general de las publicaciones de la Watchtower durante esos meses consistía en advertencias contra los que no concordaban con sus enseñanzas a los que tildaba de "apostatas" y merecedores de la condena eterna. Después de un año aproximadamente, renuncié a mi cargo de anciano. Para entonces, teníamos un hijo, Matthew, que había nacido el 9 de agosto de 1981. Alrededor de un año y medio después, los miembros del consejo de la congregación de Lancaster, pidieron hablar con Gloria y conmigo luego del habitual Reunión de Servicio de los jueves a la noche. Resultó ser una sesión judicial informal. Me interrogaron (en presencia de Gloria) durante más de una hora acerca de si tenía algunas "dudas." El único tema específico por el cual fui interrogado era si creía o no que la Sociedad Watchtower era una organización de Jehová. Respondí que Dios había obrado a través de los Testigos de Jehová pero que no estaba dispuesto a limitarse a obrar exclusivamente a través de ellos. El es Dios, después de todo, manifesté y puede hacer todo lo que quiera. La reunión finalizó sin que se tomaran medidas. Si bien habíamos sido bastante activos con la congregación durante más de dos años y medio, pocos, si es que los había, sabían que teníamos dudas. No obstante, en menos de un par de días, muchos habían oído que éramos "escépticos". Nos pidieron que asistiésemos a otra reunión breve un par de semanas después. Los miembros del consejo nos hicieron saber que dado que nuestras dudas en la congregación eran "vox populi", tenían que tomar alguna medida. Mencioné que ninguna persona de la congregación sabía nada de nuestras dudas antes de que los ancianos se reunieran con nosotros. Era obvio que los mismos miembros del consejo habían difundido esa idea luego de nuestra reunión. `La esposa de un anciano le había mencionado a una cuñada de Gloria algunos detalles de la reunión. Uno de los miembros del consejo respondió, "Cómo se llegó a conocer la información no es el tema que interesa. Ahora que es de dominio público, debemos tomar medidas". Anunciaron su decisión de expulsarnos. Esto significaba que a nuestra familia y amigos se les requeriría que nos rechazaran o de lo contrario, serían también expulsados. Nosotros tuvimos la impresión de que la decisión de expulsarnos había sido tomada antes de que se reunieran con nosotros, sobre la base de factores que no eran ni pruebas ni nuestro propio testimonio. Resultaba evidente que no serviría para nada apelar la decisión. De esta manera terminaron casi tres décadas de nuestra relación con los Testigos de Jehová. Nuestra comunidad religiosa nos había rechazado y ahora estábamos solos.

¿Obra Dios a través de una organización?

A pesar de la forma en que fuimos tratados, había muchas cosas admirables en los Testigos que yo estaba seguro que eran correctas. Había descubierto el error, pero lo que quería era la verdad. Necesitaba alguna manera confiable de saber cuáles enseñanzas de la Watchtower eran reales y cuáles eran falsas. Debido a que una vez creí que Dios empleaba a la organización de la Watchtower como un canal exclusivo para comunicarse con sus fieles, concentré mis reflexiones en ese tema. Mi esperanza era poder escribir un ensayo que ayudara a mis padres (más que nada) a entender por qué había modificado algunas de mis opiniones sobre la Sociedad Watchtower. Empleando mi concordancia y el diccionario bíblico, comencé minuciosamente a buscar en las Sagradas Escrituras evidencias en cuanto a si Dios alguna vez había usado o no alguna organización como instrumento oficial para comunicarse directamente con la humanidad. Concluí que no y publiqué mi ensayo en un artículo que titulé "¿Obra Dios a través de una organización?" Con los años, fue traducido a varios idiomas y tuvo una circulación bastante amplia entre los Testigos que se separaban de la organización, especialmente cuando el Internet comenzó a utilizarse masivamente. Si bien en ese momento actué sin sentimiento de culpa, siento un poco de tristeza por el éxito que tuve y debo aceptar el hecho de que mis escritos probablemente inducieron a muchos al error. Inicialmente, no entendía la diferencia entre las organizaciones humanas y la verdadera iglesia, el Cuerpo de Cristo. Más tarde, corregí mi artículo para demostrar que Cristo estaba orgánicamente unido a Su Cuerpo, lo que no sucedía con las organizaciones humanas. Pero todavía tenía mucho que aprender sobre lo que Jesús había iniciado y preservado: una iglesia visible; un cuerpo vivo en el que El mora.

Una mano tendida hacia los ex Testigos

Luego de marcharme de Betel, me mantuve en contacto con ex Testigos amigos y trabé amistad con algunos nuevos. Comenzó a formarse una red cada vez mayor, mediante la cual se intercambian palabras de consuelo y aliento. Durante el verano de 1983, mi amigo Peter Gregerson nos invitó a nosotros y a varios Testigos a una reunión, en la que se decidió dar carácter oficial al grupo en forma de un ministerio. A nuestro grupo lo llamamos "Biblical Research and Commentary Incorporated", BRCI para abreviar. El objetivo era producir materiales y proporcionar apoyo a los Testigos que se separaban, para facilitarles la penosa transición de la Sociedad Watchtower al "mundo exterior". El siguiente verano—en 1984—la primera de varias reuniones anuales se celebró en Gadsden, Alabama. Muchos Testigos expulsados tienen miembros de la familia o cónyuges que aún siguen siendo leales a la organización. Nos parecía que un nombre mas bien neutral podía facilitar el envío de materiales a alguien sin alertar a los miembros de la familia que eran Testigos sobre el hecho de que el destinatario estaba hablando a un ex testigo, lo cual estaba terminantemente prohibido. Por lo que yo recuerdo, Ray Franz sugirió el nombre, aunque nunca fue miembro del directorio de BRCI. Establecimos una línea telefónica confidencial de ayuda para confortar a las personas que se sentían dolidas por dejar la organización de la Watchtower. Poco después de su publicación, mi artículo sobre la Organización era siempre incluido en el paquete informativo que se enviaba a los que llamaban a la Línea de Ayuda de BRCI. Experiencia eclesiástica Durante aproximadamente los primeros siete años, Gloria y yo leímos y estudiamos la Biblia por nuestra cuenta o con otros ex Testigos con los que nos reuníamos semana por medio en un pequeño grupo de apoyo. Formamos fuertes lazos sociales con estos queridos amigos pero nuestro crecimiento espiritual fue lento. Generalmente, nuestros debates se centraban más en cosas en las que alguna vez creíamos que eran verdad pero que habíamos rechazado. A menudo volvíamos sobre lo mismo cada vez que nos reuníamos. Finalmente Gloria dijo, "Ya estoy cansada de examinar una y otra vez las mismas cosas de siempre. ¡Quiero aprender algo nuevo y verdadero sobre Cristo!" También ya había llegado nuestro segundo hijo, James, nacido el 22 de noviembre de 1986. A medida que nuestros hijos comenzaban a crecer, sentimos cada vez más la necesidad de encontrar cristianos que creyeran en la Biblia con los que nuestros hijos pudieran relacionarse. Muchos de los niños de nuestro barrio eran educados como humanistas seculares y no compartían ni nuestros principios cristianos ni nuestros puntos de vista sobre la importancia de agradar a Dios. Probamos con una iglesia del lugar y enseguida nos hicimos amigos del pastor y su esposa. Cuando se enteró sobre mi currículum, me pidió que me hiciera cargo de una clase de escuela dominical para adultos. Me sorprendió que no me pidiera más detalles sobre mis verdaderas creencias.

Ni siquiera asistió a la clase para ver lo que enseñaba. Esto me pareció extraño, pues para mí, la precisión doctrinaria era todavía importante. Pero siempre enseñaba la "ortodoxia" en el sentido de que podía respaldar mis enseñanzas tanto a partir de las Sagradas Escrituras como a partir de comentarios protestantes que gozaban de respeto. Ni Gloria ni yo jamás nos hicimos miembros de esa iglesia. No queríamos incorporarnos a ninguna organización religiosa. Después de enseñar allí durante alrededor de un año, el pastor me pidió a su pesar que dejara mi puesto de maestro, ya que opinaba que no podía tener a alguien que diera clases y que a la vez no fuera miembro de la iglesia. Creo que tenía razón. Fue una buena experiencia en términos generales. Empezamos a hacer amigos cristianos. Nos enteramos que no todos los cristianos evangélicos estaban totalmente convencidos sobre la verdad doctrinal como lo estábamos nosotros. Buscábamos una comunidad de creyentes que tuvieran muchos niños y una gran cantidad de programas para ellos. Finalmente, nos fuimos adaptando poco a poco a una hermandad bautista evangélica independiente. Ahí conocimos a muchos cristianos excelentes y rápidamente nos involucramos en actividades eclesiásticas. Unos meses después de que comenzáramos a asociarnos con esa iglesia, otra vez me pidieron que diera clases bíblicas para adultos, actividad que desempeñé ininterrumpidamente durante catorce años.

Lecciones de Historia

A fines de la década de los 90, comencé a trabajar en otro artículo con el objeto de complementar el que había escrito acerca de la organización. Mi intención era ayudar a ex Testigos a encontrar otros creyentes y a relacionarse con ellos. Quería que se sintieran cómodos ayudándolos a comprender que muchas iglesias actuales enseñan y rinden culto en forma similar a los discípulos del siglo primero. Pensé que sería de utilidad mostrar cómo eran los primeros cristianos, cómo estaban estructuradas sus congregaciones, cómo vivía y rendían culto y en qué aspectos se diferenciaban de las enseñanzas y la práctica de los Testigos de Jehová. Quería que comprendieran que vivir como cristianos era lo que más importaba y los alentaba a incorporarse a cualquier hermandad cristiana centrada en la Biblia. Comencé empleando solamente las Escrituras y pronto me di cuenta que tantas cosas que se enseñan y practican en las iglesias no pueden fundamentarse directamente a partir de las Escrituras solamente. Terminé comprando libros de historia—con el tiempo obtuve docenas de ellos—además de hacer mucha investigación en el Internet. Cuando terminé de escribir "¿Dónde está el Cuerpo de Cristo?" recibí algunos lindos comentarios. Pero lo que iba descubriendo suscitaba en mi mente muchas más preguntas que respuestas.

Un cambio de visión fundamental

Mientras investigaba, comencé a encontrar por casualidad referencias a los "Primeros Padres de la Iglesia". Prácticamente todos los eruditos, tanto católicos como protestantes (excepto algunos eruditos modernos) demostraban un gran respeto por ellos. En ese momento, solamente tenía una muy vaga idea de quienes eran. Cuando me enteré, a fines de los 90, que mi amigo David Bercot había publicado un Diccionario de las Creencias de los Primeros Cristianos, compré un ejemplar. Le eché una mirada pero no leí mucho. Tenía mis propias ideas sobre cómo era la iglesia de los primeros cristianos y de qué manera creían y rendían culto. A casi veinte años de haber abandonado la Sociedad Watchtower, todavía creía que poco tiempo después del siglo primero, la fiel iglesia apostólica de los primeros cristianos se había transformado en la corrupta Iglesia Católica Romana. Los Reformadores, como me enteré después, tenían un punto de vista similar, excepto que establecían la fecha de "la gran apostasía" en el siglo cuarto o quinto o aún más tarde. Sin embargo, tanto Lutero como Calvino creían que la iglesia antenicena era realmente auténtica. Uno de los objetivos de la Reforma fue devolverle a la iglesia su pureza original, impoluta, antenicena. Esto me hizo pensar en las consecuencias del concepto de la "gran apostasía". El corolario de esta doctrina es que Jesús no tuvo una congregación de fieles discípulos, ninguna organización visible o iglesia en la tierra, durante un prolongado período, posiblemente varios siglos, hasta que algún individuo (Martín Lutero, Juan Calvino, John Wesley, Joseph Smith, Charles Russell o cualquier otro), basándose solamente en los escritos de los primeros cristianos, los comprendieron correctamente y "restauraron" el verdadero cristianismo apostólico en la tierra. Finalmente concluí que ese punto de vista era indefendible. Porque significaría que la mayoría de las personas que vivieron entre la apostasía y la "restauración", cada vez que supuestamente ocurría, prácticamente no tendrían ninguna oportunidad de convertirse en verdaderos cristianos, dado que al parecer nadie era capaz de reconocer "las sencillas verdades que se enseñan en la Biblia" hasta que aparecieron los reformadores.

La iglesia: ¿visible o invisible?

También comencé a pensar seriamente acerca de cómo debe ser la verdadera iglesia de Jesucristo. Debido a mi propia experiencia, no me costó aceptar el punto de vista de la "iglesia invisible", en la que todos los miembros de la "única santa iglesia católica y apostólica" se encuentran diseminados por todas las confesiones cristianas del mundo y está compuesta por los hombres y mujeres de cada comunidad cristiana que realmente se toman en serio la fe e intentan vivir de acuerdo a las Sagradas Escrituras. La mayoría de las comunidades de fe que vi estaba aparentemente repleta de pecadores que no practicaban su fe. Pero mientras pensaba en eso, empecé a darme cuenta que esta perspectiva presentaba problemas insalvables. Una iglesia invisible es una "comunidad" de personas diseminadas que no se conocen ni están en contacto mutuo. En realidad, carece totalmente de características visibles (porque, después de todo, es invisible). No podemos saber nada seguro de una iglesia semejante: dónde están, en qué creen, cómo rinden culto. Concluí de que todo era asunto de imaginación. Es como queremos que sea, ya que no existe nada real con la cual la podamos comparar. Es una iglesia que interpretamos a nuestra manera. Y lo más importante es que no se parece absolutamente en nada a la iglesia descripta en el Nuevo Testamento, que estaba llena de personas reales, santos y pecadores. Poseía una estructura que incluía presbíteros, diáconos y discípulos de Cristo que se sometían, en mayor o menor grado, a su liderazgo. Cada congregación de los fieles de Dios descripta en las Escrituras no es solamente visible, es humana, con todos los problemas que existen en cualquier familia, club o comunidad de seres humanos en cualquier parte. ¿De qué otra manera podría cualquier iglesia ser la sal y la luz de la comunidad? ¿De qué otra manera podrían los no creyentes ver sus buenas obras y glorificar a Dios? Hasta los reformadores, aunque rechazaban la autoridad de Roma, reconocían la existencia y la necesidad de un conjunto visible de creyentes. Seguí leyendo libros de historia, lo mismo que los escritos de los primeros cristianos. A éstos los consideraba representaciones precisas de lo que el conjunto principal de antiguos cristianos creían y practicaban. Me sorprendió de que tantos conceptos y enseñanzas que anteriormente rechazaba me las hubiesen presentado incorrecta, e inclusive, deshonestamente, en la Watchtower y en la literatura evangélica, presentándolas como si fuesen ilógicas o reñidas con las Sagradas Escrituras. Tal como las presentaban los primeros cristianos, por lo general tenían más sentido y se correspondían mejor con las Escrituras que muchas de las explicaciones que había leído en comentarios. Comencé a aceptar una cantidad cada vez mayor de enseñanzas que allí encontraba, simplemente porque eran claras, maduras y se ajustaban a las Escrituras. Una por una, analicé estas enseñanzas comparándolas con las Sagradas Escrituras y mientras me convencía de su validez, paulatinamente mi interpretación del cristianismo comenzó a cambiar. La complejidad de ciertos pasajes con los que había lidiado durante años comenzó a desaparecer lentamente. Realmente todas las piezas empezaban a encajar (por primera vez en la vida). Toda mi interpretación del cristianismo se modificó. Sacramentos Los primeros cristianos creían que el pan y el vino servidos durante la comunión, cuando son consagrados por el presbítero, realmente se convierten en el cuerpo y sangre de Jesucristo. Por supuesto, esto es exactamente lo que Jesús dicel claramente en Juan capítulo 6. Sin embargo la mayoría de los protestantes consideran que las palabras de Jesús son simbólicas. Ninguno de los primeros cristianos lo entendió así. En realidad, con poquísimas excepciones, ningún cristiano antes de la Reforma Alemana ni tan siquiera puso en duda esa enseñanza. Esta fue mi introducción al concepto de "sacramentos" de la fe cristiana, objetos materiales a través de los cuales Dios transmite la gracia a sus fieles. Nunca los oí mencionar entre Testigos o cristianos evangélicos. Todo el concepto me resultaba nuevo y extraño. Pero a medida que leía y oraba y pensaba en eso, el asunto cada vez tenía más sentido. En síntesis, el culto sacramental enseña que Dios obra a través de cosas simples como agua, pan, vino y aceite.
Estos objetos materiales, cuando son consagrados y empleados en la iglesia que Jesús fundó, se transformam en los medios por los que la gracia de Dios se comunica a los seres humanos. Desempeñan un papel fundamental en la sanación y nos devuelve a una plena hermandad con nuestro Padre Celestial. Según esta perspectiva, Dios obra a través de su creación y no alrededor o a pesar de la misma. Al principio, pensaba que esto estaba totalmente alejado de las Escrituras. Pero ahora, guiado por los primeros cristianos, lo empecé a encontrar en todas partes de la Biblia. Un ejemplo: Naaman, un leproso sirio, fue sanado obedeciendo la orden de Eliseo (dicho sea de paso, transmitida por un criado ávido de ganancias) de bañarse siete veces en el río Jordán. El agua no era mágica pero Naaman tuvo que obedecer la orden y bañarse en esa agua para ser sanado. (1 Reyes 5). Los primeros cristianos creían que las aguas del bautismo tenían el poder de lavar o eliminar el pecado de los nuevos discípulos (Hechos 22, 16), tal como había eliminado la lepra de Naaman. Otros ejemplos: Jesús sanó a un ciego haciendo barro y poniéndolo en sus ojos y ordenándole que se lavara en la piscina de Siloam. (Juan 9, 6-11) Una mujer que confiaba que se sanaría si solamente tocaba el dobladillo de la vestimenta de Jesús, se curó verdaderamente. La tela no era mágica, pero en conjunción con su fe, se transformó en el medio por el que recibió el poder de Jesús. (Mateo 9, 20-22). Mientras releía las Escrituras, me sorprendió ver cuantos relatos de las poderosas obras llevadas a cabo por Jesús y los apóstoles implicaban acciones físicas como tocar o respirar sobre los receptores, u objetos usados como pan, pescado, aceite o vino. ¡Un descubrimiento impactante! Por ese tiempo, me encontraba curioseando unas rebajas de libros usados y vi un ejemplar del Catecismo Católico en venta por unos centavos. Lo compré y comencé a leer. ¡Me impactó lo que había encontrado! La explicación católica de la fe y los principios morales cristianos, inclusive la salvación, el bautismo, la redención y la expiación de los pecados, se parecían mucho más a los de la iglesia de los primeros cristianos que a los de cualquier comentario protestante que había leído. Con bastante frecuencia se refería a los primeros cristianos como una fuente de autoridad. Desde ese punto en adelante, empecé a considerar seriamente a la Iglesia Católica Romana. Me sorprendió descubrir cómo sus enseñanzas y prácticas guardaban una estrecha relación con la perspectiva de los primeros cristianos. Pero, ¿cómo podía explicar la existencia de muchos católicos que aparentemente no se tomaban en serio el cristianismo? Al principio, con cierta dificultad el concepto, pero mientras pensaba y oraba, recordé que Dios empleó a la antigua Israel como "recipiente" de la autorrevelación divina transmitida a través de Moisés durante más de quince siglos, aun cuando la mayoría de los israelitas y hasta sus autoridades eran infieles. ¿No pudo haber hecho lo mismo con la iglesia universal que Cristo fundó?

La Sagrada Tradición

Me había enterado, principalmente de fuentes judías, que gran parte de la práctica judía había sido transmitida durante siglos en forma oral. Moisés comunicó las normas de la Ley Mosaica a los israelitas en Sinaí. Pero no todo fue puesto por escrito. Las tradiciones verbales fueron por primera vez puestas en forma escrita (en el Talmud y la Mishnah) luego de la destrucción del segundo templo en el siglo primero d. C. Por supuesto, Jesús dijo que los fariseos habían "invalidado la palabra de Dios con sus tradiciones." Pero, me di cuenta que no quería decir que toda tradición era negativa, solamente aquellas que el hombre había creado y que estaban reñidas con la revelación divina. Las Sagradas Escrituras dicen claramente que Cristo reveló muchas cosas a sus discípulos que no fueron escritas (Juan 21, 25). También dice que "la iglesia" (y no las Sagradas Escrituras) es el "pilar y fundamento de la verdad." Lo que Jesús enseñó a sus discípulos en forma oral no fue "agregado a las Escrituras" por los apóstoles. Eran enseñadas oralmente a los nuevos discípulos que hacían. Las Escrituras eran redactadas dentro de un marco eclesiástico de funcionamiento pleno en el que cada enseñanza cristiana había sido transmitida en forma oral por décadas. Cuando el apóstol Pablo escribía epístolas a las congregaciones, habia ya antes dedicado mucho tiempo enseñándolas en forma oral. Sus cartas podían y a menudo dejaban muchas cosas sin exponer. Las cartas de Pablo tratan mayormente de contingencias y problemas que requieren su consejo y no de las enseñanzas y prácticas que todos conocían y que habían sido enseñadas oralmente con anterioridad.

Momento decisivo: Seguimos Adelante en la Fe

Finalmente fuimos recompensados y la evidencia resultó ser concluyente. Mis investigaciones sobre la historia de la iglesia de los primeros cristianos me permitió adoptar una perspectiva católica sin que mi anterior prejuicio contra la iglesia católica sin la interferencia de mis prejuicios anteriores contra la Iglesia Católica. Lo que íbamos hallando en las enseñanzas de los católicos era increíble: enseñanzas profundas, atractivas, respaldadas por la historia y de lógica coherente que se ajustan a las Escrituras y que resultan gratificantes no sólo para la mente sino también para el corazón. Ahora sentimos que hemos sido parte de ese camino por todos estos años. He hallado que los escritos de otros conversos al cristianismo católico han sido de gran utilidad. Admito que había revisado el tema muy vagamente al estudiar el cristianismo. Muchos teólogos católicos son gigantes espirituales. Leyéndolos, he aprendido tanto sobre Dios y sus peculiaridades que ¡jamás supe que existían! Leí "The Everlasting Man" de G. K. Chesterton, que influyó en la conversión de C. S. Lewis al cristianismo. Sus libros "Orthodoxy", "Heresy" y "Conversion" verdaderamente me tocaron el corazón. Los apologistas católicos tienen un profundo respeto por C. S. Lewis, aunque era anglicano, ya que su teología es prácticamente ortodoxa. "A Map of Life, Theology for Beginners and Theology and Sanity" de Frank Sheed es claro y conciso. Los libros de conversos al catolicismo contemporáneos como Jimmy Akin, Thomas Howard, Karl Keating, Scott Hahn, Dave Armstrong y Peter Kreeft son especialmente útiles para encarar las dudas que los protestantes tienen sobre la fe católica. "Catholic Christianity and his Christian Apologetics" del Dr. Kreeft y Ron Tacelli son más claros y exhaustivos que cualquier defensa protestante del cristianismo que jamás haya leído. Estas personas están en el camino correcto, pensé al leerlos. Piensan con mucha mayor profundidad que yo acerca de la mayoría de las cuestiones y están dispuestos a arriesgar sus vidas y carreras para seguir la verdad a dondequiera que esté. Durante mucho tiempo, cometí el error de juzgar las enseñanzas católicas basándome en personas católicas, la mayoría de las cuales (como sus primos protestantes) son más bien indiferentes con respecto a la teología. Pero luego de aceptar la evidencia histórica de que la fe católica era la expresión original y más plena del cristianismo, y que no se debía juzgar a la iglesia entera por el comportamiento de algunos pecadores, mi perspectiva cambió. Comencé a leer escritos católicos con entusiasmo. Las explicaciones católicas del cristianismo se ajustan a las Escrituras, al mundo real y al corazón del ser humano. Creo con toda honestidad que cualquiera que las siga fielmente se transformará en un hombre o mujer de Dios. Las enseñanzas del catolicismo son sólidas, plenas y rectas. Llegamos a ellas lenta y cuidadosamente, siguiendo la verdad e identificando y rechazando el error. Compartí con Gloria las cosas que estaba leyendo. Ella también las leyó y reflexionó. Hablamos de algunas cosas pero no quería presionarla para que tomase una decisión sino para que decidiera por su cuenta. Siguió leyendo, luego un día simplemente dijo, "Deberíamos convertirnos al catolicismo." (Había sido bautizada como católica al nacer). Consumamos nuestro deseo de formar parte de esta venerable Iglesia reuniéndonos con nuestro párroco, el padre James Cronin, durante varios meses con el propósito de examinar las enseñanzas católicas. Fuimos admitidos en el seno de la Iglesia Católica Romana el viernes 9 de junio de 2006. Estamos emocionados por ser católicos y nos hace felices compartir las cosas buenas que hemos encontrado con cualquiera de nuestros ex compañeros evangélicos cristianos o con nuestros nuevos compañeros católicos. Nos sentimos completamente felices dentro de la Iglesia que Jesucristo fundó. Hemos llegado a casa.



11-Ferero-2010

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Chesterton


¿Por qué me convertí al catolicismo? Testimonio de conversión de Chesterton, uno de los literatos británicos más importantes de principios del siglo XX.


Aunque sólo hace algunos años que soy católico, sé sin embargo que el problema "por qué soy católico" es muy distinto del problema "por qué me convertí al catolicismo". Tantas cosas han motivado mi conversión y tantas otras siguen surgiendo después... Todas ellas se ponen en evidencia solamente cuando la primera nos da el empujón que conduce a la conversión misma. Todas son también tan numerosas y tan distintas las unas de las otras, que, al cabo, el motivo originario y primordial puede llegar a parecernos casi insignificante y secundario. La "confirmación" de la fe, vale decir, su fortalecimiento y afirmación, puede venir, tanto en el sentido real como en el sentido ritual, después de la conversión. El convertido no suele recordar más tarde de qué modo aquellas razones se sucedían las unas a las otras. Pues pronto, muy pronto, este sinnúmero de motivos llega a fundirse para él en una sola y única razón. Existe entre los hombres una curiosa especie de agnósticos, ávidos escudriñadores del arte, que averiguan con sumo cuidado todo lo que en una catedral es antiguo y todo lo que en ella es nuevo. Los católicos, por el contrario, otorgan más importancia al hecho de si la catedral ha sido reconstruida para volver a servir como lo que es, es decir, como catedral.

¡Una catedral! A ella se parece todo el edificio de mi fe; de esta fe mía que es demasiado grande para una descripción detallada; y de la que, sólo con gran esfuerzo, puedo determinar las edades de sus distintas piedras.

A pesar de todo, estoy seguro de que lo primero que me atrajo hacia el catolicismo, era algo que, en el fondo, debería más bien haberme apartado de él. Estoy convencido también de que varios católicos deben sus primeros pasos hacia Roma a la amabilidad del difunto señor Kensit.

El señor Kensit, un pequeño librero de la City, conocido como protestante fanático, organizó en 1898 una banda que, sistemáticamente, asaltaba las iglesias ritualistas y perturbaba seriamente los oficios. El señor Kensit murió en 1902 a causa de heridas recibidas durante uno de esos asaltos. Pronto la opinión pública se volvió contra él, clasificando como "Kensitite Press" a los peores panfletos antirreligiosos publicados en Inglaterra contra Roma, panfletos carentes de todo juicio sano y de toda buena voluntad.

Recuerdo especialmente ahora estos dos casos: unos autores serios lanzaban graves acusaciones contra el catolicismo, y, cosa curiosa, lo que ellos condenaban me pareció algo precioso y deseable.

En el primer caso —creo que se trataba de Horton y Hocking— se mencionaba con estremecido pavor, una terrible blasfemia sobre la Santísima Virgen de un místico católico que escribía: "Todas las criaturas deben todo a Dios; pero a Ella, hasta Dios mismo le debe algún agradecimiento". Esto me sobresaltó como un son de trompeta y me dije casi en alta voz: "¡Qué maravillosamente dicho!" Me parecía como si el inimaginable hecho de la Encarnación pudiera con dificultad hallar expresión mejor y más clara que la sugerida por aquel místico, siempre que se la sepa entender.

En el segundo caso, alguien del diario "Daily News" (entonces yo mismo era todavía alguien del "Daily News"), como ejemplo típico del "formulismo muerto" de los oficios católicos, citó lo siguiente: un obispo francés se había dirigido a unos soldados y obreros cuyo cansancio físico les volvía dura la asistencia a Misa, diciéndoles que Dios se contentaría con su sola presencia, y que les perdonaría sin duda su cansancio y su distracción. Entonces yo me dije otra vez a mi mismo: "¡Qué sensata es esa gente! Si alguien corriera diez leguas para hacerme un gusto a mi, yo le agradecería muchísimo, también, que se durmiera enseguida en mi presencia".

Junto con estos dos ejemplos, podría citar aún muchos otros procedentes de aquella primera época en que los inciertos amagos de mi fe católica se nutrieron casi con exclusividad de publicaciones anticatólicas. Tengo un claro recuerdo de lo que siguió a estos primeros amagos. Es algo de lo cual me doy tanta más cuenta cuanto más desearía que no hubiese sucedido. Empecé a marchar hacia el catolicismo mucho antes de conocer a aquellas dos personas excelentísimas a quienes, a este respecto, debo y agradezco tanto: al reverendo Padre John O´Connor de Bradford y al señor Hilaire Belloc; pero lo hice bajo la influencia de mi acostumbrado liberalismo político; lo hice hasta en la madriguera del "Daily News".

Este primer empuje, después de debérselo a Dios, se lo debo a la historia y a la actitud del pueblo irlandés, a pesar de que no hay en mí ni una sola gota de sangre irlandesa. Estuve solamente dos veces en Irlanda y no tengo ni intereses allí ni sé gran cosa del país. Pero ello no me impidió reconocer que la unión existente entre los diferentes partidos de Irlanda se debe en el fondo a una realidad religiosa; y que es por esta realidad que todo mi interés se concentraba en ese aspecto de la política liberal. Fui descubriendo cada vez con mayor nitidez, enterándome por la historia y por mis propias experiencias, cómo, durante largo tiempo se persiguió por motivos inexplicables a un pueblo cristiano, y todavía sigue odiándosele. Reconocí luego que no podía ser de otra manera, porque esos cristianos eran profundos e incómodos como aquellos que Nerón hizo echar a los leones.

Creo que estas mis revelaciones personales evidencian con claridad la razón de mi catolicismo, razón que luego fue fortificándose. Podría añadir ahora cómo seguí reconociendo después, que a todos los grandes imperios, una vez que se apartaban de Roma, les sucedía precisamente lo mismo que a todos aquellos seres que desprecian las leyes o la naturaleza: tenían un leve éxito momentáneo, pero pronto experimentaban la sensación de estar enlazados por un nudo corredizo, en una situación de la que ellos mismos no podían librarse. En Prusia hay tan poca perspectiva para el prusianismo, como en Manchester para el individualismo manchesteriano.

Todo el mundo sabe que a un viejo pueblo agrario, arraigado en la fe y en las tradiciones de sus antepasados, le espera un futuro más grande o por lo menos más sencillo y más directo que a los pueblos que no tienen por base la tradición y la fe. Si este concepto se aplicase a una autobiografía, resultaría mucho más fácil escribirla que si se escudriñasen sus distintas evoluciones; pero el sistema sería egoísta. Yo prefiero elegir otro método para explicar breve pero completamente el contenido esencial de mi convicción: no es por falta de material que actúo así, sino por la dificultad de elegir lo más apropiado entre todo ese material numeroso. Sin embargo trataré de insinuar uno o dos puntos que me causaron una especial impresión.

Hay en el mundo miles de modos de misticismo capaces de enloquecer al hombre. Pero hay una sola manera entre todas de poner al hombre en un estado normal. Es cierto que la humanidad jamás pudo vivir un largo tiempo sin misticismo. Hasta los primeros sones agudos de la voz helada de Voltaire encontraron eco en Cagliostro. Ahora la superstición y la credulidad han vuelto a expandirse con tan vertiginosa rapidez, que dentro de poco el católico y el agnóstico se encontrarán lado a lado. Los católicos serán los únicos que, con razón, podrán llamarse racionalistas. El mismo culto idolátrico por el misterio empezó con la decadencia de la Roma pagana a pesar de los "intermezzos" de un Lucrecio o de un Lucano.

No es natural ser materialista ni tampoco el serlo da una impresión de naturalidad. Tampoco es natural contentarse únicamente con la naturaleza. El hombre, por lo contrario, es místico. Nacido como místico, muere también como místico, sobre todo si en vida ha sido un agnóstico. Mientras que todas las sociedades humanas consideran la inclinación al misticismo como algo extraordinario, tengo yo que objetar, sin embargo, que una sola sociedad entre ellas, el catolicismo, tiene en cuenta las cosas cotidianas. Todas las otras las dejan de lado y las menosprecian.

Un célebre autor publicó una vez una novela sobre la contraposición que existe entre el convento y la familia (The Cloister and the hearth). En aquel tiempo, hace 50 años, era realmente posible en Inglaterra imaginar una contradicción entre esas dos cosas. Hoy en día, la así llamada contradicción, llega a ser casi un estrecho parentesco. Aquellos que en otro tiempo exigían a gritos la anulación de los conventos, destruyen hoy sin disimulo la familia. Este es uno de los tantos hechos que testimonian la verdad siguiente: que en la religión católica, los votos y las profesiones más altas y "menos razonables" —por decirlo así— son, sin embargo, los que protegen las cosas mejores de la vida diaria.

Muchas señales místicas han sacudido el mundo. Pero una sola revolución mística lo ha conservado: el santo está al lado lo superior es el mejor amigo de lo bueno. Toda otra aparente revelación se desvía al fin hacia una u otra filosofía indigna de la humanidad; a simplificaciones destructoras; al pesimismo, al optimismo, al fatalismo, a la nada y otra vez a la nada; al "nonsense", a la insensatez.

Es cierto que todas las religiones contienen algo bueno. Pero lo bueno, la quinta esencia de lo bueno, la humildad, el amor y el fervoroso agradecimiento "realmente existente" hacia Dios, no se hallan en ellas. Por más que las penetremos, por más respeto que les demostremos, con mayor claridad aún reconoceremos también esto: en lo más hondo de ellas hay algo distinto de lo puramente bueno; hay a veces dudas metafísicas sobre la materia, a veces habla en ellas la voz fuerte de la naturaleza; otras, y esto en el mejor de los casos, existe un miedo a la Ley y al Señor.

Si se exagera todo esto, nace en las religiones una deformación que llega hasta el diabolismo. Sólo pueden soportarse mientras se mantengan razonables y medidas. Mientras se estén tranquilas, pueden llegar a ser estimadas, como sucedió con el protestantismo victoriano. Por el contrario, la más exaltación por la Santísima Virgen o la más extraña imitación de San Francisco de Asís, seguirían siendo, en su quintaesencia, una cosa sana y sólida. Nadie negará por ello su humanismo, ni despreciará a su prójimo. Lo que es bueno, jamás podrá llegar a ser DEMASIADO bueno. Esta es una de las características del catolicismo que me parece singular y universal a la vez. Esta otra la sigue:

Sólo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo. El otro día, Bernard Shaw expresó el nostálgico deseo de que todos los hombres vivieran trescientos años en civilizaciones más felices. Tal frase nos demuestra cómo los santurrones sólo desean —como ellos mismos dicen— reformas prácticas y objetivas. Ahora bien: esto se dice con facilidad; pero estoy absolutamente convencido de lo siguiente: si Bernard Shaw hubiera vivido durante los últimos trescientos años, se habría convertido hace ya mucho tiempo al catolicismo. Habría comprendido que el mundo gira siempre en la misma órbita y que poco se puede confiar en su así llamado progreso. Habría visto también cómo la Iglesia fue sacrificada por una superstición bíblica, y la Biblia por una superstición darwinista. Y uno de los primeros en combatir estos hechos hubiera sido él. Sea como fuere, Bernard Shaw deseaba para cada uno una experiencia de trescientos años. Y los católicos, muy al contrario de todos los otros hombres, tienen una experiencia de diecinueve siglos. Una persona que se convierte al catolicismo, llega, pues, a tener de repente dos mil años. Esto significa, si lo precisamos todavía más, que una persona, al convertirse, crece y se eleva hacia el pleno humanismo. Juzga las cosas del modo como ellas conmueven a la humanidad, y a todos los países y en todos los tiempos; y no sólo según las últimas noticias de los diarios Si un hombre moderno dice que su religión es el espiritualismo o el socialismo, ese hombre vive íntegramente en el mundo más moderno posible, es decir, en el mundo de los partidos. El socialismo es la reacción contra el capitalismo, contra la insana acumulación de riquezas en la propia nación. Su política resultaría del todo distinta si se viviera en Esparta o en el Tibet. El espiritualismo no atraería tampoco tanto la atención si no estuviese en contradicción deslumbrante con el materialismo extendido en todas partes. Tampoco tendría tanto poder si se reconocieran más los valores sobrenaturales. Jamás la superstición ha revolucionado tanto el mundo como ahora. Sólo después que toda una generación declaró dogmáticamente y una vez por todas, la IMPOSIBILIDAD de que haya espíritus, la misma generación se dejó asustar por un pobre, pequeño espíritu. Estas supersticiones son invenciones de su tiempo —podría decirse en su excusa—. Hace ya mucho, sin embargo, que la Iglesia Católica probó no ser ella una invención de su tiempo: es la obra de su Creador, y sigue siendo capaz de vivir lo mismo en su vejez que en su primera juventud: y sus enemigos, en lo más profundo de sus almas, han perdido ya la esperanza de verla morir algún día.

G. K. Chesterton


10-Ferero-2010

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